a ahora ex presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, anunció la más "enérgica, determinada y firme oposición a los golpistas", en referencia al nuevo presidente Michel Temer, quien venía ocupando el cargo en forma interina.
"Es el segundo golpe de Estado que enfrento en la vida. Primero fue el militar (1964), que me afectó cuando era una joven militante; el segundo fue el parlamentario, que me derriba del cargo para el que fui elegida", afirmó en su primer pronunciamiento tras la destitución, ante decenas de partidarios.
"Hoy el Senado tomó una decisión que entra a la historia de las grandes injusticias: escogieron rasgar la Constitución; decidieron interrumpir el mandato de una presidente que no cometió ningún crimen; condenaron a una inocente y consumaron un golpe parlamentario", denunció en un enérgico discurso, en el que también afirmó: "No digo adiós, digo hasta pronto".
Acompañada por decenas de correligionarios y seguidores en el Palacio de la Alvorada, Dilma advirtió que el Partido de los Trabajadores (PT) volverá al poder "para culminar el proyecto de lucha contra la desigualdad social que desarrolló con éxito en los últimos trece años". "No desistan de la lucha. Escuchen bien: piensan que nos vencieron pero están engañados. Sé que todos vamos a luchar. Habrá la más determinada, firme y enérgica oposición que un golpista puede sufrir", afirmó con lágrimas en los ojos.
Los opositores a Rousseff consiguieron 61 votos para consumar el impeachment que la referente del PT denunció como un golpe de estado durante su defensa ante la Cámara alta. Del total de 81 senadores, 20 se opusieron al golpe contra Dilma, que fue llevada a juicio político acusada de cometer irregularidades al emplear transferencia de recursos frente al déficit fiscal, una práctica habitual en gestiones anteriores.
Rousseff estaba ya suspendida del cargo desde el 12 de mayo por decisión de la Cámara de Diputados, que votó el inicio del proceso. Ahora, el Senado puso fin a su mandato tras cinco años y medios en el cargo, con una reelección en 2014 con 54 millones de votos.
A poco de conocida la decisión del Senado, los retratos oficiales de Rousseff con la banda presidencial comenzaron a ser retirados de los despachos del palacio de Planalto, sede del Ejecutivo brasileño. Varios medios locales mostraron imágenes de los cuadros con la efigie de Rousseff amontonados en un rincón de un despacho del palacio presidencial. Los retratos habían sido mantenidos a pesar de que el 12 de mayo pasado Rousseff fue suspendida de sus funciones y sustituida de forma interina por Temer.
El Planalto también se dio prisa para modificar su página web e incluir a Rousseff en la galería de ex presidentes y pasar su foto a blanco y negro.
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