domingo, 23 de agosto de 2015

REVISTA DIGITAL Porque el diálogo no debe terminar Por Raúl Argemí

Que Haroldo Conti más que un escritor desaparecido es el símbolo de los escritores que no fueron entre 30.000 desaparecidos, es tal vez la mejor razón para reconocerlo al frente del Centro Cultural de la Memoria que lleva su nombre, en donde estuvo la ESMA. Muy lejos de las vedetes culturales de ayer y de hoy –que no se agotan jamás, sino que se multiplican– dicen que solía decir “soy escritor solamente cuando escribo, el resto del tiempo prefiero perderme entre la gente”. Y esa actitud, esa decisión de ser de una manera, lo hizo partícipe de las tomas de posición de una generación y media. Compromiso, una mirada atenta y la cultura al servicio de nada, la cultura como parte del todo, inseparables el hambre, la solidaridad, la muerte y la belleza.

La continuidad de los parques puede comprobarse con la aparición de “Haroldo, diálogo con el pasado y el presente”, Revista del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, en formato digital, el hoy más universal de los formatos. Sobre este medio, Eduardo Jozami, director de este centro cultural, ha precisado: “El arte y las diversas actividades culturales que impulsa el Haroldo Conti no tienen solamente un efecto sanador, nos ayudan a mirar el pasado por senderos menos trillados, a establecer un diálogo fecundo entre la literatura y la historia, entre el arte y la política.

Establecido que en este espacio de libertad no caben restricciones respecto de estilos, escuelas, poéticas o modos de abordaje literario o artístico, es mucho aún lo que puede discutirse sobre la orientación de nuestros trabajos y este debate encontrará seguramente en ‘Haroldo’ su ámbito natural”.

¿Cómo se reflejan esos propósitos en la nueva revista? Una mirada sobre sus secciones puede ser ilustrativa. Vertebran la revista Generaciones, Cultura, Memoria, Diálogos, Derechos y Sin Fronteras. En la primera sección, Generaciones, escriben aquellos que fueron pibes cuando sus padres casi todavía lo eran, antes de la ruptura. Para los sobrevivientes de la generación de sus padres resulta un espejo tal vez tierno, seguramente agudo, de tanto en tanto inmisericordioso, porque los que fueron pibes ya no lo son y retratan a aquellos, sus padres, como si fueran sus hijos. En Cultura, este número aporta imágenes del pasado y del presente, donde lo que se reconoce es la desacralización del pensamiento, porque la revolución no deja de ser.

Memoria y Justicia

La sección Memoria transita lo más importante, el desde dónde se recuerda y si esa mirada puede separarse de un reclamo de justicia. En ese sentido, para este cronista no tiene desperdicio la nota de Matías Cerezo, “Sudáfrica: un modelo para armar”. La siguiente sección –todo dicho en términos convencionales de tapa, interior, contratapa y números vencidos, que poco tiene que ver con la continuidad y el siempre a mano de los medios digitales– se titula Diálogos, y promete ser muy rica porque mueven la pelota Nilda Garré y Eduardo Jozami, confrontando pasado y presente con la idea de la república y su uso bastardeado. Su cruce de ideas es interesante para los de su generación, pero tal vez más para los criados en democracia, y embebidos en un juego político que obvia las ideologías, desestima las categorías político-filosóficas y promete felicidad al ritmo de música pop o de cumbia, que no es mejor.

Sin fronteras

Las dos últimas secciones de “Haroldo” remiten a Derechos y Sin Fronteras, dos factores que de ninguna manera corren por separado. Ana Oberlin, entrevistada por Roxana Barone, se propone “Correr el velo de los femicidios”, y Noemí Ciollaro muestra lo que esconde una política de color amarillo en la Ciudad de Buenos Aires, que unos diez mil cartoneros son los verdaderos recicladores de 4.000 toneladas de basura de cada día. Por supuesto, Sin Fronteras es eso, licuar paredes, geografías y preconceptos.

“Haroldo”, conceptualmente sólida, con una estética equilibrada que facilita la lectura y textos que invitan a leerlos y compartirlos, se presenta en público como un foro abierto que se llena de interrogantes para, entre todos, encontrar las respuestas.

23/08/15 Miradas al Sur

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