Durante el acto en la Casa Rosada en el que anunció por cadena nacional un aumento de 12,49% de las jubilacione y en un gesto político que explica las expresiones de los dirigentes del Frente para la Victoria de las últimas horas que se da en la antesala del cierre de la campaña para las PASO, la presidenta Cristina Fernández defendió ayer al jefe de Gabinete y precandidato a gobernador bonaerense, Aníbal Fernández, ante la denuncia del Grupo Clarín que lo involucra en la causa del Triple Crimen de General Rodríguez. "Atacan a los que no pueden manejar, los demás están eternamente protegidos", sostuvo y cuestionó el rol de la precandidata presidencial Elisa Carrió, de Cambiemos, quien prestó su casa para filmar el informe difundido en el programa de Jorge Lanata, en Canal 13.
Desde el Salón de las Mujeres del Bicentenario –donde anunció que la jubilación mínima pasará de $ 3821,73 a $4299,06 mientras que la media subirá de $ 6811 a $7 661,99- la mandataria sorprendió al auditorio cuando dijo que no iba a "esquivar el bulto" y, a cuatro días de las elecciones Primarias, hizo una referencia explícita a la denuncia que del programa Periodismo Para Todos contra su jefe de Gabinete. "Lo hicieron desde lo que parece ser la casa de una diputada nacional, también candidata a presidenta. Es casi un aguantadero. En mi casa, jamás metería a alguien que está procesado por narcotráfico. Si lo meto, me meten presa a mí también. Pero bueno, allí se filmó la denuncia", cuestionó, en alusión a que el empresario farmacéutico José Luis Salerno fue grabado en la casa de la diputada Carrió denunciando el supuesto vínculo del actual jefe de Gabinete de la Nación con el tráfico de efedrina y el triple crimen de General Rodríguez. De cerca, los principales candidatos del Frente para la Victoria seguían el discurso de la presidenta: el presidenciable Daniel Scioli y los dos precandidatos la gobernación bonaerense: Fernández y el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez. También participaron los ministros de Economía, Axel Kicillof, y de Industria, Débora Giorgi; y el titular de la ANSES, Diego Bossio.
La presidenta eligió usar la ironía para referirse a una especie de doble vara que usan los medios para evaluar el comportamiento de los dirigentes oficialistas y opositores, y trazó una hipótesis: "Si al living de mi casa traigo un violador serial o un pedófilo, declara algo y lo filman en la TV Pública diciendo que tal candidato de la oposición tiene costumbres raras con menores, no se vería bien; se vería muy mal".
Si bien la defensa a Aníbal Fernández fue explícita, Cristina Fernández reflexionó sobre el rol de los medios y la justicia en un plano más amplio y se consideró como una víctima "record" de ese tipo de operaciones, a las que buscó contextualizar como parte de las etapas electorales. "Debo haber sido candidata en siete, ocho elecciones, muy activamente participé en 15 y denuncias hay en todas. Recuerdo en el 95, que nos allanaron el Banco Provincia (en Santa Cruz) por una denuncia del principal candidato opositor. Fue un miércoles y el domingo eran las elecciones. Néstor ganó con el 65 por ciento", recordó, en un claro intento de desligar las operaciones de los resultados en las elecciones.
Sin embargo, dejó en claro que las operaciones responden a un patrón que se da en todo Latinoamérica, a la luz de un contexto internacional distinto. "Antes tenían a los grupos de tareas y ahora que cayó el Muro de Berlín y la doctrina de seguridad nacional, llevan adelante esas denuncias mediáticas con clivaje político que siempre terminan en nada en términos judiciales", razonó.
En ese contexto, se refirió al accionar del juez Claudio Bonadio antes de ser removido del caso Hotesur, en sintonía con el comunicado que el martes había emitido el secretario general de la Presidencia, Eduardo "Wado" de Pedro. "Quiero decirles a los que pensaban que iba a ir como diputada, o candidata...acá estoy sin ningún fuero, porque no le tengo miedo a ningún juez pistolero o mafioso, ni tampoco a jueces que guardan causas de lesa humanidad o lavado de dinero, que duermen el sueño de los justos porque son de grupos mediáticos", sostuvo.
"Sinceramente la única condena que me apenaría sería la de la historia y la del pueblo", aseguró, y les dijo a los funcionarios que son denunciados por medios como Clarín o La Nación que "no los vivan como una humillación sino como un premio o una cocarda". "A los que pueden manejar porque son apretables, los protegen. Los medios son lo de menos, lo importante es que te reconozca el pueblo y la historia", finalizó.


PISTOLERO
"No le tengo miedo a ningún juez pistolero, mafioso ni extorsionador ni tampoco a jueces que guardan causas de lesa humanidad o de lavado de dinero que duermen el sueño de los justos porque son, claro, causas de lesa humanidad o de lavado de dinero contra importantes corporaciones mediáticas."