Es uno de los hombres más poderosos del país: está en la mesa chica del Gobierno y del Congreso, preside el PJ bonaerense, es fuente de consulta de los empresarios más refractarios al modelo K y referente de una organización que dirige municipios, administra cajas millonarias y hasta firma los DNI. Máximo Kirchner no es Néstor ni Cristina ni La Cámpora. El cuadro que nadie vio venir juega el juego de la política con actitud zen o frialdad quirúrgica, según las circunstancias. Su filosofía es saber gobernarse para gobernar. Por Nicolás Fiorentino.
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