Pintada que aún está en su lugar.
A pocos días del fallecimiento del compañero, apareció el graffiti en una parada de colectivos.
No es original, acompaña su consigna a decenas de miles que poblaron (y pueblan) las paredes del país.
La diferencia es que fue hecha en el kilómetro 80 de la zona oeste de la provincia de Buenos Aires, en pleno campo bonaerense, en la localidad de Carlos Keen.
"En medio de la nada, o donde el diablo perdió el poncho".
Donde el "campo" de Biolcatti pregona limpiar de trapos rojos la Argentina.
Fue hecha, estuvo, está, perdura, nadie la borró, tachó, ensució, repintó.
Un signo, un símbolo, pequeño, como el paso que día a día estamos dando rumbo a octubre.
Un homenaje, a Néstor.
GB
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