Desde ya que el desafío electoral para Cambiemos está en la Provincia de Buenos Aires, donde vota el 39 por ciento del padrón electoral y donde la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner tiene su mejor perfomance electoral, aún sin saberse si va a ser candidata o no. La imagen de CFK viene en aumento, tiene un techo porque existe un importante sector de la sociedad que no la quiere (53 por ciento), pero hay distritos de la Tercera Sección electoral en la que nada menos que un 60 por ciento opina bien de ella”. El análisis de Bacman sobre la perspectiva electoral es cauteloso, por las características de los comicios de octubre, en la que se eligen cargos legislativos, y porque todavía faltan muchos meses.
“Hoy por hoy, la situación de Cambiemos en la Provincia de Buenos Aires no es sencilla –sostiene el titular del CEOP–. Aún no se sabe a ciencia cierta quién será su cabeza de lista. Solo Elisa Carrió mide bien en la provincia. ¿Los restantes y posibles candidatos? Poco y nada. ¿Podrán cargar la campaña en los hombros de María Eugenia Vidal? Es una posibilidad que no siempre resultó efectiva. Tiene sus riesgos. Hoy, la actual gobernadora, es la política argentina con mejor imagen: 52.8 por ciento. Pero es necesario señalar que desde octubre que marcó su techo, la tendencia es al descenso”.
Para Bacman, uno de los puntos que tiene a favor Cambiemos es la situación del peronismo. “Hay que tener en cuenta que el peronismo aún está atravesando un período de curación de las heridas provocadas por la derrota electoral de 2015. Deberá recorrer en la totalidad de los distritos un proceso de unificación y alianzas. Un escenario dividido en tres o más partes (Cambiemos, peronismo y Frente Renovador) es ventaja competitiva para el oficialismo”.
El titular del CEOP considera que siempre la elección de medio término es un desafío para cualquier oficialismo: de alguna u otra manera se plebiscita su gestión en la primera mitad de su mandato. “Y esta no es una afirmación puramente teórica –señala el consultor–. Sin ir más lejos hay que mirar tan solo los resultados de las elecciones de 2009 y 2013 en que perdió el kirchnerismo: fueron un significativo llamado de atención para el kirchnerismo gobernante de entonces. Siempre, y de manera inexorable, es un desafío para el oficialismo y una oportunidad, que luego debe saber aprovechar, para la oposición”.
“Desde ya que aparece Cristina con un papel clave –concluye Bacman–. Provincia de Buenos Aires es el distrito donde CFK logra en las encuestas su mejor posicionamiento, liderando la intención de voto, incluso más allá de saber si realmente será candidata. La imagen positiva de CFK en esta última encuesta a nivel nacional ha crecido alrededor de un punto y se ubica en el 41.2 por ciento. Como puede notarse un piso alto, un techo acotado, pero una notable (la mejor) penetración en el segmento de los opositores. Insisto en que hay distritos del sur del conurbano bonaerense en que CFK tiene un 60 por ciento de aprobación. Es un número muy alto”.
Teniendo en cuenta el menú de candidatos que puede haber en territorio bonaerense, Elisa Carrió –la segunda mejor posicionada detrás de CFK– tiene una imagen positiva y negativa casi igual. Un 45 por ciento de los consultados opinan bien y un 45 por ciento opina mal. Es un resultado bastante aceptable para una dirigente que dice que “el país apesta” y que “aquí no trabaja nadie”. Habrá que ver si definiciones de este estilo modifican la opinión de la gente, ya que esas declaraciones las hizo cuando la encuesta ya se había cerrado.
El otro protagonista la lucha electoral de 2017, Sergio Massa, vive un desgaste. En este mes, por primera vez, las opiniones negativas (50,5 por ciento) superan a las opiniones positivas (44,7 por ciento). Hasta ahora siempre registraba superávit positivo. En enero cayó a casi un seis por ciento negativo. Un factor de desgaste, sin dudas, es la polarización que empieza a darse entre Cambiemos y el justicialismo.
La imagen en la provincia
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