domingo, 21 de junio de 2015

Fórmula polisémica Por Carlos Barragán

¿Se acuerda cuando Massa existía? No tiene nada que ver con esta columna, me acordé nomás. Empiezo. Según el diccionario la polisemia es algo que ocurre cuando una palabra o signo lingüístico tiene diferentes significados. Un ejemplo es la palabra clarín, que puede significar tanto un instrumento de viento, como un instrumento que toca Magnetto para hacer que los demás soplen. Otro ejemplo menos interesante podría ser la palabra culo, que significa buena suerte, y que también puede significar eso que manosea Miguel Del Sel toda vez que le alcanza el largo del brazo. Y un ejemplo más complejo es la palabra río, que puede significar que me estoy divirtiendo como loco, y puede significar que usted no, porque ya está podrido de esta pavada. El asunto es que hoy es un día importante para mí porque voy a hablar de lingüística, disciplina que ignoro pero me gusta porque lleva puntitos arriba de la u. Internémonos en la polisemia, o sea los diferentes significados, de la fórmula Scioli-Zannini. El primer significado para usted –que viene viendo cómo le pego a Scioli- es que soy un marmota importante que nunca entendió nada y que ahora me voy a tener que fumar a Scioli y aprendé lo que es el peronismo, gil. Está bien. Perón fumó toda la vida. O sea que Randazzo (cierto que por la forma de desensillar demostró de qué jinete se trataba) no era un candidato peronista. ¿Se dan cuenta cuánta polisemia? ¿Entonces qué es peronista? ¿Lo que decide el líder del movimiento o lo que decide el pueblo peronista? Yo que llegué hace un rato y que el peronismo me agarró grande prefiero el peronismo de Cristina que hasta acá parece más perspicaz que tres o cuatro pueblos juntos. ¿Y las paso? Nos quedamos sin paso. Un trago amargo (si pensó en paso de los toros, no es grave) para algunos. No para mí que todo lo que Cristina me resuelva, me cae bien. No sé si será por mi incipiente peronismo o porque estoy acostumbrado a mi casa donde las cosas importantes las resuelve una señora que yo sigo desde hace años. La fórmula para algunos significa que Scioli tuvo la suficiente polenta como para llegar a candidato, y para otros que tuvo tan poca polenta que Cristina le metió a Zannini. Polisemia, ¿vio? Zannini, que ya sabemos, viene a ser ella misma pero con casco. O sea que Cristina no dijo "andá vos, Daniel", sino "voy yo, Daniel". Nuestros analistas políticos andan por estos andariveles, que son diferentes pero no pierden la racionalidad. Otra cosa son los opositores. Para Majul la fórmula secreta significa que a Scioli le metieron un agente maoísta en la cama y que un día le va cortar el gañote. Para Joaquín el del diario serio, vuelve la unión soviética y la Rusia de los zares juntas. Porque Zannini viene a ser un Rasputín stalinista. Es entendible que pierda la cabeza, porque sabe que todo lo que laburó para que los ex dueños de la Argentina volvieran a decirle al presidente "che, devaluame un veinte y haceme un cortado" se le va yendo por la canaleta del juego y de la droga.

Pero lo que más entusiasma de la fórmula es la desolación que había en radio Mitre el día que la anunciaron. Lanata y Longobardi deprimidos por la candidatura de Scioli con Zannini fue una buena señal. No les hubiera provocado tanto abatimiento una candidatura de Máximo a la presidencia con Axel de vice. ¿Qué vale más? ¿La felicidad propia o la desolación del adversario?

Ahora habrá que ver qué dice Mirtha que siempre lo quiso tanto a Daniel. Capaz que la tenemos los próximos cuatro años acá con nosotros. Ya me la imagino invitada a 678 y criticando a las corporaciones mediáticas y a los fondos buitre. Habrá que ver, capaz que Scioli nos da una sorpresa. Y si no, tendremos que dar la sorpresa nosotros.

Porque el kirchnerismo está más vivo que nunca, y se sabe que es una gran fábrica de sorpresas. Y falta que le diga qué significa para mí esta fórmula.

Primero pienso que quizá no estuvo mal presentar tantas desconfianzas hacia el candidato, si eso fue una gota más en la botella de antídoto que le dio Cristina para seguir caminando. Que si Cristina confiara en el kirchnerismo de Scioli le hubiera dicho "elegite un vice así como vos, y dale para adelante". Segundo, que si Scioli estuviera tan lejos del kirchnerismo que me gusta, en lugar de ponerse las pilas y jurar el "vengo bancando este proyecto", podría haberse cortado sólo después de aceptar la colaboración que el círculo rojo evidentemente le viene ofreciendo desde hace rato.

Y tercero, vuelvo a la polisemia: la fórmula Scioli-Zannini a veces me significa Zannini-Scioli. Pero capaz que eso es una polisemia incorrecta. Como pensar que "La patria es el otro significa otro igual a mí, cuando uno nunca sabe qué corno es el otro. Y si a veces somos otros dentro de nosotros mismos. Pero guarda la tosca, que la patria es una sola, y ahí no me vengan con lingüística porque los puntos de la u te los pongo arriba de las íes de Scioli. (Qué mala suerte, Zannini también tiene dos. Estos italianos que se llaman todos con i me arruinaron el cierre de la nota.)

iNFO|news
 

 

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