miércoles, 12 de agosto de 2015

Explotó el indignómetro Por Tali Goldman

La noticia de la designación de Delfina Rossi (foto) en el directorio del Banco Nación subió el “indignómetro” a escalas supinas. Claro que el primer motivo de la rabia irracional agitada expresada por las redes sociales es porque es la hija del ministro de Defensa de la Nación, Agustín Rossi. El segundo, porque tiene 26 años. No hay cobertura periodística que omita el detalle de la edad. Y aunque nadie se animó a decirlo, la tercera, es porque encima es mujer. Hija de, piba y sin experiencia. “Una pendeja de 26 años”, habrá sido el pensamiento de miles de varones y mujeres que seguramente ni sabrán que Delfina es economista, tiene un máster en la materia realizado en Italia, integró la lista de la Izquierda popular en España en las elecciones para el Parlamento Europeo, y se autodefine como “feminista, ecologista y de izquierda”. Pero qué importa todo eso, si es la hija de Rossi, tiene 26 años y es mujer.

El indignómetro explotó porque Delfina fue designada por decreto. Lo que muchos no deben ni saber es que en el artículo 12 del capítulo quinto de la Ley orgánica del Banco Nación (21.799) dice que “los Directores serán designados por el Poder Ejecutivo Nacional y deberán representar equilibradamente los distintos sectores, actividades y regiones que configuran el quehacer económico nacional”. Es decir, ningún integrante del directorio del Banco Nación tuvo ni tendrá que pasar por un concurso público porque la legislación, lisa y llanamente, dice otra cosa. Pero qué importa todo eso, si es la hija de Rossi, tiene 26 años y es mujer. ¿Pedirán ahora que cambie la Ley Orgánica del Banco Nación?

Sería ridículo afirmar una cosa que no existe, pero tengo el pálpito de que “indignómetro” no hubiera sido tal si Delfina tuviera la misma edad pero fuese varón. Con dos años menos que Delfina, Domingo Cavallo fue designado Director del Banco de Córdoba. Fue en 1970 y tenía 24 años. No hace falta ir a buscar las crónicas de la época para asegurar que la indignación no estuvo a la orden del día. El ex ministro de economía seguro habrá sido presentado como el futuro de la economía.

Hoy, en el año 2015 y a pocos meses de que todos levantáramos las banderas de la igualdad de géneros, sigue molestando el protagonismo de la juventud y , más aún, el éxito de las mujeres en lugares que siempre fueron ocupados por los hombres. Romper el techo de cristal tiene sus costos cuando el termómetro con que se mide la indignación sigue siendo machista.

iNFO|news

 

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