Homenaje al militante tucumano adherente de primera hora al Movimiento Nacional Justicialista. Desde muy joven luchó por los derechos de sus compañeros del ingenio Esperanza. Benito fue secuestrado en Buenos Aires el 14 de abril de 1976 y su cuerpo continúa aún desaparecido. Por Daniel Campi.
Por Daniel Campi*
Uno de los más importantes líderes de los trabajadores azucareros tucumanos, Benito Romano, nació el 28 de abril de 1928. Adherente de primera hora al Movimiento Nacional Justicialista, desde muy joven luchó por los derechos de sus compañeros del ingenio Esperanza.Ese compromiso se acentuó con el derrocamiento del General Perón en 1955 y la política antinacional y antiobrera de la Revolución Libertadora. Así, asumió la conducción de la FOTIA y dirigió la gran huelga de 1959, por lo que fue enviado a prisión.
Enrolado en la Resistencia Peronista, fue electo dos veces diputado nacional por el pueblo tucumano, en 1962 y 1965.Y le tocó, cuando la llamada Revolución Argentina golpeó a Tucumán con el cierre de 11 ingenios, enfrentarla al lado de otro gran dirigente obrero, su compañero y hermano de lucha Atilio Santillán. Resultado de esos afanes fue la creación de la Compañía Nacional Azucarera (CONASA), empresa estatal de la que fue uno de los directores obreros a partir de 1973.
La dictadura cívico-militar instaurada en marzo de 1976 descargó su terror asesino contra la mejor dirigencia obrera argentina. Benito fue secuestrado en Buenos Aires el 14 de abril de ese año y su cuerpo continúa aún desaparecido.
Es este un sencillo homenaje a una trayectoria signada por la coherencia, la decencia y la fidelidad a la causa de los trabajadores y del pueblo todo.
*Doctor en historia, Investigador Principal del Consejo Nacional deInvestigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y Profesor Titular en la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), se desempeña como Director del Instituto Superior de Ciencias Sociales (CONICET-UNT).
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