Peronismo
Ubicación: Cerro Aconcagua, Mendoza, Argentina.
Poco conocido en la historia es el épico ascenso al Aconcagua por un grupo de suboficiales del Ejército Argentino que erigieron en la Cúspide de América los bustos de Perón y Evita junto a placas alusivas y el Escudo Justicialista.
Los bustos de Perón y Evita en la cima del Aconcagua
Ubicación: Cerro Aconcagua, Mendoza, Argentina.
Poco conocido en la historia es el épico ascenso al Aconcagua por un grupo de suboficiales del Ejército Argentino que erigieron en la Cúspide de América los bustos de Perón y Evita junto a placas alusivas y el Escudo Justicialista.
La proeza, realizada entre el 3 y el 6 de febrero de 1954 contó con la participación de 20 militares.
El busto de Perón llevaba una placa con la siguiente leyenda:
"Al Gral. Perón: Dedican los suboficiales del Ejército Argentino este esfuerzo para que la cumbre más alta de América sirva de pedestal al más alto genio político del Continente. Este busto no debe ser retirado sino que debe permanecer en esta cima por los siglos de los siglos, para que el espíritu y las ideas del constructor de la Nueva Argentina, hermane a los pueblos de América".
El de Evita decía: "A nuestra Compañera Evita, Jefa Espiritual de la Nación para que sea la cumbre del Aconcagua el altar intermedio entre nuestras plegarias de agradecimiento y el lugar de su eterno descanso. Este busto no debe ser retirado sino que debe permanecer en esta cima por los siglos de los siglos, para que el intenso amor que la Martir del Trabajo profesó por la humanidad, se expanda por todos los pueblos del Orbe".
El esfuerzo de estos soldados fué titánico pues además del gran peso de los bustos y las placas se llevaba cemento, bulones, herramientas, un pararrayos y otros enseres. El operativo fué coordinado por el entonces Secretario de Información Apold. Luego Perón los condecoró y felicitó personalmente. Andrés López, uno de los integrantes, fué luego Jefe de seguridad de Perón. En el exilio confió en sus queridos suboficiales su seguridad.
Con la llegada de la autodenominada "Revolución Libertadora", el Gral. Aramburu decidió retirar los bustos. Corría el mes de febrero de 1956. Para ello se formó un grupo de suboficiales para realizar tan funesta tarea de los cuales comenta López, "incluso participó un suboficial sin escrúpulos que había estado presente en la expedición del 54". Subieron desde el Refugio Presidente Perón, rebautizado como Independencia y llegaron a la cima 5 suboficiales, incluso el cambiado de bando.
Aramburu los condecoró. Sin embargo, parecía que la misma naturaleza demostraba su enojo ya que en los meses de Diciembre de 1955 y Enero 1956 las intensas nevadas y el viento impidió el despojo. Incluso el mentado suboficial pagó cara su ofensa ya que tuvo principios de enfriamiento y debió mudarse a una zona de clima propicio para su recuperación.
por Claudio Cotar
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