martes, 27 de septiembre de 2016

NUEVAS OPERACIONES EN EL CASO NISMAN El mail misterioso

Por Raúl Kollmann
La versión es la siguiente: A Alberto Nisman lo chantajeaban por un delito que cometía. No se sabe quién ni por qué delito. A raíz de ese chantaje, el fiscal le entregó documentación muy delicada a un hombre no identificado que, a su vez, le dio un sobre con los papeles a un tal Alberto Gil con la consigna de que los guarde por si a Nisman le pasaba algo. Cuando el fiscal apareció muerto, Gil abrió el sobre y constató que se trataba de “documentación delicada”. En el sobre, estaban además los nombres de dos periodistas a quienes se debían entregar los papeles en caso de que algo pasara. El problema es que Gil nunca pudo ser ubicado, los papeles no aparecieron y, por supuesto, tampoco está el sobre en el que supuestamente figuraban los nombres de los dos periodistas. En resumen, puro humo.
La desopilante versión figura en un mail que el inhallable Gil envió a la embajada de Argentina en España y que, según la agencia Telam, fue desclasificado en los últimos días y enviado al juez federal Julián Ercolini y al fiscal Eduardo Taiano. Por supuesto que el mail no es anterior a la muerte de Nisman, lo que hubiera significado que efectivamente el que lo escribió tenía algún dato de que podía pasarle algo al fiscal. El mail es de marzo de 2015. El que escribió ya conocía el desenlace y además de no aparecer en escena tampoco suministró la documentación ni nada que haga verosímil lo que dice.
La difusión de ese mail, sin un comentario de que no tiene la menor seriedad, es un nuevo episodio destinado a instalar la idea de que Nisman estaba hostigado por amenazas y que lo asesinaron por su labor como fiscal. Nisman recibió amenazas, pero fue en 2012, tres años antes de su muerte. El fiscal las denunció al instante, muy en línea con su forma de ser. No se trataba de nada sofisticado: fueron mails que no demostraban la existencia de información ni sobre el fiscal ni sobre su familia y que partieron de casillas claramente falsas. Una, a nombre de Al-Tahuid, la mezquita chiita de Buenos Aires. Otra a nombre de un espía que estaban en conflicto con Horacio Antonio Stiuso, el ex jefe de Operaciones de la SIDE, lo que motivo una causa a cargo de la ex pareja de Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado. Se abrió un expediente por las amenazas, instruido por el juez federal Luis Rodríguez, un magistrado alineado en la escudería de Stiuso-Arroyo Salgado-Nisman. Los mails salieron de un servidor ubicado en Canadá, se usaron casillas falsas, pero no se verificó peligro alguno de 2012 en adelante. Desde la semana pasada se viene instrumentando una curiosa ofensiva con la hipótesis de que a Nisman lo mató un comando iraní, venezolano, kirchnerista. No se aportó ni una sola evidencia, sólo la opinión del ex espía Stiuso. Pero jugarretas como la del mail hacen prever nuevas maniobras y una ofensiva con centro, como últimamente, en Comodoro Py.

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