El jueves 16 de febrero de 2012, Gustavo Sala publicó en el suplemento juvenil de Página 12 su tradicional tira Bife Angosto. Su aproximación risueña a la solución final nazi fue censurada.
Por José Cornejo
En el comic, el DJ David Gueto (parodiando a David Guetta) es “el DJ de los campos de concentración”. Los presos del campo se niegan a bailar hasta que aparece Hitler y los obliga. En la última tira, Hitler y “Gueto” festejan la “fieSSta" porque eso mejora la calidad de los jabones.
La publicación generó el repudio del vicepresidente de la DAIA Ángel Schindel, quién señaló que: "Es una falta de respeto a los sobrevivientes de la Shoá y una banalización del Holocausto. Se hace en un día muy triste, hoy a 70 años de la conferencia Wansee (donde se ideó el exterminio judío) y a días del Día Internacional de Recordación del Holocausto".
Para Guillermo Borger, presidente de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), la historieta merece “absoluta descalificación”. La asociación B’Nai B’Rith Argentina afirmó que la historieta resulta “una abominación para el recuerdo de las víctimas y una apología de la negación de la barbarie". Sergio Widder, director para América latina del Centro Simon Wiesenthal, dijo que la tira es “ofensiva” y carece de la “más mínima sensibilidad”.
La presión por censurar a Sala hizo que el matutino Página 12 pidiera disculpas: "De acuerdo con su histórica toma de posición en contra de la discriminación, este diario lamenta haber provocado angustia o dolor y pide disculpas a todos los que pudieran sentirse afectados”.
Sin igualar con lo que sucedió en Francia, Sala fue fácticamente censurado. La enorme diferencia con el repudio que generaron los atentados de Francia sugiere que existe una doble vara: está bien reírse de la religión musulmana pero no del Holocausto a los judíos.
La publicación generó el repudio del vicepresidente de la DAIA Ángel Schindel, quién señaló que: "Es una falta de respeto a los sobrevivientes de la Shoá y una banalización del Holocausto. Se hace en un día muy triste, hoy a 70 años de la conferencia Wansee (donde se ideó el exterminio judío) y a días del Día Internacional de Recordación del Holocausto".
Para Guillermo Borger, presidente de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), la historieta merece “absoluta descalificación”. La asociación B’Nai B’Rith Argentina afirmó que la historieta resulta “una abominación para el recuerdo de las víctimas y una apología de la negación de la barbarie". Sergio Widder, director para América latina del Centro Simon Wiesenthal, dijo que la tira es “ofensiva” y carece de la “más mínima sensibilidad”.
La presión por censurar a Sala hizo que el matutino Página 12 pidiera disculpas: "De acuerdo con su histórica toma de posición en contra de la discriminación, este diario lamenta haber provocado angustia o dolor y pide disculpas a todos los que pudieran sentirse afectados”.
Sin igualar con lo que sucedió en Francia, Sala fue fácticamente censurado. La enorme diferencia con el repudio que generaron los atentados de Francia sugiere que existe una doble vara: está bien reírse de la religión musulmana pero no del Holocausto a los judíos.
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