sábado, 20 de diciembre de 2014

Un año nuevo que se viene con viejos conflictos Por Ana Vainmann

El anuncio del gobierno sobre el Ganancias postergó apenas uno de los reclamos que preocuparon a los gremialistas en los últimos tiempos.

Hacia fin de año, en este 2014, parece que en lugar de hacer balances, las energías están puestas en planes para 2015. Una vez que la presidenta Cristina Fernández anunció la eximición del pago de Ganancias del medio aguinaldo de diciembre, quedó desactivado el reclamo sindical conjunto para conseguirlo y cada sector se replegó sobre sí mismo o pospuso planes para el año próximo.

Es que 2015 no será un año cualquiera. Es un año electoral pero, al no haber reelección, las presidenciales pueden significar un cambio de rumbo político y económico y no hay sector que pueda estar indiferente a esa posibilidad. Los sindicalistas tampoco.
Por ejemplo, unos 20 gremios industriales conformaron la Confederación Sindicatos Industriales de la República Argentina (CSIRA) preparándose para el 2015 y ante el temor de un "golpe económico que de hecho imponga la flexibilización laboral y la baja de los salarios".

La presentación se hizo en la sede del SMATA y la confederación será conducida por el secretario general de la rama metalmecánica, Ricardo Pignanelli, y el jefe de la UOM y la CGT oficialista, Antonio Caló.

Además del SMATA y la UOM de Caló, CSIRA está integrada por el Sindicato del Plástico, la UOCRA (Contrucción), ASIMRA (Supervisores de la Industria Metalmecánica), AOMA (Obreros Mineros), SOIVA (Obreros del Vestido), SUETRA (Educadores Técnicos), la Federación Argentina Sindical de Petróleo y Gas, la Asociación Obrera Textil, el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación, Obreros Navales, el gremio del tabaco, trabajadores de Sanidad, entre otros. Supervisores de la Industria Metalmecánica

"De a uno no hacemos nada", dijo a este diario Antonio Caló y explicó que los sindicatos industriales tienen una "realidad muy diferente" a la de otros gremios y por eso fue necesario unirse para hacer reclamos sectoriales.

"Tendremos reuniones con los ministros de Trabajo e Industria y más adelante nos reuniremos con cada uno de los candidatos a presidente", adelantó el líder metalúrgico.

Caló negó que la CSIRA busque contrarrestar el poder de los gremios del Transporte que realizaron medidas de fuerza en noviembre, convocaron a un paro para diciembre – pospuesto luego del anuncio de la presidenta de exceptuar del pago de Ganancias al medio aguinaldo– y ya están pidiendo subas salariales del 50% para 2015. Dijo que simplemente buscan hacer más fuertes sus necesidades sectoriales e insistió en que no se trata solamente de sindicatos alineados con la Casa Rosada, sino que también hay algunos gremios que actualmente están en centrales opositoras. Eso sí, el espíritu de la Confederación es el de defender el modelo "industrial" impulsado por el kirchnerismo desde 2003.

Además, los gremios del transporte y la CGT Azopardo anunciaron que el paro que habían convocado para diciembre se postergó hasta marzo. Sólo resta ver qué sucede con el Sindicato de Camioneros, conducido por el líder de la CGT opositora, Hugo Moyano, quien adelantó que podría realizar una huelga si los empresarios del sector no acceden a otorgarles un plus de fin de año.

POR LA REUNIFICACIÓN

También había planes de reunificación de la CGT, pero por ahora deberán esperar. Aunque todavía faltan dos semanas para que termine el año, incluso parece improbable que antes del fin de 2014 se alcance a redactar un documento conjunto entre los distintos gremios que siente las bases para una futura reunificación. Es más, hay quienes no ven posible que se llegue a la unidad en la primera mitad de 2015.

"Estamos yendo hacia una reunificación, es cierto", admitió uno de los integrantes de la CGT oficialista pero que no es de los más entusiastas con la iniciativa. Y agregó: "Si se llega, será después de las PASO." De esa manera se busca que haya más definiciones en torno a quiénes podrían ser los potenciales interlocutores de los sindicalistas, si llegasen al Gobierno.

Por otra parte, quedará pendiente para 2015 una revisión más global del Impuesto a las Ganancias que afecta los salarios de los trabajadores –técnicamente conocido como a la cuarta categoría–. A pesar de que el gravamen sólo afecta al 12% de los trabajadores registrados, la necesidad de revisar Ganancias fue un común denominador a todos los sectores sindicales durante todo 2014.

Oficialmente, desde el gobierno rechazaron una y otra vez los pedidos de modificaciones que se les hicieron desde todos los sectores, aún los que llegaron desde los dirigentes más cercanos al gobierno. Los funcionarios aseguran que Ganancias tiene un peso importante dentro de la estructura fiscal argentina y que el dinero que se recauda por ese concepto es difícil de reemplazar. Además, defienden al impuesto y esgrimen la progresividad que plantea.

"Este impuesto es una contribución solidaria de los trabajadores que más ganan", dijo el ministro de Economía, Axel Kicillof. "Cobrar el Impuesto a las Ganancias es filosófica e ideológicamente necesario. El que más gana debe ser el que más solidariamente contribuye", afirmó el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.

Sin embargo, no son pocos los que admiten que con la falta de cambios lo distorsionó y que eso alteró su progresividad. Los cañones apuntan específicamente a las escalas que establecen qué porcentaje del salario se descuenta. Como no se modifican desde 2001, los montos quedaron desactualizados y es muy fácil saltar a la alícuota más alta (35%) aún sin percibir salarios exorbitantes. Esto pasa especialmente cuando en un mes hay ingresos extraordinarios, como feriados trabajados, horas extra, pluses vacacionales o aguinaldos. Puede ocurrir, entonces, que esos ingresos extras den un total salarial que pase a una escala siguiente en la tabla y se termine pagando más en concepto de Ganancias que lo que se cobró extra.

Pero además, el Impuesto a las Ganancias es cuestionado por algunas arbitrariedades en sus deducciones como por ejemplo que puedan deducirse los intereses de un crédito hipotecario pero no el pago de un alquiler. También se reclama que la actualización del mínimo no imponible (que hoy se encuentra en 15 mil pesos) no dependa de la voluntad del Poder Ejecutivo, sino que se establezca alguna fórmula que garantice una actualización periódica.

Esta realidad no es desconocida por los funcionarios del Poder Ejecutivo y es por eso que muchos se preguntan por qué no enviar un proyecto de ley al Congreso para realizar las modificaciones que sean necesarias y evitar así ese tipo de distorsiones o por qué no apoyar alguno de los muchos proyectos que fueron presentados por legisladores de ambas cámaras. De hecho, hay algunos integrantes del gobierno que, en privado, aseguran que esa será una de las iniciativas oficiales de 2015: enviar un proyecto del Poder Ejecutivo para modificar integralmente Ganancias al Parlamento. Esa medida ofrecería el doble objetivo de mostrar iniciativa con temas calientes en un año electoral y, además, eliminaría uno de los factores de malestar del movimiento obrero en todas sus variantes.

El 2014 va quedando atrás, pero los problemas y los conflictos no se van con el año. Quedarán pendientes para 2015.

Infonews

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