viernes, 7 de agosto de 2015

A 21 AñOS DEL ATAQUE TERRORISTA QUE DEJO 85 MUERTOS Primera jornada en el juicio por el encubrimiento del atentado a la AMIA






El destituido juez Juan José Galeano, el extitular de la DAIA Rubén Beraja y el excomisario Jorge "Fino" 
Palacios escucharon los dictámenes acusatorios de la Fiscalía y las querellas contra ellos y otros diez enjuiciados. El expresidente Carlos Menem y su exjefe de la SIDE, Hugo Anzorreguy, fueron los grandes ausentes. "Menem buscó alejar con su orden la investigación de su círculo íntimo", leyó Rodrigo Borda, representante de la querella de Memoria Activa.

Tras ochos horas de lecturas de elevación a juicio ante el Tribunal Oral Federal 2, la audiencia pasó a cuarto intermedio hasta la semana próxima, cuando se terminarán de leer las acusaciones de otras cuatro querellas.

Pasadas las 10.30, el debate quedó inaugurado con las lecturas de las síntesis de los requerimientos de elevación a juicio, que fueron expuestas por los fiscales Sabrina Namer y Roberto Salum, en representación de la Unidad Fiscal de Investigación del atentado contra la AMIA, que condujo Alberto Nisman hasta su muerte.

Los fiscales leyeron, en orden, las acusaciones contra los imputados, con distintos niveles de participación, por el pago ilegal de 400 mil dólares al acusado Carlos Telleldín para que declarara en sede judicial una versión falsa sobre lo ocurrido en julio de 1994 y por abandonar deliberadamente la investigación de la "pista siria", que involucraba a un ciudadano sirio-libanés miembro de la familia Kanoore Edul, cercano al expresidente.

Durante la lectura del requerimiento de elevación a juicio, Salum señaló que el exjuez Galeano "se apartó" deliberadamente de la búsqueda de la verdad y que sus decisiones tuvieron además un sostén político, tras lo cual destacó el papel de cada uno de los 13 imputados en las maniobras de encubrimiento.

Pasadas las 12, la fiscalía comenzó con la lectura de lo referido al juicio oral por el abandono deliberado de la denominada pista Siria a partir de una orden presidencial transmitida a través del hermano fallecido del ex presidente, Munir Menem, y ejecutada desde el juzgado que conducía Galeano y por medio de los comisarios de la Policía Federal que intervinieron en la investigación.

La fiscalía destacó que la orden de no investigar a Jacinto Kanoore Edul fue dada por el expresidente Menem, luego de una reunión con el padre del imputado, y detalló cómo fueron malogrados los allanamientos, destruidas las pruebas y levantadas, en tiempo récord, las órdenes que habían sido libradas para que se intervinieran los teléfonos.

"Menem buscó alejar con su orden la investigación de su círculo íntimo, lo cual podría haber provocado un escándalo que ponía en riesgo la continuidad de su propio gobierno", resumió, horas más tarde, Rodrigo Borda, uno de los abogados de Memoria Activa, una de las agrupaciones que nuclea a familiares y amigos de las víctimas del atentado.

A la par de los representares de la UFI AMIA, en la sala de audiencias se sentaron los representantes de las tres querellas de las organizaciones de familiares y amigos de víctimas del atentado: el titular de la subsecretaría de Política Criminal del Ministerio de Justicia, Luciano Hazan; y el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda, quien acompañó al veedor designado para el juicio por la CIDH, Pablo Vannuchi.

Del otro lado de la sala Auditorium, la misma en la cual entre 2001 y 2004 se juzgó a quienes fueron acusados por el atentando terrorista y luego absueltos, se sentaron en primera fila Galeano y los exfiscales Eamon Mullen y José Barbaccia.

Detrás quedaron el ex comisario de la Policía Federal Jorge Palacios junto a Beraja, quien desde la semana pasada es defendido por la abogada Valeria Corbacho, la misma que representó al expresidente Fernando de la Rúa en la causa por el pago de sobornos en el Senado. Corbacho también representa al espía Ciro James en la causa que investiga las escuchas ilegales en el ámbito del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, por lo que el jefe comunal Mauricio Macri, está procesado.

Al fondo de la sala se ubicaron los restantes acusados: Carlos Telleldín, su ex pareja Ana Boragni -quien llegó tarde al debate-, el abogado Víctor Stinfale, los ex funcionarios de la SIDE Patricio Pfinnen y Juan Carlos Anchezar y el ex policía federal Carlos Castañeda.

