Un fugaducto de votos y capital políticoLa renuncia de Matías Kulfas volvió a aumentar la tensión en un oficialismo que tuvo 14 horas de tregua. El diálogo entre el ministro saliente y Alberto Fernández. El plan de estabilización y las críticas a la política económica. Qué puede pasar con el gasoducto. Hola, ¿cómo estás? Espero que bien. Antes que nada, nobleza obliga: gracias a todo el oficialismo por la publicidad involuntaria a este newsletter. Ahora sí. “Te llevo la renuncia”. El mensaje de WhatsApp de Matías Kulfas a Alberto Fernández, acompañado del tuit de la vicepresidenta, fue la primera reacción del ministro cuando un off filtrado a la prensa había hecho volar por el aire los casi indetectables aspectos positivos del encuentro público entre el Presidente y CFK en el acto por los 100 años de YPF. “Esperá, no hagas nada”, fue la respuesta de un Fernández que menos de una hora después lo llamó para aceptarle la dimisión al ministro que mejor representaba su pensamiento económico. Todos los argumentos del escrito que presentó Kulfas empalidecen y pierden fuerza frente a la denuncia en off que motivó el pedido de renuncia del ministro y que la carta, una vez más, ratifica. Esa filtración puso en riesgo la construcción de la que, acaso, sea la obra de infraestructura más importante y de mayor impacto en el corto plazo para la Argentina. Cristina Fernández de Kirchner realizó una crítica política -sorprendentemente mal informada como había ocurrido en Chaco-, pero la respuesta de Kulfas no se limitó a cuestionar que la obra se hubiera licitado bajo la dirección de funcionarios políticamente cercanos a la vicepresidenta -que en todo caso podrían quizás haber negociado con mayor dureza con la adjudicataria- sino que el off difundido a toda la industria periodística contenía una acusación de direccionamiento, en un país en el que los antecedentes de persecución judicial, las sospechas de la obra pública, las denuncias seriales y el activismo de los jueces son moneda corriente. Según pudo saber este medio, la letra del off fue de un ingeniero sin demasiadas habilidades sociales -y de una prédica anticristinista muy activa en redes a través de una cuenta falsa-, pero muy valorado por el ministro saliente. En su entorno inmediato lo niegan. A esta altura, una anécdota. Las críticas a la política energética impulsada por el kirchnerismo, por lo demás, no son novedosas ni originales. Posiblemente no haya un testimonio más dañino para su propia prédica que la diferencia entre lo realizado en los entes reguladores, donde tienen el control estatal, y en YPF, donde les fue encomendada la gestión empresarial. El argumento del costo de vida y la difusión de la energía como un precio básico de la economía deviene insostenible cuando se aplica ese mismo criterio de influencia sobre el quehacer económico de un precio tan básico como el de los combustibles, objeto de múltiples aumentos que permitieron financiar la expansión de la producción en Vaca Muerta. Así las cosas, hay un aspecto político atendible del reclamo de CFK, pero de mínima con responsabilidades compartidas. ¿Por qué IEASA no le pidió a Techint que financiara los 200 millones de dólares? Había una negociación posible, seguramente otras. Hace tiempo que Ternium España le quiere comprar a Ternium Argentina las acciones de Ternium México y estaba impedido por el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS). La T pretendía pagarle a los accionistas con pesos el producido de la venta de las acciones. Si bien la oferta era discutible, el precio era bajo y lo que quería, finalmente, era cambiar pesos por dólares -y por eso el FGS la rechazó-, el gobierno podía pedirle a la compañía una mejora en la propuesta para que usara esas divisas para el financiamiento del gasoducto. Estaban al tanto de esto funcionarios cercanos, otra vez, al Presidente y su vice. Ninguno tomó nota. Narcolepsia. Kulfas difundió una extensísima nota de renuncia, atípica para episodios similares. A los pocos minutos de publicada, la portavoz Gabriela Cerruti tuvo que salir a despegar al gobierno del contenido de la misiva. ¿Por qué nadie del gobierno le pidió al ministro saliente acceder al contenido antes de su publicación? El texto es lo que se ve, pero impacta una ausencia en los logros enumerados: la de Alberto Fernández. El prisma