martes, 4 de noviembre de 2014

MAS DE SETENTA PERSONALIDADES LANZARON UNA CARTA EN RESPUESTA A SABSAY “Pretende condicionar las decisiones soberanas”

Con el título “A nosotros nadie nos traicionó”, más de setenta personalidades de la comunidad judía repudiaron los dichos de Daniel Sabsay en el coloquio de Idea, donde el abogado aseguró que el canciller Héctor Timerman era un “traidor a su esencia” y “un sátrapa” al que “no tendríamos que dejar entrar a ningún lado”.
En el encuentro de analistas y empresarios nucleados en el Instituto para el Desarrollo Empresarial Argentino (Idea), que se realizó hace diez días en Mar del Plata, Sabsay cargó contra el gobierno nacional y la figura de Timerman, a quien cuestionó por haber impulsado el tratado con Irán con el que se intentó tomar declaración a los sospechosos iraníes del atentado a la AMIA. “Estoy avergonzado del canciller que tenemos, es un traidor a su esencia”, sostuvo Sabsay. “Un ser indigno que fue a negociar con un tipo como Mahmud Ahmadinejad, que negaba el Holocausto, lo digo como judío, me da vergüenza. No lo tendríamos que dejar entrar a ningún lado a ese sátrapa. Este atorrante se sentó con quien niega el Holocausto.”
El diputado Edgardo Form, el abogado Beinusz Szmukler y Daniel Silber, presidente del ICUF, entre otros, salieron al cruce de estas acusaciones. “¿Traidor a qué esencia?”, preguntaron en el texto difundido públicamente. “¿Desde cuándo los judíos responden a una esencia? ¿Quién determina cuál es la esencia? Hoy nadie duda de que hay diversas maneras de asumir el judaísmo. Pretender reducirlo a una ‘esencia’ es prepotente y perverso y sólo tiene por finalidad mantener amarrados a los judíos a los dictados del establishment comunitario”, señalaron.
Para los firmantes, “Sabsay pretende condicionar las decisiones soberanas del gobierno nacional estableciendo con quién hay que negociar y con quién no”. En este sentido, plantearon si el abogado “no se enteró que el gobierno de Estados Unidos negoció con Irán la liberación de los rehenes retenidos en su embajada de Teherán durante 444 días tras la llegada de los ayatolas al poder”.
“Más allá de que el propósito del Gobierno no se haya podido concretar –advirtieron sobre el memorándum con Irán–, las responsabilidades recaen sobre la otra parte, que no ha movido ni una sola pieza en este juego. El acuerdo fue un intento por avanzar en la determinación de dar una respuesta al clamor de justicia de las víctimas. Y lo que más parece molestar a quienes se opusieron, entre ellos el doctor Sabsay, es la actitud de independencia con que se actuó, por fuera de los límites impuestos por la diplomacia del gendarme mundial.”
Finalmente, la carta cuestionó la falta de reacción de la AMIA y la DAIA, tras señalar que “en su desenfreno verborrágico” Sabsay comparó al Gobierno con el régimen nazi. “Esta burda e indignante banalización del Holocausto no mereció ninguna declaración condenatoria de la DAIA, AMIA y otras instituciones que se la pasan hurgando hasta bajo la cama cualquier manifestación en este sentido. Doctor Sabsay: ¡A nosotros nadie nos traicionó!”, concluyeron.

No hay comentarios:

Publicar un comentario