sábado, 10 de junio de 2017

LOS VALLE

Hasta donde puede llegar el odio? No tiene limites, solo lo vence el amor
Susana Valle
"A mi padre lo fusilan a las 22.20 del 12 de junio [de 1956]. Pude despedirme de él. Me vio llorar. Me paró. Y me pidió un pucho. Yo estaba cuando el párroco de la iglesia Santa Elena, en la calle Seguí, donde íbamos, viene a confesarlo. Era Alberto Devoto, que lloraba, pobre. Mi padre le dice a Devoto: No llore, padre, si usted me enseñó que en la otra vida se está mejor. ¡No me haga dudar ahora!. Después viene un milico y me da 12 mil pesos. Yo le dije: métase la plata en el culo. Pero mi papá dijo: 'Llevalo, no se la vamos a dejar a éstos. Dásela a tu mamá.' El cuerpo de mi padre me lo dan al otro día. Nos lo trae Devoto que después fue obispo de Goya. Lo velamos en nuestra casa llena de espías ”.
Susana sufrió persecución, privación ilegítima de la libertad, tortura y el secuestro y asesinato de su pareja.(…) esposada a una cama de mármol en el morgue de un hospital, embarazada, y sometida a picana eléctrica”. Esto le provocó el parto prematuro de mellizos, uno de ellos nació muerto y fue colocado sobre su pecho y el otro , que nació vivo, fue colocado lejos de su alcance, pero a su vista, hasta que Susana lo vio fallecer por hipotermia.

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