La primera cooperativa de trabajo del país, fundada en 1952 por iniciativa del entonces presidente Juan Domingo Perón, se encuentra al borde de la quiebra por la caída en sus ventas producto de la apertura de importaciones y las tarifas de servicios que se volvieron "impagables"
"Ahora trabajamos semana a semana, nos llegó la boleta de gas que ya está cerca del vencimiento y todavía no llegamos a juntar la plata para pagarla", explicó Sergio Yosko, el presidente de la Cooperativa Industrial Textil Argentina (CITA) y puntualizó que "de luz pasamos de 18 mil pasamos a 53 mil pesos y de de gas de 7 a 27 mil"
"No podemos trasladar los valores a lo que producimos porque no los podemos vender”, se quejó el cooperativista a la vez que advirtió que la situación se agravó por la “la apertura de las importaciones”.
“Los niveles de producción hoy cayeron terriblemente, necesitamos vender entre 80.000 y 90.000 metros de tela y sólo estamos produciendo entre 30 y 35.000, por la caída de la demanda, la tendencia se fue achicando desde diciembre y al tarifazo se le suman factores como la importación, he hablado con clientes que optaron en comprar telas de afuera a valores con los que no podemos competir”.
La CITA cuenta con 31 socios y actualmente produce telas de algodón planas para ropa de trabajo, así como sabanas, guardapolvos y uniformes, además de brindar servicio de tintorería, pero de no mediar una solución que desde la comisión directiva indican que podría ser una reactivación del mercado o un paliativo para cubrir el costo de los servicios, en breve deberá cerrar sus puertas.
"Estamos pensando en alternativas, como alquilarle alguno de los galpones que ya no usamos a la provincia o conseguir una tarifa social para los servicios", concluyó Yosko.
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