El pasado persigue al presente como la muerte acosa a la vida. Desde que existe el concepto de tiempo, los seres humanos han intentado dar sentido a un caótico presente que, preñado del pasado, se proyecta hacia lo desconocido. La magia, las leyendas y los mitos, los cultos y las religiones, los relatos y las historias han permitido discurrir sobre algo inasible: la sensación de que el pasado nunca muere; de que eso, que ni siquiera es pasado, es al mismo tiempo el presente y el prólogo del futuro. Algo de esto parece haber ocurrido esta semana en el día en que nuestro país conmemoró su independencia. En un instante fulgurante, el pasado irrumpió en el presente y salpicó al futuro con el drama que vivimos.
El Presidente Macri, encabezando a un gobierno gestionado por el FMI y por la potencia militar más grande del mundo, recordó la fecha patria del 9 de julio identificando al ideario de su gobierno y de su partido político con el de los patriotas que en 1816 independizaron al país del yugo español y del sometimiento a cualquier potencia extranjera. Pocas horas después, Macri asistió a un desfile militar con un despliegue no visto en mucho tiempo. En circunstancias en que el ajuste del FMI multiplica la pobreza y el hambre, el gobierno derrochó dineros para poner en el centro de la escena a la fuerza represiva del Estado, reivindicando al mismo tiempo la legitimidad de dirigentes militares que, como Aldo Rico, tuvieron notoria participación en el intento más serio, desde el Terrorismo de Estado, de derrocar a un gobierno democrático. Por un instante, un gobierno que diariamente destruye al Estado de Derecho manipulando a las instituciones a fin de reproducirse en el poder mostró a la luz del día su esencia violentamente represiva y su afirmación de un pasado de destrucción institucional y de dominación a sangre y fuego.
Ese mismo día, pocas horas antes de estos eventos, fallecía el ex Presidente Fernando de la Rúa. Uno de sus correligionarios, y ex ministro de su gobierno, sintetizó su tragedia: “Le tocó un momento crítico del país que no pudo superar (…) Con la convertibilidad, el BCRA tenía que tener los dólares equivalentes a los pesos en circulación (…) Con un Estado deficitario había que acumular deuda para cumplir ese requisito. La deuda superó a la capacidad de pago de la Argentina. Los acreedores dejaron de prestar y esto detonó la crisis de 2001. Salir de la convertibilidad era complicado. La sociedad estaba acostumbrada a ella y quería seguir viviéndola. Lamentablemente, nosotros los radicales no tuvimos coraje suficiente para decirle que había que salir de la convertibilidad y la convertibilidad terminó arrastrándolo. Este fue el episodio central de su gobierno”.
La desaparición de un ex Presidente que sumió al país en el caos social y político más profundo de nuestra historia contemporánea aplicando políticas económicas semejantes a las actuales, catapultó hacia el presente las consecuencias nefastas de estas políticas en un pasado no tan remoto. Se rasgó por un instante el velo del actual relato oficial que, con globos amarillos y promesas de felicidad futura, pretende ocultar la violencia y exclusión que imponen el ajuste, la dolarización y el endeudamiento ilimitado.
Esa misma mañana, el espectro del hambre y el desamparo sobrevolaba Buenos Aires, la ciudad más rica del país. Diversas organizaciones y movimientos sociales intentaron montar en el Obelisco una carpa con ollas populares para alimentar a algunas de las 7.251 personas que viven en situación de calle en la ciudad más rica del país. Fueron brutalmente reprimidos. Paralelamente, organizaciones sindicales lideradas por el gremio de los camioneros repartieron 700 viandas frente al Congreso de la Nación, lugar donde pocas horas después habría de transcurrir el velatorio del ex Presidente de la Rúa. Veinte años después de haber declarado el Estado de Sitio, de haber derramado la sangre de 39 ciudadanxs y de haber huido de la Casa Rosada en helicóptero, finalmente de la Rúa fue velado en el misterioso Salón de los Pasos Perdidos de un Congreso de la Nación que esa misma mañana había sido rodeado de ollas populares. Por un instante, la enormidad de las consecuencias del saqueo de la Convertibilidad y la solidaridad social que engendró se encarnaron en nuestro presente.
Paz cambiaria y especulación financiera
Después de este fogonazo del pasado, la realidad cotidiana volvió a oscurecerse bajo las brumas desprendidas por un plan de gobierno que manipula la política monetaria y cambiaria para llegar a las elecciones con un dólar controlado. Se trata de construir por arte de magia un escenario ficticio de estabilidad económica que permita embaucar a la población y reelegir a Macri. El FMI, contrariando sus estatutos, permite que el gobierno financie con su préstamo stand-by un dólar planchado que, sumado a las altísimas tasas de interés impuestas por la política monetaria, hace posible ganancias extraordinarias especulando con inversiones financieras a plazos muy cortos y con garantía de dólar barato para fugar capitales a voluntad. Así, esta semana el dólar fluctuó en torno a los $43. El atraso cambiario destroza a las exportaciones, inunda el mercado interno con importaciones y crea las condiciones para una ineludible corrida cambiaria. Al decir de Alfonso Prat Gay, ex ministro de Hacienda de este gobierno: “Pareciera que el dólar no tiene un piso. Puede ser que le convenga (al gobierno) por las elecciones, pero tiene que haber aprendido que no es bueno que baje tanto o no siga a la inflación, eso generó la crisis del 2018”. (ámbito.com 6 7 2019).
