lunes, 11 de mayo de 2015

Miserias de la falta de teoría Por Alejandro Horowicz

Entre el conflicto suscitado en la Corte Suprema por la situación de Fayt y la designación de candidatos para las elecciones nacionales.

Carlos "Fayt es la llave que mantiene activa la Suprema Corte de Justicia", sostiene Joaquín Morales Sola en su columna dominical de ayer. ¿No es un poco mucho? ¿Un anciano de 97 años que apenas puede farfullar costosamente un párrafo, al borde de su agotamiento biológico, la "llave" del tribunal?

Conviene no apresurarse, Morales Sola explica su estentórea afirmación. Señala que la renuncia de Ricardo Lorenzetti a presidir la Corte fue una "equivocación", una indebida concesión a la presión del gobierno, pero subraya que aun así Lorenzetti no habría abandonado la Corte. Sostiene que el objetivo K es más complejo, no se trata de apartarlo sino de lastimarlo y asegurar que Fayt se retire para dejar el tribunal con tres miembros. Si así terminara siendo, sostiene Morales Sola, la Corte sólo podría dictaminar en las causas donde tuviera unanimidad, dado que tres son la mayoría de cinco, y cinco es el número de miembros con los que debiera funcionar si lo hiciera normalmente; o, de lo contrario, sería preciso convocar a los conjueces. Morales Sola no explica cual sería el inconveniente de convocarlos, pero va de suyo: la Corte rechazó la lista de conjueces aportada por el Senado, y no está en condiciones legales de conformar la propia. Entonces, o retrocede sobre sus pasos, con todo el costo político que tal cosa supone, u obra por unanimidad.

Ahora bien, al observar el funcionamiento real de la Corte, Morales Solá sostiene que los cuatro jueces que hoy la integran componen dos subgrupos: uno compuesto por Fayt, Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda, y el otro por la solitaria Elena Highton de Nolasco. Si Fayt se fuera esa mayoría desaparecería – un dictamen de dos contra uno carece de valor legal– y por tanto la Corte quedaría imposibilitada de resolver los temas pendientes que resultan sensibles.

¿Y cuáles son para Morales Solá estos temas?: la cautelar que "protege al Grupo Clarín de las tropelías de Martín Sabbatella", decidida en primera instancia, ratificada por en Cámara, y recién ingresada a la Corte. Seguida por la investigación sobre "lavado de dinero en empresas de la familia presidencial" que podría llegar también a la Corte. Es que si ambas cámaras (Federal de Comodoro Rivadavia y Federal de la Capital) se contradijeran sobre dónde realizar la investigación, que hoy impulsa Claudio Bonadio, el expediente primero iría a Casación para terminar en la Corte Suprema, que fija la competencia de cada juez.

Pero hay más, Casación fallará sobre la constitucionalidad del tratado con Irán. Al parecer suscribiría, según Morales Solá, la definición de inconstitucional, igual que la primera instancia, igual que una Cámara Federal. Y el caso, como no puede ser de otro modo, también caerá en la Corte. Sería "improbable que la Corte modificara tres fallos anteriores", improbable en "una Corte con Fayt como juez". Solá observa el papel de Fayt, los temas que deberá considerar el tribunal, y concluye que "explican la ofensiva contra un magistrado anciano, frágil y lúcido". En alguno de los expedientes puede "adelantarse el voto de Highton" de Nolasco, así como el voto contrario de Fayt. Por tanto concluye: "la sola presencia de Fayt amenaza con desmontar parte de la panoplia kirchnerista".

Dicho sin tapujos, para garantizar sentencias de la Suprema Corte es preciso "conservar" a Fayt, no importa si no distingue lobizón de lechuza, basta que vote lo que tiene que votar; no es que la "noticia" sorprenda demasiado, pero permitir que los hombres y las mujeres de a pie se enteren a través de tan connotada "fuente", impacta. Por eso cámaras empresarias en compañía de lobistas con patente, históricamente poco interesados en el comportamiento de la Corte, no vacilaron en respaldar públicamente la "división de poderes". Es que si así no fuera, el desarrollo de los negocios sería afectado. A confesión de partes relevo de pruebas, y pocas dudan caben, "sus negocios" se verían afectados.

