Fuente: diario La Capital. Sin embargo, según recuerda Julián Monkes en No hay planeta B (news ambiental de Grito del Sur al que recomiendo su lectura) en 2016 hubo una crecida en el Delta, lo cual hizo que los productores ganaderos sacaran al ganado de las islas, con lo cual la comparación con 2017 es complicada. De hecho, si cotejamos los números de Rubén Quintana, si bien el stock creció en los últimos años, está bien lejos de los máximos de la década de 2000–2010. Entonces, parece haber cierta correlación en el tiempo entre el avance de la ganadería y los incendios, pero, al menos con esta información es ir lejos en el análisis plantear causalidades estrictas y, sobre todo, explicar todos los incendios por el avance de la ganadería. Debemos tener en cuenta otros factores como la reducción de monitoreo y control a partir de la cuarentena de 2020, las condiciones de sequía y bajante del Paraná e incluso tal vez alguna intencionalidad política como cuando se prendieron focos justito justo frente a la ciudad de Rosario justito previo a la marcha en protesta por los incendios y en reclamo de la sanción de la #LeyDeHumedales. ¿Son ilegales los incendios?La Ley nacional 26.815 de Manejo del Fuego, sancionada en 2013, establece los presupuestos mínimos para la protección ambiental en materia de incendios forestales y rurales en el ámbito del territorio nacional. Decreta apercibimientos y multas para las personas que enciendan fuegos en los territorios prohibidos como bosques y pastizales y para quienes no cumplan con el debido aviso a las autoridades. En Entre Ríos, el fuego es gestionado por la Ley 9.868 de Manejo y Prevención del Fuego del año 2008. La misma establece que “queda prohibido el uso del fuego en el ámbito rural y forestal sin autorización expresa de la Autoridad de Aplicación”, prevé sanciones y determina que la autoridad de aplicación debe “elaborar, implementar y controlar el Plan Provincial Anual de Prevención y Lucha contra el Fuego en Áreas Naturales y Forestales y elaborar un mapa con información del uso actual de la tierra, poblaciones, rutas y accesibilidad, a fin de zonificar las áreas de riesgo potencial de incendios”. En este escenario, fuegos salidos de control como los que vimos en agosto que ponen en riesgo la salud de la población son ilegales en el sentido del descontrol. O bien, no fueron avisados a las autoridades, o las autoridades no gestionaron los pedidos como debieron. En cualquier caso, hay actores pasibles de ser sancionados. ¿Cuáles son las consecuencias de los incendios?Para organizar las ideas, podemos dividir las consecuencias de los incendios en dos grupos: los efectos directos y los indirectos. Efectos directos La salud. Como consecuencia primera y más urgente tenemos la afectación de la salud de todos los que viven o se encuentran cerca de los incendios por inhalación directa de humo y la degradación de la calidad del aire. Según un informe del Observatorio Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario, “durante el mes de agosto 2022 en la ciudad de Rosario, se han registrado muy altas concentraciones de material particulado (…) ocasionando a sus habitantes un estrés respiratorio, que amenazan su salud pulmonar y cardiaca”. No es sólo la molestia en el momento, sino también impactos a largo plazo. Los ecosistemas. El segundo impacto directo es la degradación de los ecosistemas. En este espacio ya hablamos varias veces de los humedales y su importancia, particularmente en esta entrega de junio que escribió Ana Aneise. Por eso solo vamos a repetir lo fundamental: los humedales son un tipo particular de ecosistema caracterizado por ser un área terrestre que se ve inundada de manera permanente o intermitente. Esto los convierte en reservorios de biodiversidad, una suerte de esponjas que mitigan inundaciones, en espacios de provisión de agua dulce y alimento y absorción de carbono, contribuyendo a la mitigación del cambio climático. Los incendios persistentes y descontrolados destruyen estos ecosistemas y nos despojan de todos estos servicios que normalmente nos brindan. Efectos indirectos La economía. No es por ponerme economicista, pero ambas cuestiones tienen también una dimensión económica relevante. Particularmente, los gastos en los que incurre la población y el Estado por las afecciones a la salud y los recursos puestos en la lucha contra los incendios. Esto es importante porque en la previa el recurso puesto en prevención siempre parece mucho, pero en comparación con la gestión posterior se ve muy relativizado. El Estado. Y la última consecuencia tiene que ver con una creciente desconfianza de la ciudadanía