Por Werner Pertot
El Gobierno desplegó por tercer día consecutivo su estrategia para minimizar la revelación de que el presidente Mauricio Macri formaba parte de dos empresas offshore, una en las Islas Bahamas y otra en Panamá. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, contestó algunas preguntas sobre el tema en una conferencia de prensa convocada para presentar proyectos de Justicia y Seguridad. Afirmó que “el Presidente es absolutamente transparente respecto de su patrimonio”. El oficialismo filtró, en tanto, la declaración jurada de Franco Macri. Los documentos, según la opinión de especialistas en lavado de activos, no acreditan que el Presidente no fuera accionista de esas empresas. Ni siquiera que su padre declaró esa empresa en particular.
Sobre la segunda empresa, Kagemusha, cuyo objeto social es tan amplio como el horizonte, no dieron ninguna explicación. De todas formas, en el PRO confían en que la detención del empresario Lázaro Báez los exima de seguir respondiendo preguntas molestas.
La revelación sobre la empresa Fleg Trading Ltd., en donde Macri figura como vicepresidente y su padre como presidente, provino de la filtración a nivel internacional conocida como Panama Papers. Se trata de los documentos internos de un estudio de abogados de Panamá, Mossack Fonseca, con el que los Macri operaron a través de un estudio de un contador uruguayo. La explicación oficial –dicha tanto por Macri como por su padre– es que crearon una empresa en las Bahamas a través de ese circuito Uruguay-Panamá para luego invertir en Brasil.
Ayer el jefe de Gabinete buscó reforzar esa estrategia. “El Presidente no tiene cuentas ni activos no declarados en Panamá ni en otro lugar”, aseguró sobre los datos difundidos por el Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación (ICIJ). Sobre Fleg Trading, Peña indicó que Macri “figura como director, sin activos y sin capital, en una empresa del padre, que está declarada por el padre ante la AFIP y que ni siquiera tuvo movimientos”. “Es una sociedad que se creó para una inversión que después no se hizo, con lo cual tenemos la enorme tranquilidad de que no hay nada que ocultar”, aseguró. Sobre Macri, insistió: “Todo su patrimonio y su actividad son públicos desde hace mucho tiempo y no hay nada que ocultar”.
Peña se distanció del gobierno anterior y dijo: “No somos iguales. Aquellos que tienen que responder por la corrupción tienen que explicar lo que han hecho”.
“Desde el primer minuto hemos sido transparentes con la información”, indicó Peña. No obstante, cuando Página/12 solicitó al Gobierno que difundiera los documentos de esas empresas, la respuesta fue negativa.
Simplemente señalaron que esa documentación sería enviada a la Secretaría de Lucha para la Corrupción, que conduce Laura Alonso, para que revise esos papeles y las declaraciones juradas del presidente. Antes de ver los documentos, el domingo, Alonso aseguró que no existía delito, por lo que desde distintos sectores de la oposición exigieron su renuncia (ver página 5).
Finalmente, el oficialismo decidió filtrar la declaración jurada de Franco Macri a través del portal Infobae. Se trata de los documentos que le envió el Presidente a Elisa Carrió y que la dirigente de la Coalición Cívica consideró que lo eximían de mayores explicaciones. Entre los documentos, están las declaraciones juradas de 1999 y 2005 de Franco Macri, donde en el rubro de “bienes en el exterior” aparecen distintas cifras, que van de 18 millones a un millón y medio, pasando por 37 millones en el año 2000. A esos documentos, se le adjuntó un excell en el que se detalla que la empresa Fleg Trading costaba 1950 pesos por año.
“La declaración jurada muestra un monto total de lo que tributa Franco Macri por sus empresas en el exterior. De ahí no surge que haya declarado la existencia de la sociedad Fleg Trading”, indicó Natalia Volosin, abogada de la Unidad de Recupero de Activos del Ministerio Público Fiscal
“Hay otro papel que no tiene membrete donde señala que está incluido el dinero de la sociedad”, advirtió en relación al Excell. “Esto no termina de aclarar la situación de Mauricio Macri y que él no era accionista de esa sociedad. A lo sumo, libera a Franco Macri, que sí lo declaró al fisco”, detalló. “Lo otro es: ¿cuál es la actividad legal que hizo esa empresa en una década? Si el negocio fracasó en 2002, ¿por qué no la cerraron en 2002? Se cierran en 2009. Y lo otro que no está acreditado es que esa sociedad se cerró. Eso lo dicen, pero no lo muestran”, advirtió.
Para acreditar que Mauricio Macri no fue accionista lo que tendrían que mostrar son las acciones de esa empresa (los títulos).
No hubo respuesta oficial sobre la segunda empresa, creada en 1981 en Panamá, en la que también figura el Presidente como segundo junto con su padre, como consta en el Registro Público de Panamá. Allí aparece como vigente y con un capital de 10 mil dólares. Hasta ayer, los funcionarios seguían diciendo que no tenían información al respecto, aunque trascendió que el Grupo Macri la había vendido, sin detalles de cuándo, por cuánto y a quién se vendió esa segunda empresa. En tanto, el portal Perfil.com publicó las actas de Kagemusha, donde se puede ver que tenía una amplitud total en cuanto a sus actividades.
Entre otras, figura “dedicarse al negocio de astilleros, construcción y reparación de naves, construcción de edificios, carreteras, drenaje de puertos”. También “contratar sociedades de navegación” o “comprar materiales, herramientas, maquinarias”, “dedicarse a la compra y venta de manufactura”, “dar préstamos” y, por último, “llevar a cabo cualquier otro negocio lícito”
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