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04/12/2021 ¡Hola! ¿Cómo estás? La ansiedad navideña que te manejo. Me siento un shopping de esos que ya ponen el árbol gigante todo decorado y la música navideña a mediados de noviembre. De hecho en mi casa ya hay decoraciones, velitas, regalos y papeles navideños por todos lados. Pero vamos a lo nuestro. Hoy, con la excusa de la discusión de la Ley de Envases, vamos a hablar del plástico. Se trata de un elemento que es relativamente nuevo y que, sin embargo, en poco tiempo se volvió indispensable para nuestras vidas y por eso producimos de a millones de toneladas diarias. Hablemos de plásticosEl plástico es indisociable de nuestra vida moderna y es un elemento ideal por sus diversas cualidades: es barato, flexible, duradero, no se corroe, etc. Se parece a los combustibles fósiles porque está en todos lados: en las bolsas, las pajitas, los autos, las computadoras, las tuberías, la pintura, etc. Pero una de sus virtudes es también su mayor problema: como los plásticos no se biodegradan, permanecen en el ambiente muchísimo tiempo. Según Bloomberg, casi el 80% de todo el plástico producido está enterrado en rellenos sanitarios, esparcido por el mundo o flotando en los mares. La buena noticia es que va aumentando la porción de los reciclados. Es necesario que sean cada vez más. En negro, vemos los plásticos en rellenos sanitarios o dispersos. En rosa, el porcentaje incinerado, y en amarillo, la porción reciclada. Residuos en América Latina y ArgentinaSegún un informe de Unplastify, en América Latina y el Caribe se produce el 4% de los plásticos vírgenes en el mundo, unas 14,4 millones de toneladas. A su vez, la región genera 28,8 millones de toneladas de desechos plásticos. Si bien la participación sectorial de los tipos de plásticos producidos no se detalla regionalmente, a nivel mundial el sector más importante es el de envases con casi el 40%. Según el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, en Argentina existen 5.000 basurales a cielo abierto. Esto da, en promedio, más de dos basurales por municipio. Por otro lado, recientemente el Centro de Estudios para la Producción (CEP-XXI) publicó un informe en donde analizan varios impactos ambientales ligados al sector productivo. Entre ellos la generación de residuos en las diferentes jurisdicciones. Me interesa destacar dos puntos del informe. Primero, esta tabla de generación de residuos por provincia. Vemos el claro liderazgo de CABA que genera casi 2 kg por persona por día. Luego, al mirar la relación entre PBI per cápita y kg de residuos por habitantes se ve lo esperable: una correlación significativa donde sobresale CABA tanto por PBI como por generación de residuos. Segundo, me interesa la comparación de la generación de residuos plásticos por habitante en Argentina con otros países del mundo, y la proporción de estos plásticos que es mal gestionada (es decir, aquellos que corren riesgo de entrar en el océano o en contacto con otros ambientes, los que están mal contenidos en basurales a cielo abierto). Ahí se ve con claridad que producimos un poco más de la mitad de los residuos plásticos que, por ejemplo, Canadá, pero gestionamos mal el 12% mientras ellos el 0%. El informe completo del CEP se puede leer aquí. La ley de envasesComo te mencioné en la entrega anterior, está candente en el Congreso la discusión sobre la Ley de Envases. El objetivo del proyecto es reducir el impacto ambiental de los envases y mejorar su gestión. Más específicamente, reducir la cantidad de envases que se introducen en el mercado, que no sean reutilizables o reciclables, minimizar la disposición final de envases post consumo y priorizar la reutilización, el reciclado y otras formas de valorización. En ese sentido, le propone dos opciones a las empresas: a) diseñar sus propios sistemas de recuperación y reutilización o reciclado, o b) pagar una tasa para externalizar esa gestión. La tasa se calcula en función del tipo de material (reciclabilidad e impacto ambiental) y el tipo de envase (diseño y material reciclado), cuya lógica es que a menor impacto ambiental del envase, menor tasa y entonces así incentivar la progresiva reducción del impacto ambiental de los envases utilizados en nuestro país. La tasa tiene un tope del 3% del precio mayorista del producto. El 85% de lo recaudado por la tasa tendría como destino financiar los sistemas de gestión de residuos locales y regionales en todo el país. Y funcionaría a través de un fondo administrado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, que repartirá los recursos a los municipios que presenten un plan de gestión de residuos y recolección diferenciada con incorporación de lxs recuperadores urbanos. A su vez, otro 10% de lo recaudado iría a financiar políticas para fortalecer las capacidades productivas de valorización y reciclado, y a fomentar el desarrollo del ecodiseño