La presidenta encabezó anoche la última Cena de Camaradería de las Fuerzas Armadas de su gestión. Afirmó que la Argentina "quiere tener identidad propia y una autonomía razonable". Firme reivindicación de los cambios en materia de Defensa y de la política de Derechos Humanos.
"Graben en sus cabezas la palabra soberanía porque va a definir el futuro", les pidió anoche la presidenta Cristina Fernández a los cientos de oficiales superiores de las Fuerzas Armadas y los funcionarios del gobierno que compartieron la última Cena anual de Camaradería en la gestión de la mandataria. En tono de despedida, repasó los logros de la última década en materia de Defensa e insistió en la necesidad de que el concepto de soberanía se de en el ámbito de la ciencia, la educación, la economía y la política: "Este país quiere tener identidad propia y una autonomía razonable en un mundo que reconocemos como interconectado."
Pasadas las 20:00, la presidenta ingresó al Salón San Martín del Edificio Libertador. La recibieron la Orquesta Sinfónica de la Fuerza Aérea y el Coro Polifónico Nacional. Llegó acompañada por los ministros de su Gabinete, quienes se ubicaron en la mesa principal. Los presentes repararon en el caluroso saludo y la conversación animada que mantuvieron durante algunos minutos el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, y el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo. Fue la primera actividad pública del flamante titular del Ejército, Ricardo Cundom.
Durante casi una hora, escoltada por la bandera y por una enorme escultura del General San Martín, la presidenta repasó los principales lineamientos de la política de Defensa de los últimos años. Además, recordó que durante su primer discurso en una Cena de Camaradería había dado su visión sobre el rol de las Fuerzas Armadas en la última dictadura y reiteró que, en los últimos años, no volvió a mencionarlo porque prefería darle lugar a los temas de la agenda de Defensa y dejar que la justicia actúe.
Enumeró la importancia de reafirmar para siempre la conducción civil de las Fuerzas Armadas y la necesidad de defender el concepto de "operación conjunta para concebir a las Fuerzas Armadas como un equipo que se encarga de defender a la Nación en el aire, en la tierra y en el mar." También resaltó que ahora la concepción y la formación en Defensa se planea dentro del país: "Ya no necesitamos que ningún país nos enseñe cómo defender la Patria. Antes, nos preparaban afuera quienes podían ser nuestros atacantes."
Después, con la ayuda de un resumen que preparó el ministro de Defensa, Agustín Rossi, repasó uno por uno los puntos más salientes de la gestión. Desde la reglamentación de la Ley de Defensa y la política de Derechos Humanos al interior de las Fuerzas -"no hay que dejarse llevar por los cantos de sirena", dijo- hasta la política que desde distintos ministerios se articuló para impulsar la Causa Malvinas. Al destacar las políticas de género que permitieron que haya aumentado un 50% la inscripción de las mujeres y que llevó a que el ministerio haya participado de la marcha "Ni una Menos", aceptó que se retirará de su cargo con una deuda: "Quería verlo pero no fue posible. Tal vez en uno o dos años más podamos tener una almiranta con laureles. Queremos tener también mujeres en la conducción de las Fuerzas Armadas, y estoy segura de que las mujeres que están ingresando se van ocupar de que esto sea real." También celebró la integración con las Fuerzas Armadas del Cono Sur, el fortalecimiento de la región como zona de paz. En ese marco, recordó el episodio de la retención de la Fragata Libertad y lo vinculó a la soberanía nacional: "La independencia y la libertad no se compran, se ganan. Por eso jamás iba a aceptar ni un centavo por la Fragata Libertad, porque era todo un símbolo."
La mandataria eligió cerrar su mensaje con un llamado a vincular a las Fuerzas Armadas con la sociedad. "Lo que hacemos en este ámbito no es aislado para las Fuerzas Armadas. Es un concepto integral de Nación que derrama en cada una de las partes de esa Nación y que aplica los recursos necesarios para dotar a la argentina de soberanía", definió.
Al finalizar, decidió vincular el rol de los políticos y los soldados: “El legado más importante que podemos dejar los políticos y los soldados es identificar los intereses del Estado nacional como los de la Patria. No hablo de un gobierno, me refiero al Estado que hemos recuperado en los últimos años”.
Tras el brindis, los oficiales y los funcionarios compartieron una cena que, este año, organizó la Fuerza Aérea. El menú, en pasos, comenzó con una sfoglia de tomate y jamón crudo sobre una bruschetta. De primer plato, lomo relleno de panceta, jamón crudo y castañas de cajú acompañado de una mouse de berenjena. De postre, los comensales degustaron un parfait de chocolate sobre un espejo de maracuyá. Lejos del protocolo –que muchas veces indica que estas cenas son sólo un montaje para la foto- la Presidenta y sus ministros charlaron en el Salón San Martín y probaron hasta el postre. «
Pasadas las 20:00, la presidenta ingresó al Salón San Martín del Edificio Libertador. La recibieron la Orquesta Sinfónica de la Fuerza Aérea y el Coro Polifónico Nacional. Llegó acompañada por los ministros de su Gabinete, quienes se ubicaron en la mesa principal. Los presentes repararon en el caluroso saludo y la conversación animada que mantuvieron durante algunos minutos el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, y el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo. Fue la primera actividad pública del flamante titular del Ejército, Ricardo Cundom.