de la renuncia es el de una forma de heterodoxia que hoy lo aleja del universo oficialista. Los explosivos diseminados a lo largo del escrito aparecen inequívocamente ligados a las autoridades encargadas de las decisiones sobre precios en el ámbito de la Secretaría de Energía, particularmente a quienes ocuparon tempranamente los entes reguladores, Federico Bernal y Federico Basualdo. Las críticas al funcionamiento del área -que Kulfas tuvo a su cargo casi todo el primer año de gestión- van más lejos que las diferencias públicas esbozadas por Martín Guzmán respecto de quienes son, en los papeles, sus subordinados. La suspensión del gasoducto, producto de un evidente malestar contenido que derivó en una torpeza política del ministro saliente, aun si fuera sólo temporal, podría tener consecuencias nefastas para el país. El costo de no llegar a terminar la obra a mediados del año que viene -y de no convocar una licitación nueve meses antes que permitiera llenarlo- se ubicaría entre los 800 y los 1200 millones de dólares, que podría incluso ser más suponiendo que hubiera que acudir a importar GNL en un contexto en el que Europa puja por asegurarse la mayor provisión posible de barcos gasíferos. El momento es interesante porque, sin saberlo, Cristina y Kulfas tienen una coincidencia nodal. Antes de su salida, el ahora ex ministro le había manifestado una preocupación terminal al Presidente por el rumbo económico y hace algunas semanas le pidió una reunión en la que le presentó un plan de estabilización que incluía, entre otras cosas, la eliminación de los subsidios y una especie de ingreso universal con limitantes para enfrentar la tarifa. “No tenían nada”, resume ante #OffTheRecord una persona al tanto de la propuesta alternativa. Al margen de la valoración técnica, el aspecto más interesante es el político: no hay que ser demasiado conspicuo para inferir que Kulfas no estaba confiado en la hoja de ruta trazada por Martín Guzmán. Si tampoco lo están Sergio Massa y el kirchnerismo, ¿quién sí? Con temor a que el apoyo occidental a su causa disminuya con el paso del tiempo y el agotamiento por las presiones inflacionarias, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, se hizo presente en persona en el frente oriental, muy cerca de la primera línea de batalla. La muestra de heroísmo y abnegación es una forma de presión para que Europa avance con una progresiva pero rápida desconexión del petróleo y el gas ruso. Aquello podría derivar en una situación donde todos pierdan, sin mayores ganancias tampoco en la disuasión de la invasión rusa. Un estudio del economista Matthew Klein mostró cómo la capacidad rusa para importar bienes indispensables para su industria -no sólo de los países de occidente sino también de países como India o China, que no participan del boicot- se ha visto seriamente afectada. Un embargo petrolero, de acuerdo a Klein, generaría algún costo adicional a Rusia a condición de un costo enorme para los consumidores occidentales, ya sea en forma directa o indirecta, como en el caso argentino. La demora en la construcción del gasoducto sólo aumentaría la vulnerabilidad y apenas es causa de alivio que haya caído en el juzgado de Daniel Rafecas, uno entre los pocos exponentes de Comodoro Py que no es afecto a la irresponsabilidad en el uso de la lapicera. Bonus track:- Tras días agitados, Alberto Fernández viaja a Los Ángeles para participar de la Cumbre de las Américas, deslucida por la no participación del mexicano Andrés Manuel López Obrador, que señaló su disconformidad con la exclusión de Venezuela, Cuba y Nicaragua. Joe Biden podrá alegar la cláusula democrática de la OEA o la situación de derechos humanos en estos países. Lo difícil será que le crean. Hace apenas unos días recibió a los líderes de la ASEAN, una asociación de naciones del sudeste asiático a la que busca seducir en el marco de su disputa con China y donde las democracias escasean. Destacaba entre los presentes Vietnam; como Cuba, gobernada por un régimen de partido único encabezado por el Partido Comunista.
Hoy Cenital cumple tres años. Gracias a todos y a todas por el apoyo. Ojalá hayas disfrutado de este correo tanto como yo. Estoy muy agradecido por tu amistad que, aunque sea espectral, para mí no tiene precio. Iván |
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