martes, 13 de junio de 2017

El caso de Héctor
Héctor Cichero tiene 34 años y recibió hace 7 años su certificado de discapacidad y le dieron su pensión. Tiene una enfermedad que le genera una suerte de tumores en el cuerpo, desde niño, es el mal de klippel trenoneau. Hace unos años que perdió la movilidad de sus piernas, no camina. Su hermana Cinthia se contactó con Clarín.
"Mi hermano vive con mis papás en Lanús, ninguno es propietario, alquilan. Mi papá tiene 72 años con una jubilación mínima y trabaja todos los días de remisero sólo para apoyar económicamente a mi hermano, y mi mamá también cobra la mínima y tiene 70 años. Por mes, mi hermano requiere $ 3.500 mensuales de medicación. Recibió hasta el mes pasado una pensión de $ 4.900", cuenta Cinthia.
"Le armamos con mi familia un lugar para que pueda reparar PC a conocidos, lo hace a modo de changas -agrega la hermana de Héctor-. Pero para poder buscar y llevar PC le compramos un auto y lo adaptamos, para que pueda manejar con las manos solamente. Fuimos a cobrar y nos encontramos con que ya no tenía más su pensión y por ende ya no tenía cobertura médica. En Desarrollo Social nos dijeron que le quitaron la pensión por tener un auto a su nombre. Mi hermano sin ese auto no se puede transportar, su problemática le impide manejarse en el transporte público. Ese auto y su pensión le daban dignidad, le están quitando la posibilidad de ser independiente y valerse por si mismo".

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