viernes, 9 de diciembre de 2011

LOS ENEMIGOS DE ADENTRO

"A nosotros los Dreyfus, los Bunge y Born nos imponían una ley de bronce que nos permitía morirnos de hambre con los graneros repletos hasta el techo y, eso, sí, rodeados de las máximas garantías liberales. Nuestro problema consistía en enfrentar a los monopolios extranjeros que so pretexto de economía libre se llevan con nustras cosechas el tercio de utilidad que corresponde al esfuerzo argentino, al trabajo argentino, al bienestar argentino.
Pensamos enfrentar a una oligarquía de sepulcros blanqueados que jura sobre el Evangelio a libro cerrado, pero que lo sigue considerando un texto subversivo, de peligrosa aplicación social.
Combatimos a los poderes del dinero que se han adueñado de la Patria y que amenazan convertirnos en una nueva Babilonia o en un campo de aclimatación y pastoreo.
Claro que establecemos posiciones de combate frente a los profesionales de la entrega, llámense Pinedo, Alsogaray o Prebisch, a los comisionista de empréstitos, a los mercaderes del templo, a los fariseos de una democracia declamada, cuyo juego maestro se basa en la exclusión sistemática del pueblo, mediante el viejo y repetido mecanismo del fraude-proporcional o no-, el terrorismo ideológico y la persecución política.
Y porque queremos el juego limpio-ellos allá y nosotros acá, sin mezcals ni confusiones-tampoco aceptamos a los parásitos de esta anémica democracia, que esperan devorarla paar devorarnos porque no los queremos ni como aliados ocacionales, ni como "compañeros de ruta", ni como oportunistas pescadores a río revuelto.
Después de haber estado apretando filas con la oligarquía y el imperialismo.
Hemos empeñado toda nuestra vida para no ser cipayos ni satélites de otros."

Juan Perón, 1960.

En: Perón tal como fue/1, Enrique Pavón Pereyra, CEAL, 1986 ps. 85-86

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