Durante casi una hora, escoltada por la bandera y por una enorme escultura del General San Martín, la presidenta repasó los principales lineamientos de la política de Defensa de los últimos años. Además, recordó que durante su primer discurso en una Cena de Camaradería había dado su visión sobre el rol de las Fuerzas Armadas en la última dictadura y reiteró que, en los últimos años, no volvió a mencionarlo porque prefería darle lugar a los temas de la agenda de Defensa y dejar que la justicia actúe.
Enumeró la importancia de reafirmar para siempre la conducción civil de las Fuerzas Armadas y la necesidad de defender el concepto de "operación conjunta para concebir a las Fuerzas Armadas como un equipo que se encarga de defender a la Nación en el aire, en la tierra y en el mar." También resaltó que ahora la concepción y la formación en Defensa se planea dentro del país: "Ya no necesitamos que ningún país nos enseñe cómo defender la Patria. Antes, nos preparaban afuera quienes podían ser nuestros atacantes."
Después, con la ayuda de un resumen que preparó el ministro de Defensa, Agustín Rossi, repasó uno por uno los puntos más salientes de la gestión. Desde la reglamentación de la Ley de Defensa y la política de Derechos Humanos al interior de las Fuerzas -"no hay que dejarse llevar por los cantos de sirena", dijo- hasta la política que desde distintos ministerios se articuló para impulsar la Causa Malvinas. Al destacar las políticas de género que permitieron que haya aumentado un 50% la inscripción de las mujeres y que llevó a que el ministerio haya participado de la marcha "Ni una Menos", aceptó que se retirará de su cargo con una deuda: "Quería verlo pero no fue posible. Tal vez en uno o dos años más podamos tener una almiranta con laureles. Queremos tener también mujeres en la conducción de las Fuerzas Armadas, y estoy segura de que las mujeres que están ingresando se van ocupar de que esto sea real." También celebró la integración con las Fuerzas Armadas del Cono Sur, el fortalecimiento de la región como zona de paz. En ese marco, recordó el episodio de la retención de la Fragata Libertad y lo vinculó a la soberanía nacional: "La independencia y la libertad no se compran, se ganan. Por eso jamás iba a aceptar ni un centavo por la Fragata Libertad, porque era todo un símbolo."
La mandataria eligió cerrar su mensaje con un llamado a vincular a las Fuerzas Armadas con la sociedad. "Lo que hacemos en este ámbito no es aislado para las Fuerzas Armadas. Es un concepto integral de Nación que derrama en cada una de las partes de esa Nación y que aplica los recursos necesarios para dotar a la argentina de soberanía", definió.
Al finalizar, decidió vincular el rol de los políticos y los soldados: “El legado más importante que podemos dejar los políticos y los soldados es identificar los intereses del Estado nacional como los de la Patria. No hablo de un gobierno, me refiero al Estado que hemos recuperado en los últimos años”.
Tras el brindis, los oficiales y los funcionarios compartieron una cena que, este año, organizó la Fuerza Aérea. El menú, en pasos, comenzó con una sfoglia de tomate y jamón crudo sobre una bruschetta. De primer plato, lomo relleno de panceta, jamón crudo y castañas de cajú acompañado de una mouse de berenjena. De postre, los comensales degustaron un parfait de chocolate sobre un espejo de maracuyá. Lejos del protocolo –que muchas veces indica que estas cenas son sólo un montaje para la foto- la Presidenta y sus ministros charlaron en el Salón San Martín y probaron hasta el postre. «
Casas fue recibido en la Rosada
Antes de encabezar la cena que compartió con funcionarios e integrantes de las Fuerzas Armadas, la presidenta Cristina Fernández recibió en Casa de Gobierno al gobernador electo de La Rioja, Sergio Casas, que el domingo se impuso en las elecciones provinciales por una diferencia de 15 puntos.
Del encuentro con el mandatario electo participaron también el gobernador saliente, Luis Beder Herrera, y el futuro vicegobernador, Néstor Bossetti.
Casas obtuvo un amplio triunfo en los comicios del domingo, cuando la fórmula del Frente para la Victoria se alzó con el triunfo con el 57,1% de los votos contra el 42,8% de la oposición.
Ese mismo día, la presidenta transmitió su felicitación el actual gobernador Luis Beder Herrera y a Casas en una comunicación telefónica.
Del encuentro con el mandatario electo participaron también el gobernador saliente, Luis Beder Herrera, y el futuro vicegobernador, Néstor Bossetti.
Casas obtuvo un amplio triunfo en los comicios del domingo, cuando la fórmula del Frente para la Victoria se alzó con el triunfo con el 57,1% de los votos contra el 42,8% de la oposición.
Ese mismo día, la presidenta transmitió su felicitación el actual gobernador Luis Beder Herrera y a Casas en una comunicación telefónica.
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