de los productos alcanzados por el proyecto. El 5% restante se destinaría para que el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) brinde servicios de capacitación, asistencia técnica y transferencia tecnológica en cuestiones de reciclaje, valorización y desarrollo de nuevos materiales para envases. Más allá de si finalmente el oficialismo logra aprobar este proyecto en particular, está clarísimo que se necesitan palos y zanahorias para fomentar y lograr que la producción y el uso de plásticos -y particularmente envases- sea cada vez más sostenible. Es decir, que se reduzcan y prohíban todos los plásticos dispensables (como las pajitas), se reemplacen por versiones de menor impacto los que se puedan, y se gestionen adecuadamente todos los demás. Como decimos siempre, eso requiere un Estado capaz y comprometido, un sector privado que no se atrinchere en la imposibilidad de cambiar y una sociedad civil atenta, exigente y cumpliendo su parte. ¿Ya hay políticas sobre plásticos en el país?Unplastify se define como una empresa social que tiene como misión cambiar la relación humana con el plástico. Para esto trabajan con individuos, organizaciones, empresas y gobiernos minimizando el uso de plásticos descartables a través del re-diseño de operaciones, hábitos y normas. En concreto esto significa diferentes actividades, una de ellas es la recopilación de información y experiencias. Esta semana presentaron un informe sobre el “Estado actual de las regulaciones desplastificantes en Argentina - 2021”. Es decir, fueron a buscar qué normas hay en los diferentes niveles administrativos que fomenten la reducción del uso de plásticos descartables. Veamos qué encontraron. Regulaciones en los municipios argentinos En el informe muestran que hay 80 regulaciones municipales y 10 regulaciones provinciales vigentes en la Argentina que abordan la reducción de los plásticos. De las 80 regulaciones municipales, más de un cuarto corresponden a la provincia de Buenos Aires. Le sigue en cantidad la provincia de Córdoba con 9 regulaciones y algunas provincias del sur como Chubut, Río Negro y Tierra del Fuego con 6 cada una. A su vez, provincias como Tucumán, Santiago del Estero, Formosa, Chaco, San Juan, La Rioja y La Pampa aún no tienen regulaciones de plásticos de un solo uso a nivel municipal. ¿Qué regulan? Encontraron que el 100% de estas normas municipales regulan la distribución de los productos plásticos. El 70% de ellas tiende a la prohibición de productos plásticos de un solo uso como bolsas, sorbetes, vajilla e hisopos, mientras que el 27,6% hace referencia a la reducción y casi el 3% hablan de sustitución. Solo algunas normas asocian la prohibición a medidas de reducción o sustitución en etapas que permitan a los diferentes sectores productores y usuarios adaptarse progresivamente a la regulación. Regulaciones en las provincias argentinas Por otro lado, Unplastify encontró normas que apuntan a la reducción de plásticos descartables en 10 provincias. Todas son sobre la distribución de determinados productos, particularmente la prohibición del uso de bolsas plásticas. Para descargar el informe de Unplastify, es aquí. A partir de este estudio queda claro que, a falta de regulaciones nacionales, van a aparecer las normas provinciales y, sobre todo, municipales porque son los actores que enfrentan el problema de los residuos en la gestión diaria. En este sentido, parece mejor una reglamentación nacional que imponga criterios unificados en todo el territorio y de señales, direcciones e incentivos claros a productores y usuarios. SeparameCerremos el tema plásticos con la certeza de que sólo separando los residuos domiciliarios no alcanza, pero es necesario que todas y todos lo hagamos. Para quienes vivimos en la Ciudad de Buenos Aires, suele haber un contenedor verde donde llevar los reciclables cada dos cuadras. No cuesta nada, cuida el ambiente y le mejora el trabajo a lxs recuperadores urbanos. Además, la correcta separación de residuos facilita y permite proyectos como el de Mutan, una PyME argentina que con tapitas de plástico fundidas hacen anteojos de sol. Obtuvieron el Sello de Buen Diseño y están por empezar a exportar. En este hilo de Pablo Bercovich, subsecretario de Productividad y Desarrollo Regional PyME, hay más detalles sobre el proceso de producción. Un dato: Ya llevan reciclados más de 30.000 kilos de plástico que equivalen a 12 millones de tapitas plásticas. Esto equivale a un ahorro de 60.000.000 de litros de agua que se utilizarían para la producción de nuevos plásticos. Por último, una recomendación. Estoy leyendo Cómo evitar un desastre climático de Bill Gates. Me generaba sospecha, pero está realmente bien. Lo recomiendo mucho, tanto si no sabés nada del tema como si ya estás metido. Funciona en ambos casos. Te mando un abrazo, nos leemos en dos semanas. Eli |
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