lunes, 26 de enero de 2015

CARLOS MARIA DE ALVEAR

El 28 de enero de 1815, el secretario del Consejo de Estado parte en misión secreta a Río de Janeiro e Inglaterra. Lleva Pliegos de Carlos Maria de Alvear, para ser presentados ante Strangford y Castlereagh, diplomático y ministro del gobierno Ingles. El pliego de Alvear ante Strangford, (bastante extenso), tiene muchos párrafos significativos... “D. Manuel García, mi consejero de Estado, instruirá a V.E. de mis últimos designios con respecto a la pacificación y futura suerte de esta Provincias. (...) el país no está en edad ni estado para gobernarse y necesita una mano exterior que lo dirija (……) En esta circunstancia la generosa Nación Británica puede poner un remedio eficaz a tantos males acogiendo en sus brazos a estas Provincias que obedecerán a su Gobierno y recibirán sus leyes con el mayor placer...”

El Pliego de Alvear para Castlereagh era más claro todavía, y tenía algunos párrafos elocuentes…”“Estas Provincias desean pertenecer a la Gran Bretaña, recibir sus leyes, obedecer a su Gobierno y vivir bajo su influjo poderoso. Ellas se abandonan sin condición alguna a la generosidad y buena fe del pueblo inglés, y yo estoy dispuesto a sostener tan justa solicitud para librarlas de los males que la afligen. Es necesario que se aprovechen estos momentos. Que vengan tropas que impongan a los genios díscolos, y un jefe autorizado que empiece a dar al país las formas que sean beneplácito del Rey y de la Nación, a cuyos efectos espero que V.E. dará los avisos con la reserva y prontitud que conviene para preparar oportunamente la ejecución”” (Al Vizconde Strangford, representante de S.M.B. ante Brasil. 15 de enero de 1815. Original en la Facultad de Filosofía y Letras de la Ciudad de Bs.As. Archivo García.)
Esto, que es un directo pedido de “coloniaje”, es visto por Mitre con su “singular forma de ver y contar la historia” y lo llama simplemente “pedido de alianza o protectorado”.

Como Alvear no logra que Inglaterra se haga cargo “a cara descubierta” del coloniaje político, ya que prefería el coloniaje comercial, Alvear ofrece se lo ofrece confidencialmente a Bolívar. En carta al general Santander fechada en Chuquisaca el 11 de noviembre de de 1825, el propio Bolivar revela las intenciones de Alvear:

“…la reunión de las república argentina y boliviana, llevando toda ella mi nombre; él no abandona este proyecto por nada y menos aún de llamarme a fijar los destinos del Rio de La Plata: él dice que sin mí su patria vacilará largo tiempo y que, exceptuando cuatro individuos, el gobierno como el pueblo me desean como un ángel de protección” (Carta de Bolívar a Santander. Prudencio, Roberto. Bolívar y la fundación de Bolivia. Casa Municipal de la Cultura. La Paz. 1977)

Por otro lado, Alvear, fiel a su forma de actuar, al poco tiempo, al ser sacado del Gobierno, se dirige por escrito al ministro español Villalba, pidiendo su reincorporación el ejercito español y regresar a “la gracia de Fernando VII” Entre otras cosa, en su nota dice que ocupó el directorio para “aventurarse a un paso decisivo que pusiese término a esta maldita revolución…(….) pero había quienes no querían que el país volviese a su antigua tranquilidad…(….) porque mi decidido conato ha sido volver a estos paises a la dominación de un soberano que solamente puede hacerlos felices. Por eso yo con mi familia, así como otros compañeros en desgracia, no trepidamos en presentarnos voluntariamente a V.S. y permanecemos bajo su protección...Espero que considerándome como un vasallo que sinceramente reclama la gracia de su Soberano y está dispuesto a merecerla, se sirva recomendarme a Su Majestad ante quien me presentaré, luego que halle seguro transporte para mi persona y mi familia”.

Singular forma de actuar la de Carlos María de Alvear. (que todavía tiene muchos imitadores y admiradores) 

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