Por Roberto Navarro
En las próximas elecciones que se desarrollarán este año en la Ciudad los porteños tendrán como principales opciones dos modelos antagónicos para elegir: el de desarrollo con inclusión social, representado por el candidato que presente el Frente para la Victoria, y el proyecto macrista desarrollado en los últimos tres años. El FpV quiere impulsar en la Ciudad el mismo modelo que implementó a nivel nacional, que creó cinco millones de puestos de trabajo, redujo la pobreza y la indigencia y, como resultado, disminuyó la mortalidad infantil del 18,5 por mil en 2003 al 12,5 por mil en 2010.
El modelo macrista es similar al implementado por Carlos Menem en los ’90. Su principal característica es una ausencia casi total del Estado. La reducción de los presupuestos de salud, desarrollo social y vivienda es una decisión política que define la ideología del PRO. Pero varios gobernadores de provincias argentinas, que comparten sus ideas, redujeron en estos años el desempleo, la pobreza y la mortalidad infantil. Macri suma a su desprecio por lo público una inédita torpeza en la gestión. El aprendizaje de la burocracia estatal lleva un tiempo, por eso los gobiernos suelen recurrir a un staff de funcionarios con experiencia anterior. Macri se rodeó de ex compañeros de la secundaria y gerentes de sus empresas. De todas maneras, llama la atención que en tres años no hayan aprendido lo mínimo indispensable para ejecutar un presupuesto. El incremento de la mortalidad infantil en estos tres años es la peor cara del modelo macrista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario