Por Cristian Carrillo
El ajuste que está aplicando la titular de Aerolíneas Argentinas, Isela Costantini, para volver rentable la compañía coincide con un agresivo avance de empresas trasnacionales ocupando en sólo unos pocos meses todos los espacios que deja la línea de bandera. Los trabajadores de Aerolíneas alertan sobre la intencionalidad de concentrar el negocio de la empresa nacionalizada en los vuelos de cabotaje, lo que beneficia a firmas extranjeras, principalmente a la operatividad de su principal competidora, la chilena LAN. Detrás de este efecto de pinzas se encuentra la mano de Gustavo Lopetegui, a cargo de la Coordinación de Políticas Públicas de la Jefatura de Gabinete y ex CEO de LAN Argentina, quien digita la suerte de Aerolíneas y de su ex empleadora. En sólo ocho meses se aprobaron acuerdos de código compartido, puntos de conexión de vuelos e instalación de firmas en puntos clave del país desde los que ofrecen conectividad sin pasar por el aeropuerto de Ezeiza. Desde Aerolíneas Argentinas aseguraron a este diario que el objetivo, por el contrario, continúa siendo potenciar la presencia internacional.
El fin de semana se conoció una carta de Costantini en el que emplaza en una semana –la fecha límite es el próximo 5 de septiembre– a que los pilotos acepten volar y comandar la nueva flota de Airbus 330. En caso contrario, se eliminarían los vuelos a Roma. El pedido incluye requerir a los pilotos mayor cantidad de vuelos y flexibilidad, para lo cual se reducirá además el descanso (postas) entre vuelos a un mínimo legal de 4 días. Fuentes de Aerolíneas explicaron que esto “permitirá hacer rentable los vuelos a ese destino luego de que se haya logrado revertir las pérdidas en las rutas a Nueva York, Miami, Madrid y Barcelona”. Desde Aerolíneas remarcan que “la migración a los A320 (más pequeños) va en dirección a incrementar los vuelos internacionales”.
“Costantini está haciendo el gasto público, pero el que maneja la realidad de Aerolíneas y la suerte de sus competidoras es Lopetegui y su ex compañeros de LAN”, señaló Pablo Biró, titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), a Página/12 en referencia a dos ex LAN: Daniel Maggi (Recursos Humanos) y Diego Sanguinetti (Planificación Estratégica).
Mientras Aerolíneas cede frecuencias, empresas trasnacionales inauguran nuevos puntos de conexión y acuerdos de código compartido. La quiebra de la rosarina SOL, que operaba como subsidiaria de AA y a la que el Gobierno le rescindió el contrato dejando a casi 300 personas desempleadas, dejó un espacio libre que fue ocupado por LAN que, en simultáneo, ofreció vuelos a Rosario. También permitió el arribo de Avianca, la empresa de origen colombiano pero con sede central en Brasil, que operará desde Córdoba y captaría parte de los ex empleados de SOL.
La aerolínea panameña Copa Airlines presentó al presidente Mauricio Macri un plan para aumentar en un 80 por ciento la cantidad de vuelos que opera entre Panamá y Argentina. El gobierno le autorizó también instalarse en Rosario que, junto con Mendoza y Salta, son puntos a través de los cuales se podrá volar a Estados Unidos sin pasar por Ezeiza; es decir, sin pasar por Aerolíneas. Copa tiene su centro de conexiones principal en el Aeropuerto Internacional de Tocumen, en Panamá, denominado el Hub de las Américas, dado que desde allí se conectan 77 destinos en 31 países del continente.
También se abrió el corredor del Pacífico. En este caso, LAN ofrecerá conexiones internacionales vía Lima (Perú) con vuelos desde las provincias de Salta, Córdoba, Mendoza y Rosario. Según anunció la compañía chilena, a partir del año próximo la filial local comenzará a operar con cuatro vuelos directos por semana entre Mendoza y Lima. Estos nuevos vuelos permitirán a los pasajeros mendocinos llegar al centro de conexiones de LAN en Lima, y desde allí acceder a los destinos internacionales de Colombia, México, Ecuador, Estados Unidos, Caribe y Europa. Este año se anunciaron también vuelos de Salta a Lima y de Rosario a Lima.
Sin embargo, “lo más nocivo son los acuerdos de código compartido que está haciendo LAN y ni siquiera implican mayor cantidad de fuentes de trabajo privadas en el país”, agrega Biró. En este caso, la empresa chilena logró dos acuerdos clave para la competencia con Aerolíneas, ya que implican una mayor oferta a Europa y Estados Unidos, supuestamente en los que mayores problemas de rentabilidad tiene la línea de bandera. Por un lado, cerró un convenio de código compartido con Iberia, que le permite volar vía Santiago de Chile a Madrid. El otro es entre LAN Argentina y American Airlines. En este caso, el acuerdo permite explotar 50 destinos en Estados Unidos, de los cuales sólo se focalizará en Miami y Nueva York, ya que las otras 48 rutas todavía no fueron autorizadas. “Por más que nos pidan seguir ajustando el cinturón, va a ser imposible competir con este tipo de acuerdos que le permiten a la empresa ganancias millonarias con cero inversión y cero gasto en infraestructura, combustible y personal”, agregó el titular de APLA.