martes, 31 de mayo de 2022

LA MASACRE DE BUDGE

 https://revistaliverta.com.ar/2022/05/31/la-seguridad-del-regimen/


LA SEGURIDAD DEL RÉGIMEN | La historia detrás del gatillo fácil y la masacre de Budge

Por Luciano Colla – Facundo Sinatra Soukoyan | Entrevista a Sergio «Cherco» Smietniansky |

Cuando la gente del barrio comenzó a acercarse a la esquina, la camioneta de la Policía ya se encontraba a varias cuadras de allí. Quedaban detrás los sonidos de las balas, algún grito desesperado y el motor que aceleraba para perderse entre las calles. En la vereda, dos cuerpos yacían abandonados en medio de un charco de sangre. Eran dos de los tres jóvenes que hacía unos instantes se encontraban charlando y compartiendo una cerveza. El otro, el tercero, viajaba en la caja trasera de la camioneta. Por esas cosas del destino, había sobrevivido a los disparos y no podían dejarlo.


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IGNACIO FIDANZA OPINION

 https://www.lapoliticaonline.com/ignacio-fidanza/ignacio-fidanza-implosion-politica/


Implosión política
El discurso de Cristina Kirchner en el Chaco en el que pidió disculpas porque el gobierno "defraudó" a sus votantes, fue una carga de profundidad que estalló tres semanas después. En silencio, pero letal.
Por Ignacio Fidanza
Los mismos ministros que impulsaron
la reelección de Alberto negocian con 
La Cámpora el regreso a sus municipios.





IVAN DIXIT

 

Cenital

OFF THE RECORD

Iván Schargrodsky
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Información, ideas y apuntes sobre política y justicia.
31/05/2022

Hola, ¿cómo estás? Espero que bien.

La renuncia de Antonio Pronsato sacudió una jornada que solo prometía atención por la inminente definición presidencial ante la cercanía de la Cumbre de las Américas. A las críticas externas por las demoras en las firmas de los contratos o la liberación de los fondos, se les sumó el alejamiento de Pronsato, hombre de Julio De Vido durante los gobiernos kirchneristas, que había sido adoptado como asesor por la conducción de la ex ENARSA y era el encargado de la ejecución del gasoducto Néstor Kirchner, una obra emblemática por su volumen y su potencial en materia de divisas. Quienes hablaron con Pronsato aseguran que no pesó el factor político -como en el caso de Roberto Feletti- sino de gestión. El funcionario saliente pedía la creación de un ente autárquico para llevar adelante la licitación porque el proceso se estaba “burocratizando”. En Energía lo relativizan: “Una obra de esta magnitud puede tener demoras y nosotros, a lo sumo, vamos con un mes de retraso”. La sorpresa, tanto en el gobierno como en el sector, tenía que ver con que, a diferencia de varios ministerios u otros organismos, Pronsato formaba parte de la misma tribu con la que terminó agudizando sus diferencias.

Otro elemento que se ha constituido en un asunto contencioso donde los delgados equilibrios -en este caso de la política exterior argentina- deben ponerse nuevamente en juego es la próxima Cumbre de las Américas. Los cálculos aparecen otra vez enormemente atravesados por la postura del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, que viene amagando con no participar del cónclave si hubiera países excluidos -en este caso Venezuela, Nicaragua y Cuba, invitada de último momento. Argentina comparte la impugnación mexicana y la ha planteado en forma abierta. Alberto Fernández cuestionó más de una vez, y en muy duros términos, el efecto de las sanciones económicas sobre estos países, especialmente tras los estragos causados por la pandemia, y considera, en línea con la postura histórica argentina, que la legalidad de Naciones Unidas, la negociación y el diálogo son los instrumentos para resolver diferendos -máxime cuando ninguno de estos tres países ha agredido a un tercero y los embargos llevan décadas probando su fracaso.

No concurrir, sin embargo, sería contradictorio. La excusa provista por el presidente mexicano a las autoridades argentinas para considerarlo es que la Constitución de su país no le permite inmiscuirse en la vida interna de otros países. Un argumento débil. Al mismo tiempo AMLO le dijo a su par argentino que tenía que asistir a la Cumbre para no dañar a Joe Biden y beneficiar a la derecha republicana. Nicolás Maduro, por su parte, planteó en Cuba que Alberto debía ser la voz de la región en la cumbre y López Obrador repitió algo similar en su mañanera. Cada uno de ellos tiene su propia relación con los Estados Unidos y resuelven su paritaria por sí solos. La idea de dejar trascender un encuentro de la CELAC en Los Ángeles surgió como forma de presión para abrir a los estadounidenses, pero, aun de quererla, no podría materializarse porque los presidentes de Venezuela, Nicaragua y Cuba tienen prohibido el ingreso al país. Fernández está decepcionado de la administración estadounidense. Así se lo hizo saber a Chris Dodd, enviado de Biden, cuando este le planteó la voluntad del Presidente estadounidense de recibirlo en la Cumbre: “Trump se apropió de la OEA, el BID, amenazó con invadir Venezuela, creó el Grupo de Lima, volvió a bloquear a Cuba, avaló el golpe de Estado en Bolivia y no revirtieron una sola de esas medidas, no entiendo por qué ahora manifiestan una preocupación repentina por América Latina”. La presencia argentina en el cónclave es requerida por México, Estados Unidos, pero también por Venezuela, todos con distintos motivos y reclamos sobre el contenido de la participación. Es de esperar, por lo tanto, que el Presidente argentino asista a la Cumbre.

