miércoles, 19 de agosto de 2015

CHINO ZANNINI

Por Martín Rodríguez

El regreso de Mao
A Carlos Zannini hay que contarlo desde cero. Está en la mesa del poder kirchnerista desde el principio de los tiempos, pero es un auténtico tapado. Lo conoce la política, sabe quién es el periodismo político, lo aprecia la minoría militante, pero lo desconoce la sociedad. ¿Qué le sumó a la fórmula de Daniel Scioli? Un contrapeso y un "seguro ideológico" para aquellos que ven en Scioli la adaptabilidad peronista a cualesquiera tiempo y espacio, y no mucho más. Zannini, un auténtico hombre de palacio, un abogado sabio de los pliegues técnicos de ese elefante en el bazar republicano llamado Poder Ejecutivo Nacional, un ideólogo de reformas políticas y jurídicas y colaborador histórico del matrimonio Kirchner en Santa Cruz desde 1984, el año en que empezó el futuro. 
La voz del interior
Zannini nació en Villa Nueva, Córdoba, en 1954. Su infancia humilde (padre albañil, mozo y cantante de boliches; madre ama de casa) lo obligó tempranísmo a trabajar. Durante los años 50 su papá fue directivo de la UOCRA de Villa María, y en los 60 fue delegado gastronómico. Cuando murió, su madre, con 47 años, quedó sola con sus cuatro hijos (Carlos es el tercero). 
Inferiores
Su militancia comenzó con un grupo de curas tercermundistas en los barrios humildes y recaló en los vertiginosos años 70 como miembro de la emblemática Vanguardia Comunista, una agrupación maoísta, cuya franja universitaria se llamaba "La Tupac". ¿Quién había sido militante de la Vanguardia? Nada más y nada menos que la señora Beatriz Sarlo, aunque en la ciudad de Buenos Aires. No se conocieron, pero se abrigaron bajo el mismo paraguas el Chino Zannini y la liberal de izquierda Sarlo. Como todo "chino", su visión del peronismo era de las más cercanas del campo de la izquierda. 
1975
En julio de 1975, durante el ciclo final del gobierno de Isabelita y tras un fallido intento de secuestro, Zannini cayó preso, pero por suerte lo hizo "legalmente" (su causa tenía el número 159.032); permaneció encerrado hasta abril de 1978. Luego de la cárcel completó sus estudios de Derecho, convirtiéndose en el primer abogado de su pueblo, Villa Nueva. Los que lo conocen desde aquella época dan fe de uno de sus códigos inalterables: es capaz de levantarse de una reunión con un directivo del Banco Mundial para atender la llamada de algún viejo compañero de cárcel que le solicita una gauchada. 
Carrera meteórica
Se integra al peronismo en reconstrucción en los años finales de la dictadura y cuando en 1983 ganan los radicales la provincia, Roberto Arizmendi, un viejo amigo que vivía en Río Gallegos, le sugiere mudarse al Sur. Y allá viaja en 1984 con su primera esposa (fallecida dos años después, poco después del nacimiento de su segundo hijo) y su hija. Destino en Río Gallegos: la Fiscalía de Estado de Santa Cruz. Pero, a pocos días de llegar, en un ateneo, conoce a Néstor Kirchner, y ese contacto es el principio de todo: en 1987 Kirchner lo designa secretario de Gobierno Municipal en Río Gallegos y en 1991, ministro de Gobierno de la provincia. Luego es legislador y llega a ser jefe del bloque de diputados provinciales en 1995. En 1999 Kirchner lo nombra presidente del Superior Tribunal de Justicia de Santa Cruz y en 2003, siendo ya presidente, lo elige secretario Legal y Técnico de la Presidencia de la Nación Argentina, cargo que ocupa hasta la actualidad. 
Ideólogo
¿Qué leyes kirchneristas tuvieron su mente, su pluma y su palabra? La nacionalización del fútbol y su emblema: Futbol para Todos; la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (la conocida "ley de medios"), la reforma de la carta orgánica del Banco Central (BCRA), la reforma electoral (que creó las PASO), la estatización de las AFJP (idea original de Amado Boudou) y la fallida reforma judicial. 
En primera persona
De las poquísimas entrevistas otorgadas por Zannini a medios gráficos, el domingo de elecciones porteñas el diario Página/12 publicó la que le hizo Horacio Verbitsky. Sobre su rol en un virtual próximo gobierno, sostuvo Zannini: "Si piensan que de mí dependerá que el rumbo del gobierno sea coherente con el actual y con nuestra historia, me están asignando una tarea que no voy a poder cumplir. No es tarea de un hombre, sino de la sociedad. En cada dilema voy a estar siempre del lado de los que menos tienen, de los más humildes, de los intereses provinciales, en contra de la porteñidad. En donde siempre estuve". 
Ya en la recta final, los compañeros de fórmula entran en escena. ¿Quién es Carlos "Chino" Zannini, el enigmático vice de Scioli?

No hay comentarios:

Publicar un comentario