jueves, 9 de junio de 2022

 

Cenital

TRAMA URBANA

Fernando Bercovich
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Vivienda, movilidad y espacio público: datos, ideas e información para pensar nuestra vida en la ciudades.
03/06/2022

Hola, ¿cómo estás? Yo acá, con frío. Espero que hayas comido tanto guiso y locro como yo estos días. Para complementar, vamos con una picadita.

Una avenida para la modernización

La semana pasada se cumplieron 212 años de la Revolución de Mayo. Justo unos días antes, el urbanista Eduardo Reese dijo en una clase que “la Avenida de Mayo es uno de los primeros grandes proyectos urbanos de la región” y empezó a contar una historia que yo desconocía y que se remonta al año 1884, cuando se creó la Plaza de Mayo y por primera vez se proyectó la avenida insignia del casco histórico porteño.

Aunque posiblemente lo conozcas más por su rol presidencial, Marcelo Torcuato de Alvear fue el primer alcalde de la Ciudad de Buenos Aires e ideólogo de la avenida central de una de las ciudades más pujantes de América a fines del siglo XIX. Pero su concreción tuvo más de un obstáculo. Aunque él mismo pertenecía a la aristocracia de entonces, la élite porteña se opuso a las expropiaciones que requería la traza de la avenida al punto tal que llevó el tema a la arena judicial, donde los jueces -muchos de los cuales vivían en las casas que se necesitaban demoler- fallaron en contra de la Avenida de Mayo.

La inauguración de la avenida recién pudo concretarse en julio de 1894, diez años después del primer diseño de Alvear, cuando finalmente se lograron expropiar las 44 parcelas que faltaban. En 1896 se terminó de adoquinar y con el correr de los años se fueron levantando edificios insignia como el Barolo (donde iban a descansar los restos de Dante Alighieri), la London y el actual edificio de la Municipalidad. Pocos años después, en 1906, se inauguraría el Congreso de la Nación y la avenida cobraría la función que cumple hoy: unir el Poder Ejecutivo con el Legislativo. Solo tres años después, por debajo de la Avenida de Mayo se empezaba a construir el primer subte del hemisferio sur. Acá podés meterte más de lleno en esta trama.

La expulsión no para

La semana pasada me crucé con dos notas muy diferentes que me hicieron pensar en un mismo tema: la Ciudad de Buenos Aires como un lugar para cada vez menos personas, algo que te mencioné en la entrega pasada cuando hablamos de las proyecciones de población del último censo.

En la primera, Matías Ferrar nos cuenta el origen de una denuncia del intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, dirigida a la Ciudad de Buenos Aires. El jefe comunal le reclama al Estado porteño una deuda de 100 mil millones de pesos originada, entre otros motivos, en la política de erradicación forzosa de villas que llevó adelante la última dictadura cívico-militar, sobre la que te conté varias veces en este espacio. Alrededor de un quinto de la población de esas villas, según cálculos del distrito bonaerense, fue relocalizada en predios de la entonces Municipalidad de Buenos Aires en La Matanza. Sin embargo, la Ciudad nunca pagó un canon ni tasas municipales por esos terrenos. Más allá del litigio, que probablemente no tenga un desenlace favorable para La Matanza, me pareció interesante que se ponga sobre la mesa el debate por una política urbana que tiene sus consecuencias hasta la actualidad y que, por otros medios, sigue vigente.

En la segunda nota que mencioné, Federico Poore hace referencia a algo que tiene que ver con eso: la ausencia de mixtura social producto de la escasa oferta de vivienda para sectores de ingresos medios y bajos. Para revertir esa dinámica (que termina en la expulsión de familias a barrios del conurbano) se plantea que se podrían introducir mecanismos de zonificación inclusiva en la Capital, una herramienta que el gobierno porteño no exploró nunca y sobre la que sobran ejemplos en el mundo. A grandes rasgos, la zonificación inclusiva consiste en que el Estado ofrezca un cambio de zonificación, venta de tierra pública o permiso especial y en contraprestación el desarrollador urbano beneficiario destine una cantidad determinada de unidades a vivienda de interés social o subsidiada.

