lunes, 4 de mayo de 2015

Ideología Por Horacio Rovelli

El origen etimológico está conformado por la unión de dos palabras griegas: idea, que se define como “apariencia o forma”, y el sufijo logía, que puede traducirse como “estudio”.
Lo que pensamos y la visión que tenemos de nosotros mismos, de la sociedad, del pasado, presente y futuro nace de la combinación de los valores que nos han inculcado a lo largo de la vida, del sector social al que pertenecemos, el género, la época, las escuelas a las que fuimos, la creencia religiosa, los clubes, los amigos, y de los intereses que creemos defender sean ciertos o no, todo eso en conjunto conforma la ideología de cada uno de nosotros.

Esto explica por qué, ante un gobierno de determinado perfil, como es el caso de los gobiernos nacionales y populares, que impulsan el mercado interno y llevan adelante políticas asistencialistas, sectores medios (y también sustratos de menores ingresos) conformado por trabajadores dependientes, independientes, profesionales, pequeños productores y comerciantes, en lugar de comprender la importancia de fortalecer la demanda agregada nacional y el derecho constitucional del bienestar general por el sólo hecho de habitar en el suelo argentino, adoptan posiciones irracionalmente reaccionarias, con lo que en lugar de pensar en generar una instancia superior, son conducidos, o al menos le hacen el juego, al verdadero poder económico y social del país, cuyo único interés es el propio. E incluso cuando ese poder económico asume la administración de la Nación, en el castigo impiadoso y generalizado contra el pueblo argentino no les interesa si recae o no en los sectores populares que adoptaron por debilidad ideológica sus posturas y valores.
El caso de la marcha convocada por la Sociedad Rural Argentina contra la Resolución 125/2008 de retenciones móviles, que incluso hubiera beneficiado a los pequeños y medianos productores en contra de los grandes, donde sectores medios y bajos aplaudieron el discurso del primo hermano de José Alfredo Martínez de Hoz y criador de caballos de raza, Luciano Miguens, frente al monumento a los españoles en el barrio de Palermo de la Ciudad de Buenos Aires. O la patética marcha convocada por los fiscales, todos de oscuro desempeño en la Justicia, el 18 de febrero 2015 por la muerte de Natalio Alberto Nisman; en fin, ejemplos son los que sobran, donde se emplea como correa de trasmisión los medios de comunicación y actores, jugadores de futbol, etc., todos los que son conocidos para que repitan una y otra vez los huecos y mentirosos discursos de la defensa de la república, de los valores democráticos, como ayer el de que somos occidentales y cristianos o derechos y humanos.

La visión que tengamos de los hechos no puede negar que objetivamente desde punto de vista de la economía en la Argentina actual hay sólo dos posibilidades: una, se sigue avanzando en estimular el consumo, la integración nacional y regional y los acuerdos estratégicos dentro del Mercosur, Unasur, Celac, con la República Popular China, con Rusia, camino no exento de riesgos, de dificultades, de avances y retrocesos, pero que uno corrobora cuando se observa que somos una sociedad capaz de fabricar y poner en órbita los satélites Arsat 1, el 2 a mediados de este año y el 3 en el 2017; que está en construcción el Gasoducto del Nordeste Argentino, que brindará suministro de gas natural por redes a las provincias de Formosa, Chaco, Corrientes, Misiones y el norte de Santa Fe; que existen programas como el de Conectar Igualdad, que distribuye en estudiantes, maestros y profesores de todo el país cuatro millones de computadoras subportátiles; o que se estimula el Plan Estratégico de Formación de Ingenieros 2012-2016 y su objetivo de graduar 10.000 ingenieros por año, el amplio camino de becas universitarias, que se destina a la educación todos los años más del 6% del PIB, y que se repatriaron decenas de científicos e investigadores, que permiten entre otras cosas, que se trabaje en la elaboración de reactores nucleares y absorber mayores conocimientos en ese y en otros temas que exigen elevados niveles de sapiencia y pericia.

El otro, es volver a la lógica del capital y de los mercados financieros internacionales, donde sólo les interesa el país para obtener altas rentas generando una economía más concentrada y centralizada que le deja los principales resortes de la producción y distribución a las grandes empresas, quienes van a crecer más todavía integrándose al resto de su cadena internacional, pero que va a excluir por su propio accionar a la producción local, esencialmente las pymes y las economías regionales, dado que van a invertir en los sectores más redituables con que cuenta la Argentina. Ese tipo de producción de enclave implica crecimiento para el sector elegido por la lógica del capital y de los mercados, pero no hay respuesta de consideración para el resto de las actividades, más allá de un limitado multiplicador por la necesidad de trabajos e insumos locales. Paralelamente, esa división de inversión y productividad hará que conviva una economía floreciente y con estándares mundiales, con otra opacada y de subsistencia, profundizando la dualización de nuestra sociedad.

Si por adoptar una ideología que no es la propia se acepta como valor una supuesta eficiencia en la administración, que implica mejoras en la red de transporte o de tramites por internet, pero que abandona a su suerte al hospital y a la escuela pública; que permite por acción u omisión la existencia de talleres clandestinos, como el de la calle Páez 2796, en el porteño barrio de flores, donde murieron carbonizados en esta semana dos hermanitos, unos de 7 y otro de 10 años, y los dos padres resultaron con heridas de gravedad al incendiarse el taller textil que aparentemente estaba tapiado para evitar ser visualizados y disminuir los ruidos de las máquinas trabajando las 24 horas del día, con el fin de producir para firmas y negocios que ganan tasas astronómicas, ese es el verdadero modelo de gestión del PRO y la dualización de la sociedad que nos referimos.

El 24 de septiembre de 2014, la organización barrial apadrinada por el hoy Papa Francisco, “La Alameda” había presentado ante la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas, que depende de la Procuración General de la Nación, una denuncia contra 30 –treinta– talleres clandestinos, entre los que figuraba el de Páez 2796 - CABA. El fiscal a cargo de esa procuraduría, Marcelo Colombo, ordenó a la Subsecretaría de Trabajo de la Ciudad –a cargo de Ezequiel Sabor– una serie de inspecciones en los lugares denunciados. Tras los hechos, el gobierno de la Ciudad informa al fiscal Colombo que no había realizado las inspecciones solicitadas, sin dar ninguna explicación.

Se debe ver el todo, sopesar una cosa con la otra y plantearnos realmente qué consideramos valioso y digno. Debemos pensar por nosotros mismos y no que los grandes medios formen nuestra opinión; una y otra vez, preguntarnos por qué pensamos como pensamos, que la idea que dirige nuestra acción siempre convalide nuestros valores; si no, de otro modo seremos idiotas útiles a los intereses de los que dominan.

03/05/15 Miradas al Sur
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario