miércoles, 2 de marzo de 2016

FALLECIO JULIO MORRESI, DE FAMILIARES DE DESAPARECIDOS Y DETENIDOS POR RAZONES POLITICAS Un compañero que marcó los pasos

La desaparición de su hijo mayor, Norberto, perforó la vida de Julio Morresi como un rayo. Entonces, dejó de ser un “peronista del montón” para ser un miembro de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, un Padre de la Plaza. Aquel hecho marcó cada uno de los días que “Julito”, como lo querían todos, caminó desde aquel 23 de abril de 1976 hasta ayer, que falleció en su cama. Sus últimos 40 años fueron de búsqueda, resistencia, celebración y algo de enojo. El resultado de las últimas elecciones presidenciales encendió el enojo en Morresi, que se quejaba de la llegada de Mauricio Macri a la presidencia, pero no dejaba de participar de las reuniones de los organismos de derechos humanos y de incentivar a la participación. “Lo recordaremos por su sonrisa, su empuje y sus palabras justas”, remarcaron las Abuelas de Plaza de Mayo. “Hay compañeros que nos marcan los pasos, no para obligar el camino sino para aprender a andar; así fue Julio Morresi”, destacaron desde Hijos. Los restos del Padre de Plaza de Mayo fueron despedidos ayer en la Legislatura porteña y desde allí, hoy a las 11, parte una caravana que los acompañará al cementerio de Flores.
“Con enorme tristeza les digo que mi papá, Julio Morresi, falleció en la madrugada de un ataque cardíaco”, contó a través de Twitter Claudio, el hijo menor que Julio tuvo con Irma, su compañera de toda la vida. “Desde la desaparición de su hijo Norberto, Julio fue uno de los primeros padres en participar de las rondas en la Plaza de Mayo. Nunca abandonó la lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia”, contaron las Abuelas.
Norberto, el hijo mayor del matrimonio de Irma y Julio, ambos descendientes de italianos instalados en la Argentina, fue secuestrado en plena calle, mientras circulaba en camioneta con un compañero, “porque llevaba la revista Evita Montonera, de la Juventud Peronista”, contó Julio en alguna de las tantas entrevistas en las que relató su historia. El joven era militante de la Unión de Estudiantes Secundarios; era peronista, como su padre.
Irma y Julio visitaron comisarías, oficinas del Ministerio del Interior y despachos eclesiásticos, entre ellos el del siniestro ex vicario castrense Emilio Gracelli. Con aquellas madres, padres y abuelas que se cruzaba en esos espacios acabó integrando Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas cuando la última dictadura no cesaba en su desenfreno de arrasar con toda militancia política, sindical y social. Entonces, también se sumó a las rondas de las Madres de Plaza de Mayo.
Su presencia como referente de los organismos de derechos humanos se volvió permanente. En 1989, el Equipo Argentino de Antropología Forense le informó que había encontrado los restos de Norberto sepultados sin identificación en el cementerio de General Villegas. A partir de su localización, Irma y Julio lograron saber que Norberto había sido fusilado el mismo día de su secuestro, de seis tiros en la cara.
“Hay compañeros que nos rebalsan de ejemplo, que nos enseñan que la memoria puede tener una sonrisa, que nos abrazan con el compromiso y nos marcan los pasos. Así fue Julio Morresi”, lo recordaron desde Hijos.
Los saludos y las despedidas cariñosas llegaron ayer desde diferentes sectores de la militancia. El ex diputado Jorge Rivas lo recordó como un “infatigable militante”, idea a la que se plegó la agrupación docente Ctera: “Nos acompañó siempre en nuestras luchas en defensa de la Educación Pública”, destacaron. Los diputados nacionales Juan Cabandié y Victoria Montenegro también lo despidieron a través de las redes sociales, al igual que el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, y el legislador porteño por Nuevo Encuentro José Campagnoli.

IN MEMORIAM COMPAÑERO

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