A pesar de que el Tribunal Oral había desestimado las presentaciones de Menem para ausentarse al debate por motivos de salud, el ex presidente no asistió; Anzorreguy siguió el inicio del proceso oral por videoconferencia, desde el sanatorio Otamendi, donde está internado producto de una infección. Por último, el marino retirado Anchezar pidió abandonar la sala en la mitad de la audiencia por problemas de salud.

Entre los querellantes, que quedaron en el otro costado de la sala de audiencias, estuvo el ex comisario bonaerense Juan José Ribelli, en representación propia y de los demás efectivos que pasaron 8 años presos por el ataque hasta ser absueltos al término de un juicio oral en el 2004, y el abogado de la querella unificada de las instituciones AMIA y DAIA.


"La Justicia demostrará si es capaz de juzgarse a sí misma"
La referente de la agrupación Memoria Activa, Diana Malamud, calificó a los 13 procesados por desviar la investigación del atentado contra la AMIA como personas "que trabajaron para la impunidad del caso" y consideró que el juicio que comenzó esta mañana debería "tener una sentencia ejemplar".

"La Justicia va a demostrar si es capaz de juzgarse a sí misma", afirmó Malamud en declaraciones a FM Nacional Rock, y recordó que entre las acciones que se juzgarán, se analizará "el pago a (Carlos) Telleldín con fondos reservados de la SIDE".

El 2 de septiembre de 2004, el presidente del Tribunal Oral Federal Número 3, Miguel Pons, denunció que hubo una decisión de política del Estado de presentar una solución falsa del atentado y absolvió a los cuatro policías bonaerenses que habían sido imputados y declaró nula la investigación judicial que había desembocado en aquel debate oral, diez años después del atentado.

Por otra parte, dijo que los fiscales "trabajaron duramente todos estos meses" y destacó la importancia de una fiscalía "fuerte".


El certificado médico de Menem
El expresidente de 85 años se ausentó en la primera jornada del juicio oral por el encubrimiento en el atentado contra la AMIA y su abogado, Omar Daer, presentó la constancia médica que indicaba: "reposo absoluto" por "hipertensión, diabetes, esclerosis y artrosis".

Daer aprovechó para recordarle al tribunal que él había solicitado que su cliente, el ex presidente de 85 años, pudiera seguir el juicio por video, algo que no se le permitió.

En ese momento, el letrado aportó el certificado médico que así lo acreditaba, pero cuando el secretario del tribunal intento leer el informe, solo atinó a deducir las palabras "hipertensión, hiperplasia y depresión", lo cual generó que el juez Jorge Gorini le preguntara al empleado: "¿está en condiciones de entender la letra de médico?".

Menem está acusado de haber desviado la llamada pista siria en los primeros días posteriores al atentado de la AMIA, cuando las sospechas apuntaban hacia un paisano suyo, del mismo pueblo sirio de donde provenía su familia.


"Tal vez se pueda dar una pista de la conexión local"
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, expresó que en el juicio por el encubrimiento del atentado a la AMIA que comenzó en los tribunales de Retiro podrá determinarse sin la primera investigación para dar con los autores de ese hecho se cayó porque "hubo sobornos o cosas por el estilo para que determinados responsables dijeran tal cosa u otra antojadiza" o bien "no dijeron en su momento lo que realmente sabían".

"Esperamos que por ahí bien investigado en este juicio se puede dar una buena pista de la conexión local, que es la que falta como pata fundamental en estos términos", opinó Fernández.

Durante su habitual charla con la prensa, en Casa de Gobierno, el ministro coordinador recordó que "hay investigaciones que se supone que se venían haciendo en aquel momento, hay cosas que se suponen que se conocían en aquel momento y que después terminaron en lo que terminaron: terminaron en la nada después de tantos años".

"En esa catástrofe, donde murieron 85 argentinos, nosotros necesitamos que, de una vez por todas, se ponga en análisis de esta situación de una vez y para siempre; viene dilatándose años, por un montón de razones", expresó el funcionario nacional a los periodistas acreditados.

"Esperamos realmente que se sepan quiénes son los responsables y por qué la causa (del atentado contra la AMIA) en algún momento cae nula y cuáles fueron las actividades que hubo; si hubo sobornos o cosas por el estilo para que determinados responsables dijeran tal cosa u otra antojadiza, con intenciones de incriminar a determinadas personas, o no dijeron en su momento lo que realmente sabían", concluyó.

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