miércoles, 1 de junio de 2011

Rosas, San Martín, López y la hermandad sudamericana.



"De S.E. el actual Sr. Presidente jamás he sido desafecto. Lo hemirado y lo miro, y considero con bien distinguida estimación. Quizás llegue o acaso no esté lejos, el día en que el Gobierno Paraguayo y los Paraguayos todos, se hagan cargo de mi defensa, y el tiempo en que yo les sea útil en aquella, en esas o en estas Naciones."


Southampton, 4 de diciembre de 1864, Juan Manuel de Rosas.


"Por mi parte he registrado en mi testamento la siguiente cláusula, entre otras adicionales: Su Excelencia el Generalísimo, Capitán General Dn. José de San Martín, me honró con la siguiente Manda, "la espada que me acompañó

en toda la guerra de la Independencia, será entregada al Gral. Rosas, por la firmeza y sabiduría, con que ha sostenido los derechos de mi patria."


"Y yo Juan M. Ortiz de Rosas, a su ejemplo, dispongo que mi albacea entregue Su Excelencia, el Señor Gran Mariscal, Presidente de la República Paraguaya, la espada diplomática y militar, que ne acomnpañó y me hizo posible sostener esos derechos; por la firmeza y sabiduría con que ha sostenido, y sigue sosteniendo los derechos de su Patria, el equilibrio, entre las Repúblicas del Plata, del Paraguay y del Brasil."


Southtampton, 17 de febrero de 1869, Juan M. de Rosas, en carta a su amigo Roxas y Patrón.


San Martín el de la Patria Grande, admirador de Rosas en su lucha contra los imperios invasores en la Vuelta de Obligado, recordada por primera vez en al Historia nacional, el 20 de noviembre del año 2010, por un gobierno peronista.


Rosas, el de la Confederación Argentina, admirador de López el hermano latinoamericano, que murió luchando contra el Imperio invasor del Brasil, apañado por las oligarquías nativas de nuestro suelo y del Uruguay mas el oro de la Banca Rotschild y Baring Brothers del Imperio Británico.

Y los cipayos Sarmiento y Mitre con su Civilización a cuestas.


Prof GB


(Oleo del Mariscal López en su caballo blanco).

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