Junto a Guido y a Sebastián Mignona, Martín Rodríguez se dedico durante años a realizar una arqueología de las pintadas urbanas cuando Buenos Aires todavía no ambicionaba con ser un jardín de infantes y mascotas amarillas.
"Con el tiempo, las pintadas setentistas formaron una de las capas más antiguas de la porosidad urbana, los garabatos de los años que vivimos en peligro. Y algunas ahí están, en la saga de su larga extinción granítica: testimonian el paso de la guerra."
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