domingo, 19 de junio de 2022

ALFREDO ZAIAT DIXIT

 

Golpe de mercado

El gobierno del Frente de Todos enfrenta un escenario político y económico complejo que no es desconocido. Tiene el desafío de desarticular la estrategia de la derecha denominada "caos Cavallo", que está siendo desplegada por la oposición política y un núcleo del poder económico.

Esta táctica desestabilizadora consiste en promover una gran crisis económica y política para que, ante el agobio social por el descalabro, poder avanzar en reformas en materia laboral, previsional y social que en una situación normal serían inaceptables. Son iniciativas regresivas que sólo serían aprobadas en un contexto de inestabilidad económica general y desorden político.

La derecha política y económica aspira a repetir el cuadro caótico de fines de los '80 y comienzos de los '90, cuando las hiperinflaciones de Alfonsín y de Menem fueron potentes disciplinadores sociales para avanzar en unas de las grandes transformaciones del funcionamiento de la economía local: privatización, desregulación, apertura importadora y del sector externo, precarización laboral y reducción de derechos previsionales. El vehículo para desplegar esta política económica fue la convertibilidad, régimen cambiario de tipo de cambio fijo que inicialmente alivió la angustia colectiva de una tasa de inflación descontrolada pero a un inmenso costo socioeconómico, que tuvo el final con el estallido de 2001.

Dejar correr y alentar el caos para luego arremeter con esas reformas tuvo a Cavallo como principal ideólogo. Viajó a Washington para que el Banco Mundial y el FMI cortaran el flujo de financiamiento externo al acorralado gobierno de Raúl Alfonsín, lo que derivó en un estrangulamiento financiero con posterior fuerte devaluación al debilitarse el stock de reservas, preludio de la híper de 1989 (la tasa de inflación anual fue de 3079 por ciento).

Después fue el promotor del Plan Bonex, en diciembre de 1989, que confiscó plazos fijos, antesala de la híper de 1990 durante el gobierno de Carlos Menem (la tasa de inflación anual fue de 2314 por ciento).

Ahora, el ultraderechista Javier Milei lo idolatra y recibe sus consejos y el derechista Mauricio Macri pretende para su segundo tiempo generar condiciones similares a las que tuvo Cavallo a comienzos de los '90.

Cuál es la carta de la oposición dura para provocar el caos

El desastre dejado por el macrismo en las finanzas públicas implica que la de por sí debilidad de una economía bimonetaria sea todavía más vulnerable a cualquier maniobra especulativa de desestabilización.

En cuatro años de gestión (2015-2019) se lanzó a un endeudamiento en dólares descontrolado por un total de 100.000 millones que terminó de clausurar esta vía de financiamiento. Después, rubricó un insólito crédito con el FMI, del cual fueron desembolsados 44.500 millones de dólares, cerrando también la opción de ese financiamiento, dejando un potente condicionamiento de política económica en materia de expansión monetaria y emisión de deuda. Finalmente, destruyó el mercado de deuda en pesos cuando Hernán Lacunza declaró el default de ese pasivo al "reperfilar" vencimientos.

La gestión de Martín Guzmán reestructuró la deuda externa privada con acreedores internacionales y locales, refinanció los vencimientos del préstamo con el FMI y reconstruyó el mercado de deuda en pesos.

Generar sospechas sobre el compromiso de pago y de refinanciación de los bonos en pesos significa una deliberada estrategia de asfixia de las cuentas fiscales y monetarias, condición para impulsar un mayor desborde inflacionario y, de ese modo, generar una situación de tierra arrasada para imponer reformas regresivas.

Esta es la estrategia "caos Cavallo" que tiene la oposición política de derecha, con sus economistas entrenados en difundir rumores desestabilizadores.

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