Si se observan los tres fallos (cautelar contra Clarín, lavado de dinero K, e inconstitucionalidad del tratado con Irán) queda claro que son los ejes que impulsa la agenda opositora. La cautelar contra Clarín, al igual que la inconstitucionalidad del tratado, muestra una peligrosa tendencia: un Poder Judicial impide que decisiones legales del Congreso puedan ejecutarse. No es papel de la Suprema Corte dictaminar sobre la conveniencia o inconveniencia de determinada legislación, y si así terminara sucediendo, un conflicto de poderes quedaría materializado. En cuanto a la investigación sobre "lavado de dinero" de la familia presidencial, el comportamiento histórico de la justicia permite saber que muy difícilmente tal condena se produzca mas allá de cómo esté integrada la Suprema Corte.

ESTRATAGEMAS Y CANDIDATOS. Si ganar es objetivo permanente de la lucha política, la victoria resulta imposible. Como estoy citando de memoria las comillas sobran, pero como se trata de una afirmación que comparto letra a letra, vale la pena explicarla. La política, aun la más cortita, se propone modificar algo; de mínima, el patrimonio del que la ejecuta; de máxima, el mundo que nos rodea. En ambas casos el postulado "me conviene, no me conviene" integra las decisiones. Un cínico podría decir entonces que terminan siendo exactamente iguales. Redoblo la apuesta, además de cínico no es inteligente.

Basta observar la elección de candidatos para entender. La versión "me conviene" el que más mide sólo parece realista. En primer lugar se trata de repreguntar si siendo el que más mide del palo, a qué distancia está de los demás. "Delante de todos" puede ser la respuesta. En tal caso, el realismo y la estrategia coinciden. Es del palo y mide, suena insuperable. Pero convengamos que ese no suele ser el entuerto.

¿Qué pasa cuando el que mejor mide no puede ganar? ¿Cómo batirse con un resultado adverso conocido de antemano? Este es el caso donde la estrategia resulta insustituible. De lo contrario, todo queda en manos de los expertos. Se trata de limarle los dientes, hacerle un lifting y cambiarle los colores del traje con que se presenta en público. En suma, despolitizar el candidato, borronear su perfil ideológico, descargarle todo matiz conceptual, hacer olvidar que se trata de quién se trata para que lo voten.

No suele funcionar, el original es mejor siempre. Con un duplicado sucede lo mismo que con los buenos cantantes que imitan a otro: nos recuerdan que no son ese; uno no tan bueno pero que juega su propio juego termina teniendo más chance. Con un agregado, borrar la diferencia no es un juego inocuo, ya que el objeto de la borradura termina siendo la primera víctima de la operación; miren a Martín Insaurralde, fabricado para el debate entre intendentes intercambiables, y sabrán que se terminó pareciendo tanto a Sergio Massa que ninguno de los dos termina sabiendo cuál es la diferencia.

La estrategia oficialista en la Capital desnuda esa falencia constitutiva. Cuando se trata de elegir alguien del riñon oficialista, optan por un militante funcionario de la Cámpora. Decir que una agrupación construida al calor del poder supone el "modelo" organizativo, equivale a reproducir la estrategia del primer peronismo en el peor sentido. En lugar del Partido Laborista, organización construida por los trabajadores a resultas del 17 de octubre del '45, con los instrumentos de la movilización de masas, con la dirección que luchó y venció, un conjunto de burócratas incapaces de desdecir al general Perón, y por cierto incapaces de defender al gobierno cuando las papas queman.

Es posible sostener que hoy no existen semejantes artefactos. Cierto. Pero es obvio que entre las organizaciones militantes de base, y los funcionarios del Estado nacional, la diferencia salta a la vista. Al desconocerlo, al transformar el dedo presidencial en el único argumento válido, la educación requerida para soportar una derrota y no ser arrollado por ella, se reduce a perruna fidelidad. ¿Alguien puede imaginar qué hará Leandro Santoro tras el resultado electoral? Sólo los mejores cuadros soportan el avatar de la fortuna, los otros se terminan inclinando en la dirección en que soplan los airecillos reconfortantes. Y sin militantes probados la victoria no es posible siquiera ganando las elecciones.

iNFO|news


No hay comentarios:

Publicar un comentario