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La bicicleta acá y en el mundo

Somos el tercer país del continente americano donde más se usa la bicicleta. Eso dice un estudio que llevó adelante Ipsos en más de 30 países y que nos coloca detrás solamente de Colombia y Perú, donde el 37% de las personas adultas usan la bicicleta al menos una vez a la semana (en Argentina es el 35%). Holanda o Países Bajos -con una de las políticas de fomento al uso de la bicicleta más importantes del mundo-, India y China son los países que muestran las cifras más altas: más del 65% de sus habitantes se sube a una bicicleta al menos una vez por semana.

Pero la cosa cambia cuando el estudio indaga sobre el uso de bici como medio de transporte principal (para una distancia de 2 km.). En Argentina pasamos de 35% a 13% y a nivel mundial lidera tranqui Holanda con el 45%. Sí, casi la mitad de la gente en Holanda (bastante más seguramente si tomamos sólo Ámsterdam) se sube a una bicicleta para hacer una distancia teórica de 2km. Como ya te mencioné alguna vez, esto no fue siempre así en los Países Bajos sino que es producto de políticas activas de desaliento del uso del auto particular desde hace más de cuatro décadas.

No sé si te pasa, pero a mí cuando una persona adulta me dice que no sabe andar en bicicleta me parece raro (además de que me dan ganas de enseñarle). Bueno, parece que es una sensación que tiene sentido porque Argentina está entre los seis países con mayor porcentaje de personas que saben andar en bicicleta (el 68% dice que sabe andar) pero está muy abajo en el ranking mundial si vemos la tasa de posesión de bicicleta propia: solo 38% de la población tiene una de uso personal. Es el país de Latinoamérica con la mayor cifra en este aspecto pero está muy lejos del 72% de Holanda o el más austero 55% de Alemania.

El uso de sistemas de bicicletas compartidas en Argentina alcanza apenas al 7% de la población. En Holanda es de apenas el 4% porque, como vimos, mucha gente tiene su propia bici. En China estos sistemas son realmente masivos y muy baratos y eso se nota en las cifras: lidera cómoda el ranking del uso de estos sistemas, con el 38%, mientras que en segundo lugar está India con el 19%.

Bonus tracks

  • Ya que mencionamos el Plan de Erradicación de Villas, me parece más que pertinente compartir con vos este informe de ACIJ que tiene datos que me parecieron muy reveladores acerca de la reurbanización de la ex villa 31 (Barrio Padre Mugica). Por ejemplo, que el Gobierno porteño año tras año subejecuta el presupuesto destinado a integrar el barrio a la Ciudad; que más de la mitad de la población encuestada en el marco del estudio no recibió información sobre el proceso de reurbanización y que el 86,5% no fue adjudicataria de una vivienda nueva ni recibió ayuda para mejorar la vivienda en la que vive. Cabe destacar que desde 2009 existe la ley de reurbanización del barrio y que desde 2016 el Ejecutivo de la Ciudad recibió alrededor de 137 millones de dólares de organismos internacionales para llevar a cabo las obras de infraestructura necesarias en el barrio. 
  • Este gráfico de Soledad Balayan sobre oferta de alquiler en la Ciudad de Buenos Aires. Como se puede ver, las unidades ofertadas no bajan después de la aprobación de la Ley de Alquileres en 2020, aunque nunca se llega a recuperar el nivel pre pandemia. A partir de noviembre del año pasado sí se da una baja sostenida, que coincide con el anuncio por parte de la oposición (y después de parte del oficialismo) acerca de la necesidad de derogar o modificar la ley, lo que produjo un wait and see que le está costando caro a la población en búsqueda de alquileres razonables.

Eso es todo por hoy.

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