Siguiendo las pautas del plan de gobierno, el mes de junio las inversiones en pesos rindieron hasta 21% en dólares. Las LECAP, uno de los vehículos de corto plazo para hacer la bicicleta financiera, rindieron 9,7% en dólares (cronista.com 3 7 2019). Desde octubre pasado, el rendimiento de estas letras en dólares fue del 36%, un nivel de rentabilidad difícilmente alcanzado en otros lugares del mundo. El artilugio financiero montado por este gobierno cuenta con otro producto rutilante, que crece exponencialmente y amenaza a todo el entramado monetario: el stock de letras de liquidez del BCRA, LELIQs, alcanza por estos días a $1.097.455 ($1.1 billón) equivalentes a U$S 25.701,5 millones. Esto representa aproximadamente el 39,9% de las reservas internacionales del BCRA (infobae.com 27 6 2019). Las renovaciones son a 7 días y los intereses crecen sin parar: en los primeros seis meses de este año llegaron a $300.000 millones, duplicándose en relación al 2018 (ámbito.com 10 7 2019). La ficción de estabilidad cambiaria y restricción monetaria ha desembocado en una paradoja: las LELIQs representan el 90% de la base monetaria.
Con tasas de interés que fluctúan en torno al 60% anual, las LELIQs son fuente de especulación y ganancia de los bancos, sus tenedores. En el último año la rentabilidad del sistema financiero creció un 76,4%. En el último mes la rentabilidad por LELIQs y otros valores ha superado el 270% (UNDAV infocielo.com 19 6 2019). El BCRA no paga los intereses, sino que acredita más LELIQs a los bancos: desde octubre de 2018 la deuda en LELIQs ha crecido un 161% y constituye un problema inquietante, tanto para este gobierno como para el que venga. En cualquier caso, el gobierno estará entre la espada y la pared: si baja las tasas de interés posiblemente habrá salida de las inversiones en pesos y corrida hacia el dólar. El retiro de los depósitos de los bancos obligará al BCRA a sustituir las LELIQs con algún tipo de bono compulsivo como se vio en los ’80. Si no se bajan las tasas de interés, continuará la recesión económica.
El artilugio financiero montado no termina con las LELIQs. A ellas hay que sumar los vencimientos de Letras del Tesoro por U$S 22.000 millones en el segundo semestre de este año. Aproximadamente la mitad de esta deuda de corto plazo emitida por el Tesoro es en moneda extranjera. Entre enero y junio el gobierno logró renovar esta deuda, pero a costa de gran reducción de plazos y pateando para la segunda parte de este año buena parte de lo que vencía en la primera. Esto aumenta el riesgo de corrida cambiaria en el periodo electoral. Tanto en los meses que vienen como en 2020 el gobierno estará jaqueado por el vencimiento a corto plazo de esta deuda del Tesoro. Si los inversores no la renuevan el gobierno tendrá que usar las reservas del BCRA, o endeudarse de nuevo con el FMI pues difícilmente consiga financiación externa en un mundo cada vez más complicado. El endeudamiento ilimitado, principal objetivo perseguido por el FMI, habrá sustituido a la ficción de una estabilidad cambiaria y monetaria.
Usura y crisis de legitimidad
Las altísimas tasas de interés para el crédito bancario destruyen el capital de trabajo de las pequeñas y medianas empresas y las condenan a la desaparición. La Argentina está entre los siete países del mundo que tienen peor acceso al crédito bancario (infobae.com 11 6 2019). Perversamente, mientras este desaparece para la producción, se multiplica el crédito no bancario que incorpora a vastos sectores de la población con bajo o nulo poder adquisitivo al mecanismo infernal del endeudamiento ilimitado, es decir de la usura.
Así florecen las tarjetas recargables especialmente destinadas a la población de bajos recursos que no posee historia crediticia. El nuevo banco de la Corporación América de Eduardo Eurnekian ha incorporado a 55.000 clientes desde su creación hace un año. En menos de un mes el Wilobank, el primer banco digital, emitió más de 15.000 tarjetas de crédito con bajo límite y recargables (infobae.com 1 7 2019). Una encuesta reciente muestra que más de la mitad de los habitantes del área metropolitana están endeudados, siendo este fenómeno más fuerte en el conurbano sur donde el 58% de la población ha pedido un préstamo. El 54% se ha endeudado para afrontar “gastos de todos los días” (Centro de Estudios Metropolitanos, sumario.com 9 7 2019).
Paralelamente, y en vísperas electorales, se multiplica el crédito oficial para reactivar el consumo de los estratos más pobres de la población. El objetivo es reproducir los mecanismos del endeudamiento que facilitaron el éxito del gobierno en las elecciones de 2017. En menos de tres meses, la ANSES ha otorgado 2,5 millones de créditos: un total de 1.266.538 créditos fueron otorgado a beneficiarios de la AUH y 571.890 a jubilados.(cronista.com 10 7 2019). Entre los beneficiarios de la AUH que han recibido créditos, el 80% ya se había endeudado previamente. Así, el mecanismo de endeudarse para comer y pagar el tarifazo termina en un ciclo perverso de endeudamiento permanente que transfiere hacia fracciones del capital financiero el botín originado en los subsidios, jubilaciones y pensiones que otorga el Estado. Este endeudamiento fracciona en mil pedazos a una población que queda encerrada en el drama individual de sobrevivir en el desamparo. De este modo se prepara el terreno para el disciplinamiento social a través del miedo.
En este escenario se agita la campaña electoral del oficialismo, centrada en la violencia verbal y el armado de nuevas causas mediático-judiciales en base a escuchas ilegales e información falsa. Esta campaña fue detonada por un Presidente Macri que, convocando “a ir matando ese enano incumplidor que hemos acumulado durante décadas”, declaró la guerra a varios dirigentes sindicales (Moyano, Palazzo y Biro, infobae.com 11 7 2019). Este ataque fue inmediatamente replicado por grandes empresarios organizados en un grupo de WhatsApp nacido al calor del último paro general de la CGT. Subdivididos en grupos afines, desarrollaron operaciones en las redes sociales, reminiscentes del accionar de los troles oficiales. El objetivo en todos los casos fue repudiar los conflictos planteados en los gremios bancario y de aeronavegación en torno al derecho de agremiación y de huelga respectivamente (infobae.com 8, 9, 7 2019).
La batalla contra los sindicatos no ha logrado ocultar la falla de la primera prueba del sistema de transmisión de datos de la nueva empresa contratada por el gobierno. A un mes de las PASO, esta falla muestra la posibilidad de una manipulación de los resultados electorales. La gravedad de este incidente se amplifica a partir de una advertencia sobre un posible hackeo de los resultados electorales. Emitida por una diputada autodefinida defensora de la República, pero imputada en el expediente judicial que más teme el gobierno: la causa D’Alessio, esta advertencia adjudica el hackeo al principal candidato de la oposición. Una vez más, esta diputada hace como el tero: pone los huevos en un lado y grita en el otro mostrando en el proceso cómo desde el gobierno se destroza el Estado de Derecho.
Endeudamiento ilimitado y crisis financiera
Esta semana el índice bursátil S&P 500 batió un nuevo récord. Basado en la capitalización bursátil de las 500 empresas más grandes de los Estados Unidos, este índice refleja aproximadamente el 80% de toda la capitalización de mercado de Estados Unidos. Este envión del índice bursátil sirvió para ocultar otro récord: la deuda global en dólares con rendimientos negativos asciende hoy a 13 billones (trillions) de dólares. Un cuarto de esta deuda está hoy en el mercado corporativo (zerohedge.com 25 6 2919).
En los Estados Unidos la magnitud de la deuda corporativa inquieta a la autoridad monetaria: asciende a 15,2 billones de dólares (trillions). La mayor preocupación radica en 1,1 billones de dólares (trillions) de dólares en manos de corporaciones que ya están seriamente endeudadas. En este sector el endeudamiento creció un 20,1% el último año. Esto vuelve a estas empresas especialmente vulnerables a los primeros síntomas de recesión. Se teme que el default de estas empresas podría desestabilizar especialmente a los grandes prestamistas no bancarios, como fondos de inversión y firmas privadas de inversión (corporate debt as amplifier of slowdown, dallasfed.org 5 3 2019; financial stability report, federalreseerve.gov may 2019). Esta situación preocupa especialmente a algunos funcionarios de la Reserva Federal que resisten la presión de Trump para que se bajen las tasas de interés. En la percepción del Presidente de los Estados Unidos, la evolución del mercado de acciones es crucial para decidir su propio éxito en las elecciones presidenciales del 2020.
En este contexto, el súbito anuncio esta semana de la “reestructuración estratégica” del Deutsche Bank (DB) el principal banco alemán, precipitó el temor de una debacle financiera semejante a la de la firma Lehman Brothers, que desencadenó la crisis financiera de 2008. Esta reestructuración implica la pérdida de 20.000 puestos de trabajo y la liquidación de numerosas secciones bancarias especialmente relacionadas con transacciones financieras y bursátiles en el mercado financiero internacional. El Deutsche Bank tiene una exposición a la deuda con derivados de 43,5 billones (trillions) de euros. El anuncio de su reestructuración afectó inmediatamente al valor de sus acciones (ftalphaville.ft.com 8 7 2019, zerohedge.com 8 7 2019).
Así, las turbulencias de la coyuntura financiera internacional contribuyen a enturbiar la posibilidad de financiamiento internacional en un futuro inmediato, situación que obliga a una discusión profunda sobre las alternativas que tendrá la oposición si gana las próximas elecciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario