Por Fernando Krakowiak
Las islas Bahamas ocupan el puesto 25 entre más de 100 jurisdicciones ordenadas de acuerdo al secreto financiero que le ofrecen a multinacionales e individuos deseosos de esconder sus fortunas y eludir al fisco. El dato surge del ranking difundido en noviembre del año pasado por la Red para la Justicia Fiscal (Tax Justice Network), un grupo internacional que combate prácticas de evasión impositiva. Ese es el país donde estuvo constituida entre 1998 y 2009 la sociedad offshore Fleg Trading Ltd., en la que el presidente Mauricio Macri figuró como director, según la filtración de datos del despacho de abogados panameño Mossack Fonseca, especializado en la creación de sociedades fantasmas e involucrado en casos de corrupción en Brasil, España, Alemania, Malta, Libia, Uruguay y Estados Unidos.
Apenas surgió el nombre de Macri, desde el gobierno rápidamente buscaron despegarlo del escándalo al informar que el presidente era director, pero sin participación accionaria en la empresa, lo que supuestamente lo liberaría de la obligación de haber informado en sus declaraciones juradas la participación en dicha empresa. Los especialistas consultados por Página/12, que prefirieron opinar en off the record hasta que se conozcan mayores precisiones sobre el caso, dijeron que no está tan claro que Macri no debía informar sólo por el hecho de ser director ya que los directores muchas veces cobran honorarios por ocupar esos cargos y no hay certezas de que la tarea de Macri haya sido ad-honorem. Además, coincidieron en destacar que en este tipo de sociedades off-shore se suele poner como accionistas a personas desconocidas para despistar al fisco, las cuales no toman decisiones ni disponen del dinero de la firma, siendo los directores los verdaderos controlantes. Ese tipo de cuestiones podrían ser develadas a medida que la investigación avance, pero, más allá de eso, la aparición de Macri como director de una firma radicada en un paraíso fiscal para eludir impuestos complica al presidente, más allá de cualquier otra derivación que pueda surgir.
El ranking de guaridas fiscales elaborado por Tax Justice Network cada dos años toma en cuenta las regulaciones, leyes y tratados de las diferentes jurisdicciones para elaborar el índice de secretismo que luego es ponderado de acuerdo al tamaño del país y su relevancia para los mercados financieros globales. El año pasado Suiza lideró la lista, pero Bahamas ocupó una posición expectante y fue mencionada explícitamente como un ejemplo negativo: “Facilitadores del sector privado (ej. oferentes de servicios legales, contables y corporativos) y jurisdicciones recalcitrantes como Dubai y las Bahamas trabajan muy duro para aprovechar exclusiones y lagunas legales, siendo selectivos a la hora de decidir con cuáles países van a intercambiar información, o simplemente haciendo caso omiso de las reglas”, remarca el último informe. John Christensen, director ejecutivo de la organización sabe de qué habla, pues trabajó en la multinacional de servicios Deloitte y asesoró durante once años a las autoridades de Jersey, isla ubicada en el canal de la Mancha que funciona como uno de los paraísos fiscales británicos. La Comisión Europea también elaboró una lista negra en junio del año pasado integrada por países considerados como no cooperativos en materia de lucha contra el fraude y la evasión fiscal y las Bahamas integraba ese ranking.
Macri no solo está complicado por aparecer vinculado con una sociedad radicada en un paraíso fiscal sino también porque esa firma fue asesorada por el estudio Mossack Fonseca, vinculado a numerosos casos de corrupción. De hecho, uno de los socios del estudio, Ramón Fonseca Mora, ministro consejero del presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, pidió licencia el pasado 11 de marzo para defender a su firma de las acusaciones que la vinculan con el escándalo de corrupción en la estatal brasileña Petrobras, ya que habría sido utilizada para ocultar activos y colaborar con prácticas de lavado de dinero. En Alemania, Mossack Fonseca también está siendo investigada desde comienzos de año por ayudar a evadir impuestos de una serie de corporaciones, mientras que en España se le puso la lupa porque fue el estudio de abogados que creó una serie de sociedades en Belice a través de las cuales habría fugado dinero Iñaki Undargarin, el esposo de la infanta Cristina de Borbón. Ese estudio negó ayer cualquier vinculación con los delitos que pudieron haber cometido sus clientes, entre los cuales figura Fleg Trading, donde Mauricio Macri fue director.
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