Por Werner Pertot
“Ambición”, “ganar dinero”, “poder” o “estabilidad laboral”. Esos son sólo algunos ejemplos de los valores por los que el gobierno nacional decidió preguntarles a los empleados públicos. Diversos trabajadores del Estado recibieron la semana pasada un correo electrónico que contiene una encuesta del Ministerio de Modernización en las que les pregunta sobre sus valores. La iniciativa surge del Centro de Valores Barrett –con sede en Waynesville, Estados Unidos—, una consultora que propaga las “Herramientas de Transformación Cultural” (CTT, por sus siglas en inglés) para empresas y otras organizaciones. Lo conduce Richard Barret, ex coordinador de Valores del Banco Mundial. La decisión de utilizar esta encuesta fue cuestionada por el sindicalismo.
El correo electrónico llegó a distintas dependencias del gobierno nacional durante la última semana. Se titula “Nuestros valores construyen futuro” e invita al empleado en cuestión a participar de una encuesta anónima sobre “los valores que nos caracterizan como Estado”. “Lo que vos valorás nos interesa”, tutea a los empleados el Ministerio de Modernización, que organizó los miles de despidos a comienzo del año y está revisando contrato por contrato para llegar a lo que los funcionarios macristas llaman una “dotación óptima de personal”.
Una vez que se abre la encuesta, que se titula “Somos Nación. Nuestros valores construyen futuro”, se le pide al trabajador que identifique en qué sector de la jerarquía del Estado está, a qué ministerio o repartición pertenece, su sexo, su edad y el tiempo que lleva trabajando en el Estado.
Luego hay que atravesar tres pantallas. La primera le solicita al trabajador que seleccione “diez de los siguientes Valores/Conductas que mejor reflejan cómo es usted y no cómo desearía llegar a ser”. Le sigue una larga lista que incluye, entre otros: “Aceptar la diversidad”, “Aprendizaje continuo”, “asumir riesgos”, “autodisciplina”, “búsqueda de recompensa”, “creatividad”, “eficiencia”, “emprendedorismo”, “foco en la misión”, “hacer la diferencia”, “saber escuchar” o “ser el mejor”.
La segunda pantalla pide que el trabajador describa “cómo su equipo opera actualmente”. Algunas de las opciones, en ese caso, son: “Acaparar información”, “alentar al personal”, “burocracia”, “buscar culpables”, “competencia interna”, “confusión”, “derechos humanos”, “explotación”, “foco en el individualismo”, “humor/diversión”, “libertad para tomar decisiones”, “manipulación”, “reducción de costos” e “inseguridad laboral”. Por último, de la misma lista, se le pide que señale cuáles de esos valores servirían para que “el equipo alcance su máximo potencial”.
En la parte de abajo de la encuesta aparece un aviso en inglés en todas las pantallas, que dice que las preguntas tienen copyright de las Cultural Transformation Tools (CTT) del Barrett Values Center. Esta consultora, con base en Estados Unidos y el Reino Unido, promociona un método para orientar las organizaciones hacia determinados valores. Su fundador es Richard Barrett, ex Coordinador de Valores del Banco Mundial y autor de una serie de libros sobre management, que enseñan a “desatar el potencial humano para mejorar la performance y el lucro”.
El método de Barrett incluye la encuesta, que se toma sobre los empleados de una empresa durante un período de tres a cinco semanas. Según la web del Centro de Valores Barrett, las tres pantallas de la encuesta responden a los valores personales, la cultura organizacional actual y la cultura deseada.
Luego se hace un diagnóstico de “alineamiento y la disfuncionalidad” en la cultura de la organización. La disfuncionalidad responde, según Barrett, a la “entropía organizacional”, esto es, el grado de desorganización en la que se encuentra. Algunas limitantes negativas que se pueden encontrar son “la burocracia”, “la corrupción”, “la codicia” o “la complacencia”. La encuesta se basa en lo que Barrett llama los “siete niveles de conciencia” que van de la supervivencia (el nivel más bajo), pasando por la autoestima y el trabajo en equipo, hasta llegar al servicio “a la humanidad y el planeta”.
Este diario se contactó con el Ministerio de Modernización para averiguar si se firmó algún convenio con el Barrett Values Center y qué costo tuvo para el Estado. Desde la dependencia indicaron que iban a buscar los detalles en los próximos días.
La encuesta, en tanto, no vino sin críticas: “Es una más de las acciones que está haciendo el Gobierno desconociendo la participación de los sindicatos en la definición de una política de personal”, indicó el titular de Asociación de Trabajadores del Estado (ATE nacional), Hugo “Cachorro” Godoy. “Esto muestra la incapacidad creadora y la subordinación intelectual al Banco Mundial y sus gerentes que buscan instalar un esquema de gobernanza mundial”, consideró el dirigente gremial. “Este aspecto es el que nosotros denunciamos por ser la guía intelectual de la tercer reforma del Estado. Apuntan a esa subordinación plena a los dictámenes operativos que surgen de los gerentes de los organismos multinacionales, cuando no de los negocios de algunas empresas que orbitan en torno a esos organismos”, indicó Godoy, quien consideró que se trata de “un buen ejemplo de que modernización es cipayismo intelectual, como diría Jauretche”.
Imagen de una de las páginas del sondeo que recibieron trabajadores del Estado nacional.
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