En junio de 2022, el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) cumplió 35 años de vida. El organismo, impulsado por Abuelas de Plaza de Mayo, en su empeño por encontrar a sus nietos apropiados, mantiene la información genética de familiares de personas desaparecidas por el accionar del terrorismo de estado durante la última dictadura militar. Es el primer lugar donde acuden la mayoría de los buscadores. Sin embargo, inmediatamente, se chocan con la realidad de que la información allí cargada es del árbol familiar de los desaparecidos. Sólo les sirve para descartar caminos de búsqueda.
Paula tiene sus fichas puestas en la información del ADN ancestral que se sube a bancos genéticos internacionales como My Heritage y Family Tree, que se compara con la de personas de todo el mundo. La ONG Nuestra Primera Página ofrece el servicio de enviar las muestras a Estados Unidos. Paula no logró averiguar aún quién es su hermano. En cambio, descubrió que su hermana menor tiene otro padre biológico.
Roxana también recurrió a Nuestra Primera Página. Se enteró de que tiene raíces aborígenes, europeas y también asiáticas. Su madre, empleada doméstica, fue a parir al hospital Rivadavia mientras su marido, colectivero, trabajaba. La partera le dijo que nació muerto, que era un espectáculo horrendo y que se ocuparían del cuerpo. Ni siquiera recibió un certificado de defunción. Cuarenta años después, Roxana le sugirió a su madre: “¿Y si te lo robaron?”.
Cinco años después de la creación del Banco Nacional de Datos Genéticos, en 1992, nació la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDI). Desde 2001, la ley 25.457 otorga a este organismo la responsabilidad de garantizar el cumplimiento de la Convención sobre los Derechos del Niño en lo referente al derecho a la identidad.
Desde 2021, esta estructura funciona bajo el Programa Nacional sobre el Derecho a la Identidad Biológica que depende de la Secretaría de Derechos Humanos. Actualmente, la CoNaDI anuncia que está en un proceso de crecimiento para ampliar su capacidad de investigación e incluir todos los casos de personas que desconocen su identidad de origen. En estos días, Roxana se contactó vía correo electrónico. Está esperando que la citen para crear su legajo. |
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