miércoles, 8 de febrero de 2017

UES

, tez blanca y grandes ojos color café. Tenía una cicatriz de 18/20 cm. en el abdomen producto de una peritonitis; otra muy llamativa, en la muñeca izquierda a raíz de un corte en los tendones de esa mano, que no lo limitaba para tocar la guitarra en cualquier oportunidad que tuviera. Jugaba muy bien al ajedrez y leía con avidez todo lo que llegaba a sus manos, inclusive, viejos textos en latín. Era muy cálido y cariñoso; inteligente y solidario; idealista y comprometido.Tenía una conversación muy interesante y aparentaba más edad de la que tenía”; eso en cuanto a sus características. Pero las sensaciones van por otro lado, en paralelas que no se tocan. Sigue diciendo ella: “A mi, marzo me sorprende cada año con el mismo dolor de desgarro. Cada día desde hace 35 años, en monótono blanco y negro, y aunque quiera cambiarle la forma, siempre es la tuya. Y me pregunto si supiste cuánto te buscamos, y si realmente cumpliste los 18 años y en qué condiciones habrás llegado... y me pregunto cuánto habrás sufrido, y dónde te habrán tirado, mi chiquito querido-querido-querido, hasta que me duela quererte. Y me sigo preguntando sin respuestas, porque se me niega la verdad. Saco tu nombre de mi almita y lo cuelo en cada homenaje, en cada recuerdo del que participo. Sos Gustavo y sos 30 mil”.

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