"En una crisis económica, la reducción del gasto solo empeora las cosas: la recaudación impositiva,el empleo y la confianza en la economía también decaen. Sin embargo, el FMI pidió recortes y la Argentina obedeció, achicando el gasto, a nivel federal, el 10% entre 1999 y 2001. El panorama de derroche , respecto al presupuesto argentino, de que se habló en el exterior, es muy injusto. Los números oficiales revelan un déficit inferior al 3% del PBI.E incluso ese 3 % es engañoso, por la desición de la Argentina de privatizar su sistema de seguridad social en los 90, una medida estimulada por el FMI. Con ese cambio, el dinero que habría estado "dentro del presupuesto" quedó "afuera". Si la Argentina no hubiera privatizado, su presupuesto del 2001 habría arrojado superávit. La experiencia argentina se lee así: esto es lo que le pasa a los mejores alumnos del FMI. El desastre no se produce por no escuchar al FMI, sino precisamente por escucharlo."<strong>
Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía.
Cita del compañero historiador Norberto Galasso en su Historia de la deuda externa argentina.
A su vez es tomada del diario Clarín del 17 de mayo del 2002.
Soberanía política, Justicia Social e Independencia Económica de esto se trata siempre.
Prof GB
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