Los dedos recorren el madero,
las astillas dicen "no", aquí no entraremos.
Los tientos de cuero humedecidos, estaqueado al sol del desierto,
se pueden achicar como un anillo en el dedo de un niño....
Pero dicen "no", estas muñecas, estos tobillos "a volar".
El latigazo cruza el aire, se detiene unos milímetros antes de la espalda.
"No", esta piel sigue limpia, fresca, pura.
Un borbotón de vida sale de la mar y pone proa, viento en popa,
norte, destino cierto, brújula.
El Hombre o la Mujer, tiene su segundo de gloria y
los cancerberos recuerdan que sus puñales se quedaron romos.
Huyen unos y otros, mientras pinto con sangre de toro
un Volveremos a parir.
GB
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