viernes, 24 de julio de 2015

El último Consejo de Cristina

Es el año de la despedida. De eso no hay duda. Y en cada ocasión que se presente, ese será el clima imperante. Esa fue, una vez más, la sensación en el piso 18º del Ministerio de Trabajo, donde el martes pasado se reunió el Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil, que estableció el nuevo piso salarial para la Argentina en $ 6060, a partir de enero próximo. Con esta modalidad que ya lleva doce años de reunir a empresarios y representantes de los trabajadores frente a las autoridades de la cartera laboral, en 2015 se acordó una suba del 28,5% el para el salario mínimo.
Como en los últimos años, la presidenta Cristina Fernández estuvo para la firma final del acuerdo y ofreció un discurso con una mezcla de ingredientes: logros de gestión, comparación económica internacional y pizcas de despedida y campaña electoral.Pero la primera mandataria también aprovechó su discurso para hacer un pequeño encargo al gobierno que venga: "Reducir el trabajo no registrado y crear el Consejo Económico y Social, porque el mundo va a ser más difícil y hace falta más diálogo". Menudas tareas le encomendó la presidenta su sucesor.
El empleo en negro detuvo su reducción en los últimos años y poco pudo hacerse para moverlo de ese tercio de los trabajadores que hoy lo padecen. Mientras todas las otras variables de la economía mejoraron considerablemente en la década kirchnerista, el empleo no registrado sólo se redujo del 49,9% en 2003 al 31,9% en el primer trimestre de 2015. Hoy, la informalidad afecta a casi cuatro millones de trabajadores.
El Consejo Económico y Social es un instrumento que en 12 años de kirchnerismo se intentó implementar al menos tres veces, sin suerte. La presidenta tal vez tenía previsto mencionar la necesidad de establecer un Consejo Económico y Social a futuro, pero también es factible que lo haya hecho respondiendo a una demanda que surgió en los discursos anteriores, tanto desde el sector empresario como desde el trabajador. Lo curioso es que fue justamente por presiones de esos dos sectores que la vez que se estuvo más cerca de concretarlo, no se pudo. Celaban la cantidad de lugares otorgados para los otros sectores y ese fue, entre otros, uno de los factores que terminó con el sueño del espacio tripartito para buscar soluciones de largo aliento a problemas complejos de la sociedad.

La despedida
Como en los doce años de kirchnerismo, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada -uno de los pocos integrantes del Gabinete que ocupa ese cargo desde 2003- , fue el anfitrión. Y, según contaron los asistentes, se lo vio movilizado durante el cierre del Consejo. Es el último Consejo del Salario Mínimo que coordina. El titular de la cartera laboral dejará su despacho en el piso 13º de Alem 650 el 10 de diciembre y ocupará, a partir del 11, una banca en la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires.
También estuvieron, como todos los años, los representantes de los empresarios y de los trabajadores. Como suele hacerse en las paritarias, en una de las salas de reuniones del piso 18 se reúne a los hombres de empresa, en otra a los sindicalistas y los funcionarios de la cartera laboral transitan entre una y otra para acercar las posiciones. Desde la ruptura de la CGT y de la CTA, al encuentro no concurren ni Hugo Moyano ni Pablo Micheli, quienes ofrecieron ayer una conferencia en la que criticaron el acuerdo alcanzado entre las partes y el alcance del Salario Mínimo.
Sin embargo, lo que salió de lo habitual, fue la presencia del ministro de Economía, Axel Kicillof, quien este año peleó el rol protagónico a Tomada en las paritarias más sensibles de este 2015. De hecho hubo varios comentarios al respecto.
El titular de la CGT oficialista, Antonio Caló, ofreció un discurso – con muchos elogios para la administración kirchnerista- y dijo, con tono de broma, que Kicillof se había convertido en "un avezado paritario que aprendió mucho en este último tiempo". Cuando le llegó el turno a la presidenta, le contestó al metalúrgico: “Es un nuevo paritario, pero ustedes también han aprendido mucho con Kicillof”.
Uno de los asistentes indicó que la presencia de Kicillof fue solicitada especialmente por uno de los representantes de los trabajadores, quien consideró que la palabra del titular del Palacio de Hacienda podía sensibilizar un poco el bolsillo de los empresarios, quienes finalmente accedieron a firmar por un 28,5% de aumento. Hasta que Kicillof no se hizo presente en Alem 650, las negociaciones estaban estancadas en el 28%.
"Había un clima más de camaradería que otros años", relató uno de los concurrentes. "Tomada estaba muy emocionado. Se estaba despidiendo. También lo había hecho en la OIT. Fue una suerte de despedida después de 12 años donde, una vez más, las partes se pusieron de acuerdo", detalló.

                     Críticas
En un informe elaborado por el Ministerio de Trabajo se indica que el Salario Mínimo rige para la totalidad de los asalariados mayores de 18 años que trabajan en el sector privado (excluyendo el sector agropecuario) y en la Administración Pública Nacional. Se calcula que son alrededor de 200.000 trabajadores, aunque también oficia de piso para los empleados no convencionados y en los no registrados.
En este punto es justamente donde radica una de las críticas más sólidas que hicieron desde el sindicalismo opositor: que en algunas administraciones públicas provinciales y municipales hay trabajadores que ganan menos de ese piso.
Según el documento presentado ayer en la conferencia de prensa ofrecida en CTA Autónoma, se denunció que "sigue sin cuestionarse la existencia de trabajadores que legal, pero incostitucionalmente, no están amparados por la garantía del salario mínimo, vital y móvil. Este es el caso de los trabajadores municipales y provinciales, que perciben ingresos inferiores al mínimo vital sin que el Consejo del Salario haya formulado siquiera una declaración pública tendiente a modificar esta situación, manifiestamente contraria a las disposiciones del artículo 14 bis de la Constitución Nacional".
En ese documento se cuestiona también que el salario mínimo vital y móvil no logró ganarle a la inflación.
En declaraciones a Radio Del Plata, Tomada cuestionó ayer la postura del sindicalismo opositor y aseguró que "Moyano y Micheli fueron invitados pero cuando se produjo el apartamiento de ambos, rechazaron esa invitación y sistemáticamente se dedicaron a descalificar el Consejo del Salario".
Los que lo integran, concurrieron; los que lo defienden, lo elogiaron, los que lo cuestionan, lo denostaron. Hasta ahí, nada nuevo. Lo concreto es que el salario mínimo volvió a subir y en este caso, un 28,5% en dos cuotas. Como en tantas otras cosas, habrá que ver qué sucede en 2016 cuando llegue el nuevo gobierno.  «

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