respecto del Estado como guardián del bien común. Ciudadanos que ven año tras año como en el mismo lugar aparecen los focos de incendios, el Estado responde recién cuando el fuego está descontrolado y parece no tener otra respuesta que brigadistas, aviones hidrantes y denuncias judiciales. Estas tres herramientas obviamente son indispensables, pero son tardías e insuficientes. La escasa respuesta estatal y la ley de HumedalesProfundicemos sobre el último punto: el rol del Estado. Los incendios son un tema ingrato porque solo están en agenda cuando efectivamente hay fuego. Nadie felicita a una gestión por evitarlo. Además, en gran medida los incendios son inevitables en las condiciones climáticas actuales, de hecho se dan -y descontrolan- también en países que cuentan con muchos más recursos que el nuestro. Sin embargo, aún comprendiendo estas limitaciones, es evidente que el estado necesita responder de manera más contundente, particularmente frente a estos incendios recurrentes en el Delta. Estos tienen un desafío adicional que es que la gente que sufre las consecuencias de los incendios se encuentra en otra jurisdicción que donde ocurren. Es decir, es poco lo que puede hacer la intendencia de Rosario o el gobierno de Santa Fe, respecto de los incendios que ocurren en la provincia vecina. De todas formas, en el marco del PIECAS que mencionamos antes, las provincias tienen la obligación de trabajar en conjunto para la correcta gestión del Delta. ¿Qué acciones puede -y debe- entonces tomar el estado en sus diferentes niveles?Ley de Humedales. El primer punto que aparece como obvio es la Ley de Humedales. En el news que te recomendé antes, Ana también explica detalles sobre la ley. Para este momento lo relevante es que, salvando las diferencias de implementación entre los diversos proyectos en manos del Congreso, se trata de una norma que pretende dar un orden y planificación respecto de qué actividades y de qué manera se pueden llevar adelante en ese quinto del territorio nacional que son humedales. Esta planificación es fundamental e indispensable y además es necesario darle una respuesta a la ciudadanía que viene reclamando por este tema hace muchos años. Sin embargo, es importante saber que la ley por sí sola no va a resolver esto, sino la capacidad y voluntad de control de las jurisdicciones. Ley de Manejo del Fuego. En 2020 el Congreso aprobó la modificación de la ley que por cierto tiempo impedía cambiar el uso de un terreno luego de un incendio. Esto nunca fue reglamentado por el Gobierno nacional. Más allá del eventual debate sobre el funcionamiento de la norma, es raro que el oficialismo promueva un proyecto que intenta dar respuesta a un problema y que luego no sea implementado por él mismo. Plan de prevención. Es necesario explicitar el plan de prevención, de manejo del fuego, la educación a la ciudadanía, la coordinación entre las provincias, el seguimiento de los terrenos afectados y otras acciones para que todos puedan conocer lo que sucede y saber qué medidas están tomando los diferentes gobiernos y qué efectos tienen. La Justicia. Tanto desde el Ministerio de Ambiente nacional como las autoridades rosarinas han presentado denuncias judiciales a los tribunales entrerrianos, aún sin noticias de muchos avances. Es imprescindible que la justicia actúe con más celeridad para determinar la legalidad y la autoría de los incendios para poder -en el caso de ser pertinente- aplicar las penas correspondientes y disuadir de estas prácticas en el futuro. En síntesis, es probable que los incendios sigan ocurriendo, haga lo que haga el gobierno, pero resulta indispensable que todos los actores responsables mejoren la gestión significativamente y adecúen también la comunicación pública al respecto. Ambiente en el mundoNo quiero cerrar el news sin mencionar la angustiante situación que está atravesando Pakistán. Luego de sufrir intensas olas de calor, ahora son graves inundaciones que ponen en vilo al país. Sin ánimo de sonar tremendista, escenarios como este son los que intensifica el cambio climático y por los cuales los países del sur global debemos exigir con firmeza acciones de mitigación en el concierto de las naciones y preocuparnos mucho por las medidas de adaptación en nuestros territorios. Gracias por llegar hasta acá, para mí es una alegría enorme que leas este newsletter. Te mando un abrazo grande y te recuerdo que Cenital es posible -y puede garantizar el acceso libre al contenido- gracias al aporte de lectores copados como vos. Si aún no sos parte de la comunidad, te invito a hacerlo por acá. Eli
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