Los movimientos de los gobernadores también hay que mirarlos de cerca. Mientras que en 2015 fueron once las provincias que fijaron sus elecciones junto con las presidenciales, ese número bajó a cuatro en 2019. ¿Cuántos serán el año que viene? Fue Tucumán la primera en anunciar el desdoblamiento. ¿Por qué Río Negro y Neuquén, que votan en marzo, aún no hicieron pública su decisión y sí la provincia a la que siempre está volviendo Juan Manzur? El fenómeno que se expandió a lo largo y ancho de la Argentina tiene que ver con la provincialización de los procesos políticos locales. Despegados de la identidad nacional, el MPN, Juntos Somos Río Negro, el Frente Renovador de la Concordia o el propio cordobesismo -que ya es mucho más que una expresión heterodoxa del PJ- son ejemplos hiperexitosos que quieren replicar varios de sus pares en una discusión que excede las fronteras partidarias con el Área Metropolitana de Buenos Aires. Para quienes esa demanda en, por ejemplo, tarifas de servicios públicos es más aceitosa es para los gobernadores justicialistas: es en parte por el privilegio en el conurbano y su volumen electoral que el peronismo puede hacerse del gobierno nacional. Tal vez es por esta dinámica de consolidaciones locales que Gerardo Morales está pensando en reformar la Constitución en Jujuy para poder volver a presentarse. El camino ya se parece a los distritos con particularidades locales: quien presentaría la iniciativa sería una de las cuatro versiones que tiene el PJ jujeño. El objetivo sería que la Constituyente comience en septiembre y luego Morales pueda presentarse nuevamente. Esto, además de asegurarle el pago chico producto de una muy bien valorada gestión, le permitiría competir en la elección nacional con la tranquilidad del deber cumplido. Es más: sus emisarios ya hicieron consultas en el Correo para averiguar el costo administrativo de la iniciativa.

En el relato de la mayor parte de la oposición, la corrupción va habitualmente acompañada de un adjetivo. Al modo de las blancas navidades de antaño, es habitual escuchar que uno de los grandes problemas del país es la “corrupción kirchnerista”. Un sentido común sorprendente para un gobierno que tuvo un blanqueo aprobado por el Congreso al que le sumó, por sola voluntad del ex presidente Mauricio Macri y contra lo decidido por los legisladores de ambas Cámaras, la posibilidad de que los parientes de los funcionarios exterioricen bienes no declarados.

En las oficinas jurídicas de la Administración Federal de Ingresos Públicos circula un expediente de consulta sobre un blanqueo de bienes de un beneficiario de un fideicomiso. El caso es atípico, ya que quien blanquea no es beneficiaria directa de esa operación sino que es la beneficiaria subsidiaria, es decir, que sólo recibiría el beneficio en caso que, por el motivo que fuera, no pudiera hacerlo el beneficiario directo. La persona que exteriorizó los bienes era, además, la madre de un funcionario excluido por la normativa. Los datos provienen de intercambios automáticos con la OCDE obtenidos durante el macrismo, que sólo fueron explotados en la búsqueda de evasores a partir de 2020.

Ante estas circunstancias singulares, la conducción de la Administración Federal de Ingresos Públicos decidió acudir a la opinión jurídica de su burocracia estable -altamente profesionalizada e insospechada de kirchnerismo- con el objetivo de fortalecer cualquier presentación y decisión que pudiera corresponder, tanto frente a la opinión pública como dentro del organismo y ante el fuero penal económico.

Ante la consulta de la conducción del organismo, las áreas técnicas habrían señalado que no resulta admisible que los bienes de un fideicomiso fueran exteriorizados por un beneficiario subsidiario y no por el beneficiario directo, por lo que hace inaplicables los beneficios previstos por el artículo 46 de la ley 27.260. De todas maneras, el dictamen desestimó que la madre de un funcionario excluido pudiera ser sujeto beneficiario del blanqueo. La acción ilegítima, sin embargo, recaería de acuerdo al dictamen sólo sobre los bienes de las operaciones cuestionadas y no sobre la totalidad del blanqueo.

