El Gobierno está determinado a identificar a “los agresores” del presidente Mauricio Macri en Mar del Plata y aplicarles todo el peso de la ley. El fiscal federal de Mar del Plata, Daniel Adler, indicó que está investigando “una agresión con arma, porque las piedras constituyen arma” y desafiando su propia conclusión dijo luego que tienen que recibir “las declaraciones testimoniales y terminar de ver las filmaciones para determinar los hechos”. El jefe de la Bonaerense, Pablo Bressi, había dicho que no hubo piedras, sólo agresiones verbales. Decidido a capitalizar políticamente el hecho, desde el Gobierno no hubo ninguna mención a la represión a los manifestantes durante la visita del Presidente. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunció que desde ahora Macri viajará en una camioneta blindada.
El fiscal general de Mar del Plata indicó que analizarán las filmaciones para identificar a cada uno de los agresores. Algunos medios oficialistas hicieron circular ayer una versión falsa, que vinculó al hecho a una militante de la Villa 31 que participó de la visita de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, una simple comparación de las fotos divulgadas por la agencia de fotoperiodismo Foto Sur deja en claro que no son la misma persona. La mujer, además, se sacó una nueva foto junto a su hija y con un cartel que dice: “No conozco Mar Del Plata” (ver recuadro).
Sin necesidad de fotografías falsas, varios funcionarios del Gobierno de Macri habían salido a acusar al kirchnerismo por el ataque. No obstante, el fiscal Adler sostuvo que aún no se pudo “determinar los hechos”, ni a sus autores. “Por ahora, no hay detenidos”, advirtió, en sintonía con la línea oficial. “Por ahora, lo que se observa es una agresión con arma, porque las piedras constituyen arma, impropias, pero constituye arma”, interpretó el fiscal.
De esta forma, el funcionario judicial se contradijo con el jefe de la Policía bonaerense, quien había negado que hubieran apedreado el auto del Presidente. “En el momento en el que estaba haciendo un acto, el Presidente fue agredido verbalmente por unas personas que solamente en esta agresión querían manifestar un descontento respecto de la presencia del Presidente”, sostuvo Bressi. Cuando le volvieron a preguntar si no arrojaron piedras, el jefe policial no dejó dudas: “En absoluto”, dijo. Indiferente a esa versión, el fiscal Adler ya habla de detenciones y armas, en sintonía con el Gobierno nacional.
Para reforzar este clima buscado –en el que el oficialismo busca culpar al kirchnerismo por todas las muestras del descontento ante sus políticas– la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunció que desde ahora Macri viajará en una camioneta blindada. La funcionaria aseguró que la decisión no tiene relación con el incidente en Mar del Plata. “El Presidente no tenía auto blindado. Ahora va a tener. Esto ya se había decidido hace tiempo”, señaló. Según informó en este diario el periodista Horacio Verbitsky, Macri hizo retirar dos contenedores de basura que estaban en la cuadra donde va a terapia. “Me van a poner una bomba”, fue la reacción del Presidente al ver los contenedores.
El viernes pasado, cuando ocurrieron los incidentes, Macri dio un discurso de ocho minutos y se retiró. “En vez de sumar, apedrean”, dijo, aunque luego el jefe de la Bonaerense lo desmentiría. “Las escaramuzas fueron posteriores (a la partida del Presidente), entre habitantes del barrio”, advirtió Bressi.
El fiscal Adler sigue la línea presidencial: dijo estar “preocupado por este tema porque es realmente desagradable que el Presidente venga a anunciar obras en Mar del Plata y termine yéndose rápido y apedreado”. El fiscal describió a los manifestantes como “una turba”. “Hay una afectación del desarrollo de un acto por parte de un funcionario público, en este caso del Presidente”, indicó y señaló que es otro delito penal que investiga la fiscal Laura Mazzaferri. Adler consideró que “en el marco de una manifestación de crítica que hace a la libre expresión que tienen que tener los ciudadanos hubo un incidente sobre el final donde el Presidente no pudo desarrollar el acto lo cual constituye en sí mismo una infracción penal y luego fue agredido con piedras lo cual constituye otra agresión penal. Se ha afectado la imagen del Presidente”.
“Esto es lo que objetivamente pasó”, aseguró el funcionario, quien indicó que tienen que recibir “las declaraciones testimoniales y terminar de ver las filmaciones para determinar los hechos”.
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