Un testigo vinculó a Techint con la represión militar

Un ex delegado gremial vinculó a la corporación Techint con represores de la Armada durante la última dictadura cívico militar. Ante el Tribunal Oral Federal Nº 1 de La Plata, que juzga a cuatro ex jefes de esa fuerza y tres de la Prefectura, Carmelo Cipollone, que sindicalista y trabajador de Propulsora Siderúrgica, testimonió ayer que fue secuestrado el 24 de marzo de 1976 por integrantes de la Armada y que un día después esa compañía -perteneciente al grupo Techint- le envió a su domicilio un telegrama advirtiéndole que sería despedido por "abandono de tareas". "Me preguntaban qué hacía yo, qué clase de combatiente era y yo sólo trabajaba en Propulsora", declaró Cipollone.
El ex delegado de base contó que lo secuestraron en su casa y fue trasladado en un micro de la Armada que se iba llenando con otros secuestrados, entre ellos obreros de Propulsora, el Astillero Río Santiago y el frigorífico Swift.
El transporte con los secuestrados pasó por una comisaría de Berisso antes de llegar al Liceo Naval, una instalación de la Armada que funcionaba como centro clandestino de detención, donde los interrogaron con simulacros de fusilamientos y los amenazaron con arrojarlos al Río de La Plata.
"Era imposible identificar a nadie (NdR: de sus interrogadores). Yo tenía 24 años y tenía miedo", relató Cipollone, sometido a apremios ilegales durante once días de su secuestro en el Liceo Naval y trasladado después a la Unidad 9 de La Plata, donde permaneció hasta recuperar la libertad el 27 de mayo de 1976.
Recordó que, tras su secuestro, su familia recibió un telegrama de Propulsora Siderúrgica, en el que se le advertía que si no acudía al trabajo sería despedido. En declaraciones previas, Cipollone responsabilizó por la confección de listas que derivaron en su secuestro y los de varios de sus compañeros a directivos de la Propulsora Siderúrgica.
Según la acusación fiscal, los cuatro militares y tres prefectos imputados cometieron crímenes de lesa humanidad en perjuicio de trabajadores de YPF, Propulsora Siderúrgica y Astilleros Río Santiago, secuestrados y torturados en centros clandestinos. «