Esto último es relevante, ya que las operaciones invalidadas darían lugar a la apertura de investigaciones administrativas y penales por el delito de evasión, de acuerdo a la cuantía de las faltas. Las investigaciones penales podrían afectar a un ex-presidente cuyo accionar ante el blanqueo aprobado por diputados y senadores regresa periódicamente para acecharlo.

Bonus track

  • A nivel nacional las gestualidades de deshielo en el Frente de Todos siguen ocurriendo. El ministro de Desarrollo Social y lugarteniente del Presidente, Juan Zabaleta, estuvo reunido con Cristina Fernández de Kirchner en sus oficinas del Senado. “Fue un encuentro por temas de gestión”, resumieron ante #OffTheRecord en el entorno de Zabaleta.

Ojalá hayas disfrutado de este correo tanto como yo. Estoy muy agradecido por tu amistad que, aunque sea espectral, para mí no tiene precio.

Iván

MAYRA ARENA DIXIT.

 anacion.com.ar/comunidad/hambre-de-futuro/mayra-arena-como-no-hay-trabajo-y-van-poco-a-la-escuela-los-chicos-pobres-no-tienen-nada-que-los-nid13

Mayra Arena: “Como no hay trabajo y van poco a la escuela, los chicos pobres 

no tienen nada que los organice: perdieron la noción entre mañana, mediodía y tarde”

La referente señala que les cuesta mucho soñar porque enseguida se convierten en adultos; 

se ocupan de hacer los mandados, de buscar la comida en el comedor y de cuidar a sus hermanitos

CAFULCURA.

 https://www.tiempoar.com.ar/informacion-general/despues-de-141-anos-volvera-a-su-tierra-el-cacique-calfucura/


Después de 141 años, volverá a su tierra el cacique Calfucurá

Los restos del líder mapuche fueron profanados en 1879 y su cráneo entregado al Museo de La Plata. Las autoridades buscan que sea devuelto el 7 de junio de 2021, aniversario de su muerte. Además, se creará la Ruta del Toki Calfucurá por distintas provincias del país.

11/10/2020

domingo, 29 de mayo de 2022

 


POPULISTAS SOMOS TODOS

María Esperanza Casullo

Algunos pensamientos sobre la política argentina, con un principio orientador: funciona mejor de lo que parece.
29/05/2022

Este newsletter está inspirado por los datos del último informe nacional de la consultora Zuban Córdoba (disponible en este link). Los informes de esta consultora suelen ser interesantes porque con frecuencia incorporan preguntas que van más allá de las habituales “opinión sobre la marcha del gobierno” (muy baja) y “a quién votaría en las próximas elecciones” (a Juntos por el Cambio, al Frente de Todos y a Milei, aparentemente, aunque un 15% no sabe a quién votará).

En este caso, me interesó que preguntaron por temas que debería encarar el próximo gobierno. Para decirlo rápidamente, los resultados son un poco mareantes. Una mayoría se manifestó por la necesidad de reducir el gasto público (70%). Casi un 75% pide que el próximo gobierno reduzca los impuestos. Sin embargo, el 60% pide aumentar la inversión en obra pública; casi el 90% se manifiesta a favor de aumentar el presupuesto educativo; y el 87% quiere aumentar el presupuesto en ciencia y técnica.

La tan mentada dolarización de la economía no parece generar apoyos (sólo un 25% estaría de acuerdo). El 67% quiere, patrióticamente, fortalecer el peso.

La única medida concreta de reducción del gasto que parece tener apoyo es la eliminación de planes sociales (63%). Pero, por otra parte, una ajustada mayoría quiere mantener los subsidios a la energía y al transporte (45% a 41%), que resulta más gravoso que los llamados “planes sociales”. (El gasto en energía en 2022 fue más del doble del presupuesto del Ministerio de Desarrollo Social). (Los subsidios, además, benefician en gran medida al área metropolitana de la Ciudad de Buenos Aires, en asimetría con el interior del país).

Una primera manera de leer estos datos sería simplemente decir: “Jajaja qué locos, así somos los argentinos, queremos la chancha y los veinte y la máquina de hacer chorizos”. Pero el desafío es ir más allá en el análisis. Es cierto, no hay ninguna coherencia ideológica entre las respuestas y los votantes parecen desear al mismo tiempo fines incompatibles entre sí, como bajar el gasto público e invertir más en educación, ciencia y técnica y salud (un 77% pide fortalecer el sistema público de salud). Pero me parece que, aunque sea a manera de hipótesis y preguntas de investigación, se puede ir más allá.

