domingo, 25 de enero de 2015

GIRO A LA IZQUIERDA Ganó Syriza en Grecia

El conservador Samaras reconoció su derrota en las elecciones legislativas y felicitó al líder del partido Syriza, Alexis Tsipras. "Felicitaciones", le dijo el primer ministro en comunicación telefónica, tras conocerse oficialmente una ventaja de más de seis puntos sobre el conservador Nueva Democracia, con cerca del 40 por ciento de los votos escrutados. "La política tiene sus alegrías y sus penas", le respondió Tsipras, según informaron desde Syriza.
Los resultados parciales permitirían que la fuerza de Alexis Tsipras se quede con entre 148 y 151 bancas en el Parlamento, de 300 escaños. Para lograr la mayoría absoluta necesita 151 asientos. En tanto, los conservadores del partido Nueva Democracia del primer ministro Antonis Samaras obtuvieron un 28,8 por ciento y lograrían 76 bancas. La formación neonazi Amanecer Dorado obtuvo el 6,3 por ciento, mientras que el partido centrista proeuropeo To Potami (El Río) logró el 5,9 por ciento.
El partido socialista Pasok, que también está en el gobierno, obtuvo el 4,8 por ciento y los comunistas consiguieron entrar al Parlamento, al lograr el 5,6 por ciento. El Movimiento Socialistas y Demócratas (Kidiso), del ex primer ministro Giorgos Papandreou, que se escindió del Pasok, solo habría recibido entre el 2,4 por ciento de los votos, por lo que no superaría la barrera del tres por ciento necesaria para tener representación parlamentaria.
En total, 9,8 millones de griegos estaban llamados a las urnas. "Hoy, el pueblo griego decide si continúa con la dura política de austeridad o si el país inicia una nueva etapa para que las personas puedan vivir con dignidad", dijo Tsipras tras emitir su voto en Atenas.
Debido a la enorme afluencia de medios, el líder de Syriza tuvo problemas para acceder a las urnas. Decenas de reporteros y camarógrafos bloquearon durante varios minutos la entrada al local del barrio de Kypseli donde el político tenía que votar. "Mi paciencia es infinita, llevo cinco años esperando este momento", declaraba Tsipras relajado.
"Vamos a ganar", dijo por su parte Samaras tras depositar su voto en la pequeña ciudad portuaria de Pilos, en la península del Peloponeso. "Estos comicios decidirán si el país "continúa su curso europeísta, añadió, augurando que muchos indecisos apoyarán a Nueva Democracia.
Durante la campaña, Tsipras prometió aumentar el salario mínimo, abolir determinados impuestos para los más pobres y negociar una disminución de la deuda externa de Grecia, que suma 300.000 millones de euros y representa 175 por ciento del PIB. El líder de la izquierda dijo además que no se considera atado a las exigencias de la troika de acreedores - Unión Europea (UE), Banco Central Europeo (BCE) y Fondo Monetario Internacional (FMI) -, que a cambio de una ayuda financiera impuso un drástico plan de austeridad económica.
Samaras por su lado defendió la política de austeridad diciendo que era la única posible y advirtió contra el peligro de una victoria de Syriza, que podría, según dijo, aniquilar los esfuerzos realizados por los griegos. A cambio de un préstamo de 240.000 millones de euros, la troika impuso un plan de austeridad que tuvo graves consecuencias para parte de la población. Las medidas implicaron una importante bajada de los salarios, en algunos casos a la mitad, y un espectacular aumento del desempleo, actualmente de más de 25 por ciento de la población activa.

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