“Alonso. Pintura y memoria”, muestra retrospectiva del pintor argentino Carlos Alonso. Una trayectoria política y poética representada en la pintura.
Foto: Manos anónimas, registro de la obra original de 1976
Lo único que va quedar, cuando el hombre todo lo destruya, es la cultura. Y ella deberá ser nuestro último refugio.
Carlos Alonso
Carlos Alonso es uno de los artistas argentinos más reconocidos del siglo XX a la actualidad. Su historia está signada por tragedias personales, con la muerte de su padre, de su primera esposa, y la desaparición de su hija Paloma, víctima de la última dictadura militar. El artista es testigo y víctima directa de la violencia y terrorismo de Estado en la historia argentina reciente, y producto de esos hechos sufre una parálisis en su pintura.
De ese camino tortuoso surgen sus obras que desde sus inicios están comprometidas con la crítica social, política y cultural. Pincel en la mano, con herramientas de destreza e importante dramatismo, que trazan vínculos en la historia con el artista norteamericano Francis Bacon, nexo que se ve claramente en sus retratos homenaje a Lino Enea Spilimbergo, quien fuera su maestro.
El archivo de imágenes de Alonso nos habla de un experto, de un artista que ha visto mucho, no sólo de la historia del arte, sino también de la historia de la pintura occidental de caballete. El artista parte de la tradición, de una selecta tradición donde incluye a Rembrandt, Van Gogh, Courbet y Renoir.
Una parte fundamental de la exhibición “Alonso. Pintura y memoria” que plantean Florencia Galesio y Pablo De Monte en el Museo Nacional de Bellas Artes, corresponde a la obra que Alonso realiza en homenaje a Van Gogh, su santo, como a él le gusta definir ese vínculo de atracción que mantiene con el pintor neerlandés. Bajo esta diversidad y tradición plantea la tradición y ruptura, la crítica social y política, su relación con la literatura y los personajes que de ella emergen, la desnudez, la pobreza, la rebelión y la muerte, la vida en su etapa más decrépita y putrefacta.
También se exhibe la obra de Alonso Manos Anónimas. El Museo Nacional de Bellas Artes reconstruyó esta instalación realizada para la exposición “Imagen del hombre actual”, programada en el Museo durante 1976, pero que finalmente fue suspendida después del golpe de Estado de ese año.
La muestra “Alonso. Pintura y Memoria” puede verse hasta el 14 de julio de 2019, en el Museo Nacional de Bellas Artes, Av. del Libertador 1473, Buenos Aires, de martes a viernes, de 11 a 20:00h, y sábados y domingos, de 10 a 20:00h.
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