La primera cuestión que se me ocurre es preguntar qué queremos decir por “gasto público”. La mayoría de las personas no tienen un título de finanzas públicas o administración financiera y nunca han leído la ley de presupuesto. ¿No será, acaso, que hay gastos públicos que no se ven como “gastos públicos”? Mi hipótesis es que hay cosas que simplemente “las hace el Estado desde hace un siglo”, y como tal no se ven como “gasto”: educación, salud, obra pública, ciencia y técnica. “Gasto público”, en mi hipótesis, sería lo que se construyó como “malo”, como “arbitrario”, como “algo que no se merece”. Básicamente, lo único que se identifica como “gasto” en estas preguntas son los famosos “planes sociales”, que, aventuro, probablemente la mayoría de los encuestados tampoco podría definir con claridad, salvo tal vez la Asignación Universal por Hijo. Sin embargo, es notable que los “planes sociales” se vean como negativos, pero los subsidios al consumo de energía no tengan esta carga. ¿Por qué? No lo sé, salvo que “planes sociales” es imaginariamente sinónimo de “piquetero” y calefacción es imaginariamente sinónimo de “hogar” y “familia”.

NOS APOYA

El segundo dato es que esta aparente confusión en algunos casos no es tal, sino que encubre una fuerte polarización entre espacios de voto diferenciados. Por ejemplo, el 67% de los (mal llamados) libertarios quiere dolarización, mientras que el 66% de los votantes de JxC y el 90% de los del FdT quieren fortalecer el peso. El 92% de la base del FdT quiere mantener Aerolíneas Argentinas en el Estado y el 79% de JxC desea privatizarla. No se trata entonces de bloques indiferenciados, sino de bloques que más o menos siguen un agrupamiento ideológico y partidario. Sin embargo, los entrecruzamientos son también frecuentes y en algunos temas (la educación, por ejemplo, o la ciencia) hay muchas menos diferencias.

La tercera hipótesis es la más ambiciosa, la más aventurada y, por lo tanto, la más dudosa. Esta estructura ideacional, y su correlato partidario, tienen mucho que ver con la trayectoria pendular de la política argentina. Aun en su momento de mayor fortaleza política e ideacional, el kirchnerismo nunca pudo estabilizar una hegemonía social alrededor de sus ideas-fuerza, como mayor intervención estatal en la economía y la ampliación del Estado de Bienestar. Antes bien, hay que recordar que, en noviembre de 2012, pocos meses después de la victoria arrasadora del 54%, un cacerolazo convocó a cientos de miles de personas alrededor de la consigna de liberar el acceso al dólar. Asimismo, a pesar de la fortaleza simbólica de consignas como “La Patria es el Otro”, al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner le fue imposible reducir el gasto en subsidios al consumo de energía porque sus propios votantes no estaban de acuerdo. En 2015 el gasto en subsidios representó el 3,25% del PBI. La imposibilidad de reducir el gasto en energía finalmente terminó siendo una de las principales causas de ahogo de sus cuentas externas, ya que la energía importada se debe pagar con dólares.

Sin embargo, la moneda tiene dos lados, o el cuchillo tiene un doble filo. Porque estos datos también dicen lo inverso: hasta ahora los gobernantes identificados con la necesidad de la desregulación y la eliminación del mínimo Estado de Bienestar que aún sobrevive tampoco han podido estabilizar una fórmula de gobernabilidad bajo estas premisas. A diferencia de, por ejemplo, los votantes del partido republicano de Estados Unidos, que no quieren nada del Estado ni le piden nada, los votantes argentinos siguen suponiendo que el Estado tiene que hacer cosas por ellos; al menos, las que siempre hizo. De hecho, con esto mismo se encontró el gobierno de Mauricio Macri: con una resistencia social que no esperaba ante decisiones como los aumentos de tarifas y la reforma previsional.

Desde el quiebre de la hegemonía del sistema de ideas neoliberal en 2001, conviven en Argentina dos sistemas de ideas. Ninguno tiene la fuerza suficiente para volverse hegemónico, pero ambos poseen, hasta ahora, capacidad de bloqueo del otro.

Sin embargo, bien podría cambiar esto en 2023. Es posible que si Juntos por el Cambio obtiene una victoria arrasadora ese año, y enfrente tiene a un peronismo desencantado, sumido en internas y con poco entusiasmo por sí mismo, tenga la fuerza suficiente para disciplinar las resistencias sociales (que las habrá seguramente) y avanzar hacia una hegemonía más permanente. Si gana en 2023, Juntos por el Cambio va a estar en una posición privilegiada para detener el péndulo argentino.

María Esperanza

SANDRA RUSSO DIXIT

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