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El mensaje de Bernie Sanders para México: "Suban los salarios de todos los trabajadores"
Gracias al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), empresas estadounidenses pudieron mudar de modo más sencillo sus fábricas de Estados Unidos a México, para beneficiarse del menor costo de la mano de obra mexicana y de apertura comercial y aranceles reducidos o nulos para exportar de vuelta sus productos a territorio estadounidense.
El esquema se basa en que los salarios de los trabajadores en México son sustantivamente menores que los que se pagan a los trabajadores en Estados Unidos, y aunque los mexicanos que obtienen un ingreso por trabajar en fábricas y maquiladoras extranjeras se benefician en comparación a no tener empleo, lo cierto es que sus salarios y condiciones laborales podrían, y deberían, ser mejores.
Algunos en México afirman, como comenta el portal Fusion, que la ley debe garantizar que los salarios mínimos en México se homologuen paulatinamente a los de Estados Unidos. Una iniciativa de ley, impulsada por el senador Armando Ríos Piter, al respecto ha sido presentada ya en el Senado mexicano en el marco de la iniciativa ‘Elevar salarios, no muros’.
Ante ello, el senador y ex precandidato presidencial estadounidense Bernie Sanders, que ha apoyado el alza de los salarios mínimos en Estados Unidos a 15 dólares la hora, expresó su solidaridad con los trabajadores mexicanos y pidió que los salarios en México y en toda Latinoamérica se incrementen de modo que los individuos y las familias puedan vivir con dignidad y oportunidades y no en situación de pobreza.
“Evidentemente esto es una crisis internacional. A nuestros hermanos y hermanas en México, y en toda Latinoamérica, vamos a unirnos. Suban los salarios de todos los trabajadores; creen una economía que funcione para los trabajadores, no solo para los multimillonarios”, declaró Sanders en un video difundido a través de Twitter.
“Suban los salarios, no los muros; absolutamente”, recalcó.
Todo en el contexto de la renegociación del TLCAN con la que el propio Donald Trump, según dijo en Twitter, estuvo de acuerdo tras sostener llamadas telefónicas con el presidente mexicano Enrique Peña Nieto y el primer ministro canadiense Justin Trudeau.
En su discurso, Trump ha acusado al TLCAN y otros esquemas de libre comercio de destruir el empleo manufacturero en Estados Unidos y ha señalado que ese tratado ha sido un mal negocio para los estadounidenses (en realidad, ha sido muy bueno para muchas grandes corporaciones de Estados Unidos que mudaron operaciones a México).
Pero más allá de ello, aunque ha prometido crear muchos empleos, Trump no se ha sumado al movimiento de subir el salario mínimo estadounidense a 15 dólares la hora ni, es de suponer, tiene entre sus prioridades que mejoren los salarios de los mexicanos.
La renegociación del TLCAN, en todo caso, podría ciertamente incluir el tema laboral y salarial, con provisiones que hicieran que una empresa de un país no pudiera pagar en otro salarios sustantivamente diferentes más allá de razonables ajustes por costos de vida y de producción (como sucede, incluso, dentro del propio Estados Unidos). Si eso se hiciera así, curiosamente, se reduciría uno de los grandes incentivos para sacar fábricas de un país para llevarlas a otros: la enorme asimetría en el costo de la mano de obra (como ha sido el caso entre México y Estados Unidos).
El mayor ingreso que se obtiene en Estados Unidos ha sido, además, el principal motivador para la migración, legal o indocumentada, desde el sur hacia el norte.
Por ejemplo, en México el salario mínimo es de unos 80 pesos al día (unos 4 dólares al día) y en Estados Unidos es, en el ámbito federal, de 7.25 la hora, unos 58 dólares por una jornada diaria de 8 horas. Así, la diferencia entre un país y otro en materia de salario mínimo es de 14.5 veces.
Con todo, ni en uno ni en otro país se puede vivir y mantener dignamente a una familia con ese ingreso.
Y aunque una elevación o equiparación de los salarios a escala binacional difícilmente puede hacerse por decreto, los gobiernos ciertamente podrían, y nuevamente deberían, hacer más para reducir la desigualdad social y los esquemas que enriquecen estratosféricamente a unos pocos mientras mantienen en la pobreza a muchos.
Eso en Estados Unidos y en México. Al renegociar el TLCAN y en la política económica de cada uno.
Sigue a Jesús Del Toro en Twitter: @JesusDelToro
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