viernes, 17 de febrero de 2012
UNA HERIDA ABIERTA II
El genocidio iniciado por los militares y sus apoyos civiles con el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, continuó de algún modo en Malvinas. La misma crueldad, la misma incompetencia, el mismo desprecio por la vida ajena, la misma cobardía. En Malvinas, los militares cometieron aberraciones progresivamente denunciadas por quienes las sufrieron en carne propia: tortura física y psicológica; traición. Con alguna otra excepción, sólo la valentía y capacidad técnica de los pilotos de la Fuerza Aérea quedan fuera de estas calificaciones.
La derrota fue tan dura para la Junta Militar, que se vio obligada a nombrar a una Comisión Investigadora. Un digno general de la Nación, Benjamín Rattenbach, elaboró en 1983 un informe (2), a pedido de la Comisión de Análisis y Evaluación Político Militar de las Responsabilidades del Conflicto del Atlántico Sur. El informe califica la Guerra de Malvinas como una "aventura irresponsable" (ver "El Informe..."). Señala que cada arma funcionaba por su cuenta, que carecían de preparación y que la conducción estuvo plagada de errores. Sobre esta base, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas condenó a Galtieri a 12 años de reclusión con accesoria de destitución; al almirante Jorge Isaac Anaya a 14 años de reclusión con accesoria de destitución y al brigadier Basilio Arturo Lami Dozo a 8 años de reclusión. En cambio, quedaron absueltos, por prescripción de los delitos, los jefes militares Osvaldo Jorge García, Helmut Conrado Weber, Juan José Lombardo, Leopoldo Alfredo Suárez del Cerro, Mario Benjamín Menéndez y Omar Edgardo Parada. En 1988, al cabo de la revisión en segunda instancia civil y federal de la condena a Galtieri y demás responsables militares, un tribunal ratificó las condenas por los delitos cometidos unificándolas en 12 años solo para los tres máximos jefes militares. No hubo otros condenados por responsabilidades en la Guerra de Malvinas. Finalmente Galtieri, Anaya y Lami Dozo fueron indultados en 1990 por el presidente civil Carlos Saúl Menem.
Militares que cometieron violaciones de los derechos humanos como tortura, tortura seguida de muerte, (Art. 144 del Código Penal) y robos, homicidios y delitos conexos cometidos como miembros de una organización delictiva (dirigida por las juntas militares que gobernaron durante el llamado 'Proceso'), cobran pensión actualmente como ex combatientes de Malvinas. En algunos casos no se los juzgo o se los absolvió; en otros se los indultó o sus procesos se cerraron a causa de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida (3).
Entre los absueltos figuraba el entonces teniente de navío Alfredo Ignacio Astiz, miembro de los primeros comandos enviados a las islas Georgias del Sur, vecinas de las Malvinas y también bajo ocupación británica. Astiz se rindió con su tropa al enemigo sin efectuar la debida resistencia; fue capturado y remitido a Gran Bretaña. De regreso en el país y ya en democracia, fue juzgado en Argentina y condenado (en ausencia) en Francia por participar de secuestros y desapariciones durante la dictadura, entre ellos el de dos monjas francesas y de miembros de Madres de Plaza de Mayo. Otra de sus hazañas, realizada el 27 de enero de 1977 en la localidad de Palomar, cuando encabezaba un grupo de tareas que operaba en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), consistió en balear por la espalda a la adolescente sueca Dagmar Hagelin, cuando ésta corría asustada sin ofrecer resistencia. Estos actos de "valentía" en el servicio no los repitió Astiz en Malvinas: es conocido que ante el primer disparo del enemigo alzó la bandera de rendición y se entregó junto con su tropa.
El descarnado informe del general Rattenbach fue silenciado por sus camaradas, que no quisieron hacerse cargo del debate y sumir una autocrítica sobre lo ocurrido. Tampoco por los gobiernos civiles. Solo fue publicado en una edición del Centro de Soldados ex Combatientes de Malvinas de La Plata (CESIM). Como dice el escritor Osvaldo Bayer, autor del prólogo: "Malvinas es la única guerra del mundo donde murieron los soldados y se rindieron todos los generales, almirantes, brigadieres, coroneles, vicealmirantes, contraalmirantes, mayores, capitanes, sargentos, cabos primeros".(4)
Todos esos heroicos militares van muriendo en la cama, poco a poco, gozando de pensión completa. El cinismo continuó con la democracia, cuando se empezó a inaugurar monumentos a los "Héroes de Malvinas", mientras los ex soldados comenzaban a suicidarse. Los "héroes" en realidad fueron víctimas. Mientras oficiales y suboficiales siguieron cobrando sueldos, pensiones y retiros al margen de su responsabilidad en los hechos de la guerra (y en otros hechos, durante la represión dictatorial), los "soldaditos" en un primer tiempo tuvieron que salir a mendigar.
Por Edgardo Esteban* Escritor, periodista, ex combatiente en la guerra de Malvinas entre Argentina y Gran Bretaña (1982). Autor del libro "Iluminados por el Fuego", y coautor del guión de la película del mismo nombre
FIN SEGUNDA PARTE.
PROF GB
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Los soldados no se rindieron, los suboficiales tampoco, los oficiales jóvenes también pelearon (los jefes de sección y/o compañía de Ejército y los pilotos de la Fuerza Aérea eran oficiales). El elitista Bayer equipara un cabo a un almirante, no tiene ni idea que un cabo es un morocho santiagueño de familia pobre, y el almirante un gorila y un oligarca.... como Bayer. Quien escribe la nota por otra parte, NO TIENE AUTORIDAD MORAL, porque EL SEÑOR EDGARDO ESTEBAN ESTUVO DENTRO DEL BANDO DE LOS QUE SE RINDIO: SE PASO TODA LA GUERRA EN EL CONFORT DE PUERTO ARGENTINO MIENTRAS QUE SU COMPAÑERO CONSCRIPTO QUE OCUPABA SU PUESTO EN EL FRENTE, MURIO COMBATIENDO.
ResponderEliminarLa nota es tétrica y peores son sus autores.
Ah y me olvidé decir: citar a Bayer y/o a Edgardo Esteban, y poner las imágenes del General y de Evita, es un contrasentido absoluto.
EliminarLos primeros representan al pequeñoburgués apátrida y gorila, los segundos el calor popular.
Gracias por su opinión.
ResponderEliminarEs cierto que muchos usboficials y oficials no se rindieron, pero ocurre que los apellidos que quí aparecen pertenecen a una isntitución degradada desde 1955 y al servicio de los intereses británicos y norteamericanos, no del Pueblo y su causa nacional.
En referencia a lasimágenes de Juan y Eva son las que le dan sentido al blog, no a esta nota en particular.
El resto son opiniones que puedo llegar a compartir, o no, pero está bien, bienvenidas de todos modos.
Saludos cordiales.
Prof GB